Paco es el nombre de uno de los muchos trabajadores que hay en Melilla. Es uno de esos empleados que si no desempeña correctamente su faena, corre el riesgo de ser despedido.
Rinde cuentas a diario en su empresa. Sabe que tiene una responsabilidad, la que ha conseguido con el tiempo ganándose la confianza de sus jefes a fuerza de dejar patente cada día su compromiso con la empresa en la que se gana la vida. Una empresa en la que el cliente es lo primero, como en cualquier otra que quiere sobrevivir en medio de la competencia. Y, sin embargo, a pesar de la ‘mili’ que lleva a sus espaldas, cada mañana, antes del toque de diana, ya está listo para el ‘combate’ diario.
El trabajo de Paco no es fácil, sobre todo si se compara con el uso que hace de la jornada laboral Francisco Robles, el director territorial del Ingesa en Melilla. Ayer, el máximo responsable de la Sanidad pública en nuestra ciudad, se levantó con la noticia de que el centro de salud de la zona centro había amanecido inundado. La rotura de un manguito de un lavabo de los aseos de la primera planta provocó que el agua estuviera saliendo toda la noche. La fuga ocasionó que las instalaciones médicas no pudieran prestar servicio en toda la mañana. Hasta las 15:00 horas el centro de salud de la zona centro no volvió a la normalidad.
Hoy Francisco Robles está de vuelta en su despacho de las Torres del V Centenario, contemplando Melilla a sus pies. Desde allá arriba puede ver a los ‘pacos’ que se ganan la vida con el sudor de su frente, uno de los muchos trabajadores que se afanan a diario para desempeñar correctamente su tarea. Algunos de ellos, con alguna responsabilidad en sus empresas (como Francisco Robles en la Sanidad pública en nuestra ciudad) habrían que tenido que dar ayer muchas explicaciones a sus jefes si una absurda avería hubiera afectado al normal funcionamiento de su empresa. Sin lugar a dudas, habrían perdido parte de esa confianza de sus superiores ganada con el tiempo. Deberían ofrecer un argumento sólido para explicar por qué una fuga de agua no se detecta durante horas. Tendría que explicar la falta de supervisión de sus instalaciones durante la noche.
También, además de las pertinentes aclaraciones, debería ofrecer una solución para la inmediata puesta en funcionamiento del ‘negocio’, que en el caso de la Sanidad pública da servicio a algo más que simples ‘clientes’. Y en ningún caso sería una opción mantener cerradas las instalaciones durante horas.
Es muy probable que ayer quedara más que cuestionada la continuidad de ‘Paco’ en la ‘empresa’, al menos para ocupar un cargo de responsabilidad. El motivo de las dudas sobre su idoneidad para el puesto no nacen de lo ocurrido ayer, sino de lo que podría haber sucedido si en lugar de un incidente con el manguito del lavabo hubiera tenido lugar un hecho de más gravedad, algún suceso que no se soluciona pasando una simple fregona.
Por fortuna para los ‘pacos’ de Melilla, la avería y sus consecuencias tuvieron lugar en el centro de salud de la zona centro. Las únicas consecuencias del incidente serán para las decenas de pacientes que ayer no pudieron recibir asistencia médica.