El director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría, aseguró a El Faro que, algo más de un año después del giro español sobre el Sáhara Occidental, “en lo que respecta a los territorios españoles no ha cambiado nada”, porque la “reivindicación” de Marruecos sobre los territorios españoles en el norte de África “continúa y nunca ha renunciado a eso”, como se pudo ver con las últimas declaraciones -luego desmentidas- del presidente de la Cámara de Consejeros (el equivalente al Senado) de Marruecos, Enaam Mayara, sobre que había que “liberar” –según el diario digital ‘Goud’- o “recuperar” Melilla y Ceuta –como recoge la publicación digital ‘Rue 20’, en la que la ex ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, ya realizó en el pasado polémicas declaraciones sobre las dos ciudades autónomas-.
Para Echeverría, otra muestra de que todo sigue igual son que la aduana prosigue cerrada aunque “para algunos era prioritario que abriera”.
El experto reconoce que sí ha habido alguna mejora, como la delimitación de las aguas territoriales, la intensificación de las relaciones comerciales o la reducción de flujos migratorios irregulares. Para él, sin embargo, este último punto es algo “triste”, pues “demuestra que Marruecos, cuando quiere, controla y, cuando no quiere, aligera el control”, con lo que es “una evidencia de que utiliza la herramienta migratoria como elemento de presión contra España”.
Pese a todo, Echeverría cree que el Gobierno español esperaba obtener mayor rédito de la mejora de las relaciones con Marruecos.
Su análisis, de hecho, es que, aunque se han realizado “concesiones que no se tendrían que haber hecho”, en relación al Sáhara Occidental, “las relaciones siguen siendo tan complicadas y tan cargadas de motivos de preocupación como lo eran antes”.
Para el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados la próxima semana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “probablemente presente las cosas de una manera muy diferente, en el sentido de que las relaciones son mejores que nunca y que la cordialidad enmarca una relación cargada de oportunidades y de futuro”.
Sin embargo, en opinión de Echeverría, se trata de “puro voluntarismo” y no descarta que, desde la oposición o incluso los miembros de Podemos que conforman el Ejecutivo, salgan “voces discordantes”, en especial con la concesión que Sánchez realizó con respecto al Sáhara Occidental.
Una cesión que, por otro lado, le ha costado a España, según su parecer, sacrificar las relaciones “con otro vecino importante” como Argelia, el otro país envuelto en el conflicto y a quien no le sentó bien el cambio de posición española.
Preguntado si es posible llevarse bien al mismo tiempo con Marruecos y con Argelia -países enfrentados entre sí-, el director del Observatorio de Ceuta y Melilla cree que es “peligroso” apostar más por uno que por el otro.
Por ello, lo fundamental, afirmó, es “tener una política exterior rigurosa y coherente”, siendo consciente de que, se haga lo que se haga, siempre habrá “un riesgo grande” de no contentar a uno de los dos países, cuyas relaciones con ellos tienen “muchas potencialidades, pero también muchas dificultades”.
Al ritmo de Marruecos
Echeverría cree que, si no se ha avanzado más desde el giro español sobre el Sáhara no tiene tanto que ver con que el Gobierno no conceda a las dos ciudades suficiente importancia sino con “los ritmos que impone Marruecos”, lo que, a su parecer, es una muestra de “debilidad” de España.
El también profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Ceuta reiteró que a Marruecos “no le interesa dar a conocer a su población ni a países terceros que hay una frontera”, porque ello supondría rebajar su mensaje respecto a los “territorios ocupados o colonias”. Este, considera, es el motivo de que Marruecos no tenga “prisa” por reabrir la aduana de Melilla y abrir la de Ceuta.
Así, tal como suele, Echeverría insistió en que desde el Observatorio piensan, más allá de lo que considere Marruecos, que el cierre de las fronteras y de las aduanas fue “más una oportunidad que una dificultad” para que las ciudades no siguieran mirando al sur “única y exclusivamente”. Para él, lo que hay que hacer es seguir explorando posibilidades, con lo que “la reapertura de las fronteras y de las aduanas sería un asunto secundario, o debería serlo”.
¿Y se están haciendo cosas para ello? Él cree que sí; que “las ciudades están viendo que hay más vida y más mundo”. Por ejemplo, se está visualizando la importancia de las comunicaciones, de los transportes y puertos, del turismo de ambas ciudades. En este sentido, y aunque Echeverría considera que se están llevando a cabo iniciativas por parte del Gobierno central, reclamó “más Estado” en Melilla y Ceuta, invirtiendo en operadores privados y fortaleciendo aspectos como la educación y la sanidad.
Pese a todo, y aunque con el Plan Estratégico Integral sobre la mesa se está hablando más de las ciudades y se están visitando más, en opinión del director del Observatorio de Ceuta y Melilla aún “queda mucho por hacer”.
En el debe, Echeverría apunta, como vienen insistiendo desde el Observatorio, por “un anclaje más firme de las ciudades con Europa”, refiriéndose con ello no solamente a la Unión Europea (UE), sino al Consejo de Europa y a otras redes y organizaciones a las que Melilla, Ceuta, los peñones y las Chafarinas tienen derecho a pertenecer “como territorios comunitarios que son”.
“Queda pendiente trabajar con mayor ahínco en ese anclaje con la península, con Europa y con el resto del mundo”, incidió el director del Observatorio, y de esta forma lograr, por ejemplo, que los puertos de ambas ciudades tengan “más vitalidad y más tráfico”. Echeverría hizo hincapié en la importancia de mejorar las comunicaciones, los transportes y el tejido industrial de las ciudades autónomas, así como en garantizar la educación y la sanidad “en unos niveles de calidad equivalentes al resto de España”.
Mientras tanto, en las relaciones con Marruecos cree que quedan “pendientes muchos asuntos”, ya que, un año después del giro sahariano, “no se han conseguido ventajas importantes para España”.
“Una política muy clara”
Si dependiera de él, Echeverría establecería “una política muy clara” respecto a la españolidad de Melilla y Ceuta, en la línea de las últimas declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuando afirmó que las dos ciudades eran “tan españolas como Zamora o Palencia”. Una actitud, pidió, que no sea “sólo reactiva” cada vez que Marruecos reivindique los territorios, sino que recalque la españolidad de ambos territorios para que “no haya resquicio de duda entre españoles” y se evite que terceros países, singularmente Marruecos, puedan ponerla en entredicho.
El profesor de la UNED piensa que sería positivo que el Gobierno realizara alguna acción que le dejara claro a Marruecos que Melilla y Ceuta no se negocian, y, aunque no cree que vaya a hacerlo, opina que, ahora que estamos en período electoral, los partidos podrían incluir este punto en sus programas.
Aparte de cómo mejorar la dimensión europea, habría que explorar, según cree, cómo ampliar las herramientas de los gobiernos locales y cómo reforzar el vínculo con el sistema autonómico.
Desde el Observatorio de Ceuta y Melilla, mientras tanto, según confesó Echeverría, van a impulsar todo lo posible “la reflexión y las ideas” para que todo esto se lleve a cabo, para lo cual solicitó la ayuda de los medios de comunicación con “mensajes muy claros en términos de prioridad y de interés nacional”.
España debe de replantearse el retomar la administracion del Sáhara Occidental, tal y como se aprobó en la ONU, hasta que se celebre el referéndum acordado. Marruecos no puede salir airoso de una violación territorial al pueblo saharaui. Criticamos a Putin, pero somos cómplices de los mismos hechos cometidos en con la República saharaui. Que lecciones de honradez, lealtad y derecho político podemos exigir, si somos nosotros los primeros en incumplirlos.Marruecos siempre lo hemos dicho, es un lobo con piel de cordero, que por sus intereses egoístas y ambiciosos, se presta a ser el verdugo de todos esos problemas embarazosos que le surgen a los países falsamente "democráticos". El peor enemigo dicen que es el que no se ve venir, y ese es Marruecos.
Hay que defender la Hespañosfera con H que pedía Castelao (desde la Ceuta con legado portugués lo pedimos) y el legado imazighen de los pueblos arabizados de Melilla, RifNeÑos o de Canarias y del Sáhara hispanoafricano.
Vergonzoso,deshonesto e indigno el cambio del gobierno "socialista" de España respecto al Sáhara,Marruecos nos ve como un pelele,vergüenza de dirigentes y ex presidentes del PSOE