El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González, defendió ayer la instalación de las concertinas en los perímetros fronterizos de Melilla y Ceuta al considerar que no son “trampas”, sino que se trata de elementos de un carácter “disuasorio”.
González hizo referencia de esta manera a las críticas que ha provocado la instalación de estos elementos en Melilla, mientras que en el caso de Ceuta hace ya varios años que están instaladas las concertinas en los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre.
González considera que estas concertinas sirven para evitar los intentos de entrada de numerosos inmigrantes subsaharianos que se encuentran en Marruecos a la espera de pasar al territorio nacional.
El delegado del Gobierno explicó que este tipo de elementos no son tan peligrosos como las mafias que trafican con estas personas, ya que “el problema no son los inmigrantes, sino las mafias que los manejan y que les animan sin ningún escrúpulo porque a ellos les da igual”. González valoró la colaboración que Marruecos está prestando en los últimos meses para combatir este tráfico ilegal de personas.
De esta forma, el delegado del Gobierno en Ceuta se suma a las declaraciones del responsable de esta institución en la Ciudad, Abdelmalik El Barkani, que también insiste en que la concertina es un elemento “disuasorio”.