Melilla se verá perjudicada por ser frontera comercial, según una profesora de la UGR. El fin del periodo transitorio de reducciones arancelarias de los productos comerciales de la Unión Europea con destino a Marruecos tendrá un mayor impacto negativo en Melilla que en Ceuta, según la profesora de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Granada Carmen Morón. El desarme arancelario que entró en vigor el pasado jueves, después de la reducción de gravámenes a lo largo de la última década, a razón de un 10% anual, ha provocado una progresiva pérdida de competitividad en los productos de ambas ciudades autónomas. Sin embargo, las realidades de Melilla y Ceuta no son equiparables porque nuestra ciudad sí tiene una frontera comercial. En esta circunstancia se basa la afirmación de Carmen Morón. La profesora de la UGR señala que “la nueva situación desincentiva la introducción de mercancías desde Melilla en una magnitud mayor que desde Ceuta”. Y explica que “desde Ceuta, la mercancía paga IPSI (10%) y ‘mordida’ (no más del 10%). En cambio, desde Melilla se abonaría el IVA marroquí (20%) más los derechos arancelarios (en torno al 20%)”.
Morón recuerda que en “Marruecos existe un impuesto que, similar al IVA, grava la entrada de mercancías a un tipo muy superior al máximo del IPSI. Esto permitirá a Ceuta mantener los precios de los productos comercializados por debajo de los marroquíes”. Este hecho propicia que la pérdida de competitividad se vea paliada. “Al no existir una frontera comercial, lo que se introduce en Marruecos desde Ceuta se hace libre de impuestos marroquíes, pues constituye una especie de ‘contrabando’. El único ‘tributo’ que hay que pagar es la ‘mordida’. La mercancía que entra en Ceuta paga IPSI a la importación y si de ahí va a Marruecos, pagará también la ‘mordida’. Pero entre IPSI y ‘mordida’, el importe viene a ser equivalente al impuesto indirecto marroquí”.
El Acuerdo Euromediterráneo de Libre Comercio persigue el desarrollo económico de las dos orillas del Mediterráneo. La aplicación de este acuerdo rige la regla del transporte directo, esto es, el beneficio del desarme requiere que las mercancías sean transportadas directamente desde la Unión Aduanera hasta el país vecino, sin pasar por un tercer territorio. Al no formar parte de la Unión Europea, Ceuta y Melilla encuentran gravoso el desarme arancelario que el pasado jueves entró en vigor en su totalidad. Sin embargo, según la tesis de la profesora Carmen Morón, no va repercutir de la misma manera en ambas ciudades.