La directora territorial del Imserso, Francisca Coll, recoge hoy en Madrid el ‘Galardón de Calidad’ de la entidad por la puesta en marcha de esta iniciativa en el Centro de Día de la ciudad.
Mantener activa la mente, no perder movilidad en las extremidades y desarrollar habilidades sociales son tres de los aspectos que se trabajan en el Taller de Terapia Integral que se realiza en el Centro de Día de Melilla. Se trata de un programa nuevo, desarrollado por el Imserso, donde se trabaja con las personas mayores a nivel físico, psicológico y social, y que recibe el nombre de ‘terapia integral’ porque el trabajo se realiza a nivel global. Un grupo de 18 personas son los participantes en esta iniciativa que hoy recibe el ‘Galardón de Calidad del Imserso’ en los Servicios Centrales de la entidad en Madrid, donde acudirá la directora territorial del Imserso en Melilla, Francisca Coll.
La estructura del taller engloba las actividades en dos partes. En primer lugar, un fisioterapeuta programa una serie de ejercicios físicos siguiendo las características de cada uno de los participantes y tiene una duración de unos 20 ó 30 minutos. Durante la segunda parte, es un terapeuta ocupacional quien programa diferentes actividades para trabajar la parte cognitiva y social del mayor, como por ejemplo ejercicios de relajación, puzzles, sopas de letras o juegos donde se deben recordar listado de objetos para ejercitar la memoria.
Calidad de vida
Este proyecto está basado sobre todo a nivel de fisioterapia y de terapia ocupacional y fue promovido a través del Imserso para su puesta en marcha en el Centro de Día hace un año.
El objetivo de este taller es dotar de mayor calidad de vida a las personas mayores. Tiene una duración de ocho meses, pero dependiendo de los objetivos específicos que se deban llevar a cabo según cada una de las personas que participa puede alargarse.
Los resultados del estudio posterior a la realización del taller demuestran que los mayores consiguen mejorar en un 79 por ciento la movilidad en sus articulaciones, 92 por ciento aumentó su círculo social y el 90 por ciento se siente mejor anímicamente. Una vez que finaliza este proyecto, los mayores son derivados a otros talleres según sus propias características y necesidades
Perfil del mayor
En este taller se trabaja con un número reducido de personas, en total 18, para que el terapeuta pueda conocer y tratar de forma concreta las necesidades de cada una de ellas.
En este sentido, desde el equipo que lleva a cabo esta iniciativa se busca un perfil heterogéneo, es decir, una persona mayor de 65 años que tiene problemas de movilidad, memoria y dificultad para realizar las actividades de la vida diaria provocado por el envejecimiento.
Otro de los aspectos que se destaca a la hora de llevar a cabo la terapia integral con estas personas es el contacto directo con la familia.
“Cuando una persona mayor tiene una dificultad cognitiva como por ejemplo la pérdida de memoria o un cambio en su conducta, las personas que está alrededor de ellas y viven diariamente y sufriendo con ellas son la familia”, explicó el terapeuta ocupacional y componente de la organización del taller, Emilio Ramos.
Para participar en este taller hay que ser socio del Centro de Día y se valora una entrevista personal que se hace tanto al interesado como a la familia.
Uno de los aspectos que se tienen en cuenta es que el mayor no acuda a otro taller, ya que en este caso suelen ser personas que están integradas. En este sentido, se actúa e incide en aquellas personas que tienen un círculo social más estrecho, que no salen de casa o que no quieren participar en otro tipo de acciones.
Además, está previsto un periodo de adaptación al taller, para que en el caso de que la persona o la familia no les guste puedan abandonar este proyecto.
El mayor no es un niño
“Las actividades que más valoran son aquellas que les permiten aprender cosas nuevas, como los debates o las charlas sobre prevención de caídas o formas de alimentación”, explica Ramos.
Al realizar este tipo de talleres donde se trabaja con una sopa de letras, puzzle o con actividades que son juegos, hay que tener especial cuidado con los mayores, ya que pueden percibirlas como actividades infantiles, tal y como explicó Ramos, aunque nunca se debe tratar a la persona mayor como si fuera un niño pequeño.
“Hay que dejarles claro que actividades como un parchís no sólo es un juego sino que permite trabajar la memoria y la atención y con un dominó el cálculo,así, la idea es dotar a la persona mayor con una serie de conocimientos con actividades que pueden ser cotidianas”, resumió Ramos.
Otra de las acciones que marcan este programa con un enfoque olístico es la puesta en marcha de actividades donde los mayores comparten espacio y tiempo con jóvenes y niños. De esta forma y a través de debates, juegos o conferencias, estas personas conocen un poco más sobre sus nietos y, en general, sobre los cambios que socialmente se producen en esta época. Así, se pretende una mejor comprensión entre las personas de generaciones diferentes.
También se les aconseja sobre alimentación saludable con el objetivo de complementar el Taller de Terapia Integral.
Talleres de prevención de caídas
Se trata de una serie de conferencias y demostraciones donde se informa al mayor para evitar caídas que pueden provocar fracturas. Cómo se pueden eliminar barreras arquitectónicas, como las alfombras, poner pasamanos en el domicilio, aumentar la luz de las estancias del hogar son algunas de las recomendaciones en las que se instruyen los mayores de Melilla en estas ponencias.
Por otro lado, el Imserso también organiza un taller para la prevención de la dependencia donde se trabajan con tres niveles de la persona: social, psicológico y físico. El objetivo es retrasar en el tiempo la dependencia de los mayores de otra persona, un aspecto de su vida que limita sus expectativas y que suele afectar en su autoestima al no poder desarrollar actividades diarias por ellos mismos.
Actividad diaria
Entre los resultados tras realizar el taller de terapia integral se destaca la mejora a la hora de realizar la vida cotidiana como el manejo del dinero o vestirse. El 97% de los participantes aseguran esta mejora.
Nivel psicológico
Un 81% de los mayores que finalizan el taller siente una mayor motivación para arreglarse. El 90% se siente mejor anímicamente y un 83% se siente más capacitado para manejar asuntos económicos.
Nivel físico
El 79% de los participantes muestran una mejora en a movilidad articular.
Redes sociales
El 92% de los mayores que realizaron el taller aseguran que han aumentado su círculo social.
Un 88% se siente más capacitado para hablar en público.
Calidad de vida
El conjunto de resultados expuestos tras finalizar el Taller de Terapia Integral concluye que este tipo de programas mejora la calidad de vida de los participantes
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