Juan José Imbroda valoró contundentemente el discurso de Nochebuena del rey Felipe VI, subrayando que “el Rey ha estado impecable. Yo calificaría su mensaje como revolucionario en los tiempos que corren, defendiendo la Constitución. Creo que algunos se han dado por aludidos y han preferido no contestar. Tenemos que defender la Constitución Española “que es lo que nos sirve para vivir en paz y que no nos matemos. Últimamente hay un desvarío total en política, el PSOE ha perdido los papeles. Otra cosa es que por seis votos esté gobernando”, afirmó.
Balance
Imbroda también aprovechó la rueda de prensa del martes para hacer balance sobre estos cinco meses y medio en el Gobierno de los que dijo “le hemos dado la vuelta a la Ciudad con los bonos turísticos. La gente empieza a confiar más en Melilla. Los taxistas, los guías turísticos, los hoteles son conscientes del incremento de turistas. Lógicamente en el puente de la Inmaculada o de la Constitución se fueron muchos melillenses de vacaciones con lo cual es difícil reemplazar a tantos habitantes, pero en contrapartida contamos visitantes que antes no venían”.
En este sentido, el presidente de la Ciudad quiso dejar claro que el turismo es una pieza fundamental no sólo de la estrategia política de su Gobierno sino de toda la Ciudad, ya que la llegada de turistas implica movimiento económico y que la economía fluya. No olvidó destacar “los cinco millones de euros invertidos en la puesta en marcha de bonos turísticos para que las personas que no conozcan la ciudad tengan la posibilidad de viajar” sin encontrarse unos precios astronómicos.
¿Ahora resulta que ej. rey Felipe hace discursos revolucionarios? ¡Pues que bien!. Yo creía que era un hombre que al no tener partidarios no tenia contrarios. Por ello, siempre me pareció neutral. Limpio de consignas mundanas y ajenos a intereses personales de poder o servilismo, O sea un ser libre, de los pocos que por desgracia existen en este mundo.. Por eso me sorprende que alguien diga que sus palabras han sido revolucionarias, cuando yo las he oído, y mas que un discurso-tal vez lo que esperaba el que asi se manifiesta-me pareció una homilía de buena voluntad y comportamiento, ante un tiempo lleno de dudas y enfrentamientos que precisamente lo que menos necesita es la revolucion. Y si la calma y el conocimiento no de los partidarios, sino de aquellos que han ido este año a Belem, y han podido escuchar esas palabras que los niños suelen decir en el silencio.