Nueva York en la noche y las desigualdades sociales de EEUU protagonizan las imágenes de la fotógrafa Rebeca Rodríguez que se pueden ver en el Centro de Arte Contemporáneo de Melilla hasta finales de febrero.
Lugares vacíos, perspectivas globales, imágenes de tatuajes que graban la piel más allá de lo que imprime la tinta y sobre todo, el desencanto de una fotógrafa ante lo que pudo haber sido su sueño americano protagonizan la exposición de Rebeca Rodríguez. Esta muestra de fotografías en pequeño y gran formato estará hasta finales de febrero en el Centro de Arte Contemporáneo de Melilla, situado en el Hospital del Rey.
Rogríguez es una de esas artistas que se toma su tiempo. Madura sus ideas y tarda en decidirse a la hora de apostar por un proyecto. Su trabajo fotográfico es de los que se va cociendo a fuego lento y con el paso de los meses consigue matices en sus obras que van más allá de los movimientos o estilos de fotografía actuales.
“Hay algo que me ha movido siempre, que es el desencanto”, afirma a El Faro. Quizás por ese motivo es capaz de enlazar un proyecto sobre las diferencias culturales que sintió cuando se fue a vivir a Estados Unidos con otro sobre las minas abandonadas en los años 90.
El desencanto que describe cuando habla de lo impactante que fue fotografiar Nueva York es el mismo que sintió cuando llegó al sur de Estados Unidos y descubrió que las diferencias sociales es una parte del sueño americano no siempre cuentan. Esta misma sensación de insatisfacción es la que mueve ahora su objetivo cuando retrata las minas que fueron abandonadas en León y Asturias en los 90. Además, tiene en su mente retratar también cómo van quedar las que en unos años cierren en estas zonas que están sobreviviendo a duras penas.
Lo que nos queda
El trabajo que expone en Melilla se llama ‘What remains’, es decir, lo que nos queda. Estas imágenes son el reflejo de dos realidades. Por un lado, está Nueva York y sus rincones. Asegura que puede parecer que son fotografías típicamente americanas, pero que no es tan sencillo para ella definirlas así.
“No soy americana y esta parte entre europea y mediterránea ayuda mucho. Tengo esa melancolía que es más mediterránea. Intento conseguir esta parte de la fotografía popular que se ha practicado en España, que es muy interesante y por ello, tengo cierto regusto por lo antigo, por el pasado y por mantener la tradición. Aunque más que fijarme en una fotografía animada o algo así, me interesa bastante la historia”, explica la autora de esta muestra.
Por otro lado, cuenta en sus imágenes que ese mundo avanzado y moderno que se espera de Estados Unidos y que se refleja por ejemplo en las fotografías de Nueva York, no tiene nada que ver con otras zonas del país. “Las diferencias sociales brutales es algo que nunca nos cuentan del sueño americano. Este choque cultural es lo que me animó a seguir con este proyecto”, afirma Rodríguez. Y todas estas sensaciones son las que refleja en las fotografías que protagonizan las postales americanas similares a las que se realiza en el documentalismo americano y que también están en esta muestra.
Estas imágenes sobre su desencanto con el sueño americano, que tampoco ella logró protagonizar, fueron realizadas en varios viajes que realizó a este país de contrastes.
Rodríguez destaca que lo que más le llamó la atención mientras realizaba sus fotografías era la filosofía que dominaba a las personas. “Es una manera de vivir completamente diferente a la nuestra. Es una cultura del trabajo, esfuerzo y rivalidad. Es una cultura de necesito conseguir porque necesito ser, es decir, tú eres lo que vales”, explica.
El desencanto no sólo lo ha encontrado en sus viajes a Estados Unidos o en las imágenes de minas abandonadas en tierras leonesas. También ha visto que hay una serie de jóvenes formados en el país que sienten esta misma emoción. “La generación perdida la llaman”, apunta. Habla de los jóvenes universitarios que acaban de finalizar sus estudios y que no saben qué hacer con sus vidas en esta crisis económica que no les ofrece oportunidades.
Rodríguez está retratando a esta generación de cerebros formados que sólo encuentran encanto en países extranjeros. Es fuera de las fronteras españolas donde ven su futuro. En sus fotografías narra la historia de estos chicos y chicas que van a perder mucho en el camino de ida y que no saben cuándo van a poder hacer el de vuelta. Esta fotógrafa asegura que no sólo van cargados con sus conocimientos y títulos universitarios, sino también con la sensación de desencanto y de desarraigo que implica llevar a cabo esta emigración porque no hay otra solución.
Dentro de unos años, cuando exponga estos retratos de la generación perdida se analizarán como el documento gráfico del talento que fue perdiendo el país por culpa de esta crisis económica. Y es que Rodríguez no cree que pueda crear nuevas exposiciones en los próximos meses. “Supone un esfuerzo económico bastante grande y como está el mercado, te la comes con patatas”, apunta.
‘What remains’ estará expuesta hasta el 22 de febrero en el Centro de Arte Contemporáneo, lugar en el que también encontrarán una pequeña exposición de obras de otros artistas actuales que han pasado por esta institución, desde fotografías a pinturas.
El modernismo es el centro de atención de la siguente exposición
El director del Centro de Arte Contemporáneo, Javier Martínez, explicó a El Faro que entre los proyectos de esta institución para este año está preparar una muestra con el trabajo de varios artistas locales sobre el modernismo. Martínez indicó que esta propuesta consiste en que los pintores, fotógrafos y escultores de Melilla reflejen con sus técnicas y modalidades artísticas los detalles del modernismo que aparece reflejado en los edificios de la ciudad. El director del centro aseguró que se está trabajando en este gran proyecto y que puede estar listo para la mitad de marzo. Martínez aseguró que esta institución siempre ha apostado por los artistas locales y como muestra de esta determinación se han programado varias exposiciones de melillenses, como la de Iván Ortega. También indicó que están abiertos a recibir visitas de grupos de escolares. El Centro de Arte Contemporáneo siempre cuenta con una muestra itinerante y con una exposición permanente de obras que pertenecen a esta institución, de forma que estos estudiantes no sólo pueden analizar las pinturas y fotografías del artista que en ese momento ocupe las salas principales, sino también las de otros que han pasado por esta entidad. El Centro pertenece al plan de competitividad de Melilla La Vieja que ha emprendido el Patronato de Turismo.