El decano de la Facultad de Ciencias Sociales de Melilla: “En la Universidad ha habido una revolución investigadora tremenda”

Juan Antonio Marmolejo Martín, doctor en Ciencias Matemáticas, es decano de la Facultad de Ciencias Sociales del Campus de la UGR en Melilla llevando la batuta de esta institución desde 2016.

–¿Ha cambiado el perfil de los profesores en el sentido de que ahora vienen del mundo laboral en lugar del académico?

–Quizás el cambio es que vienen con un perfil investigador. En la universidad ha habido una revolución en muy pocos años de un perfil más docente y académico, como decía, pero ha habido una revolución investigadora tremenda, en concreto, en la UGR. Hoy el día el perfil del profesor novel es más investigador que académico. Igual que el profesorado que se inició era más académico que investigador. El perfil del gestor también se está perdiendo por este boom de la investigación. ¿Por qué? El profesor novel quiere investigar para acreditarse y conseguir una titularidad y deja de lado la administración. La docencia no se deja de lado, pero antes se invertía más tiempo y recurso en esta parte porque no se conocía la universidad de la misma forma que ahora. Esto lo ha dado el paso de los años.

–¿Una de las dificultades que tienen es encontrar profesores para impartir las materias en Melilla?

–Nosotros hasta ahora no hemos tenido ese problema. Aunque sí me consta que en otros centros se han quedado plazas sin cubrir. Afortunadamente, en nuestro caso, todas las plazas que han salido de profesor ayudante doctor, de profesorado sustituto interino, de profesor asociado se han cubierto. De hecho, ha salido hace poco una plaza de profesor sustituto y hemos contado con diez candidatos. No sólo hay demanda, sino que hay mucha demanda y eso es bueno, porque implica que el profesor que viene trae un nivel alto y considerable. De hecho, en los dos últimos años hemos tenido seis premios extraordinarios de doctorado en este centro. Hemos sido el centro de toda la UGR que en porcentaje ha tenido los mejores resultados.

–¿Cuál es el perfil del alumnado? ¿Es difícil crear nuevos grados o cursos de postgrado por falta de alumnos?

–El problema nunca ha sido el estudiantado. El problema fue la Junta de Andalucía. Hemos tenido problemas tremendos porque la Junta de Andalucía no nos permitía, por motivos que son lícitos y que respeto de temas presupuestarios entre el Gobierno central y el de la Junta. Hubo conflicto importante conocido por todo el mundo este último año. Y eso no nos ha permitido crecer. Encima de la mesa había nuevas titulaciones atractivas, que consideramos que no sólo atraerían a más estudiantes de Melilla, sino a estudiantado de Granada, Sevilla, Málaga o Almería. Estas titulaciones que tenemos en mente no se ofertan en estos sitios y podríamos atraer a estudiantes como pasa con ADE y Derecho o con Primaria y Deporte. Es decir, tenemos en Melilla más de 700 estudiantes andaluces y no es ninguna tontería. Es fruto de que se traigan titulaciones atractivas. El problema no es la falta de estudiantes, sino que hay dos factores que influyen en que no haya nuevas titulaciones: la falta de infraestructuras y el problema que ha habido entre administraciones.

–¿Cómo han vivido esta ‘guerra’ administrativa?

–De una manera muy desagradable. Para nosotros ha sido una sorpresa mala y lo hemos llevado mal en el sentido de que ha sido una decepción absoluta que se priorice el tema económico al académico. Eso no lo hemos entendido nunca y se entiende menos en una ciudad como Melilla, que tiene poca oferta universitaria presencial y que hay muchas familias melillenses que no se pueden permitir que sus hijos vayan a estudiar fuera de la ciudad. Entonces, que se haya antepuesto un tema económico a un tema social o académico nunca lo hemos entendido. Lo hemos denunciado en todos medios de comunicación, también en los Consejo de Gobierno de la UGR. Hemos contado con el apoyo de la Delegación del Consejo de Gobierno de la UGR e incluso se envió un escrito firmado por todos los decanos y directores en señal de protesta de la Conferencia de Decanos de Economía y de Humanidades porque Ceuta tuvo el mismo problema. No lo entendemos nunca y lo denunciaremos siempre.

–¿Cree que a partir de ahora irán mejor las cosas tras el cambio en la Junta de Andalucía?

–Hemos tenido la enorme suerte para esta ciudad de que la nueva directora de Universidades de la Junta es Inmaculada Ramos. ¿Por qué lo digo? Porque estudió en Melilla. Fue compañera mía de instituto. Conoce la ciudad perfectamente y yo creo, y es una esperanza que comparto con toda la comunidad universitaria de Melilla, que los ojos con los que va a mirar la ciudad van a ser distintos. ¿Por qué? Pues porque la conoce, ha estudiado aquí. Luego estudió en Granada su carrera. Pero tiene un cariño tremendo a Melilla. Viene cada vez que puede. Conoce la ciudad y yo creo que eso va a suponer un antes y un después en la relación universitaria entre la Junta y la universidad. No por nada, sino porque es una mujer que conoce los problemas que tiene la ciudad y eso ayuda mucho. La diferencia es que la de ahora ha vivido en Melilla y es un plus que tenemos ahora que no había antes. Pero ha sido cosa del azar. También es una persona tremendamente preparada. El IES Leopoldo Queipo la recordará porque estudió allí.

–En estos años como decano, ¿dónde ha encontrado más dificultades para avanzar en el cremiento de la facultad?

–Lo más difícil fue la doble titulación de ADE con Derecho. Iba a entrar y de buenas a primeras tuvo un informe negativo de la Agencia Andaluza de Universidad. Eso ocurrió en mi primer mandato y fue un revés muy importante. Al año siguiente entró. El conflicto más importante que tenemos es el de siempre: la falta de infraestructuras. Ya no tenemos despachos para profesores y si queremos seguir creciendo en materia universitaria, sigue siendo difícil por la falta de espacio. También hemos tenido dificultades tras seis años de intento y será realidad el próximo curso de tener un Máster de Dirección de Empresas y Dirección de recursos en entornos internacionales. Eso también provocado por problemas entre administraciones. Pero es un máster muy importante porque es para un estudiante que entre hacer el grado en ADE o Derecho, puede continuar su formación de post grado por este máster o el de abogacía y puede iniciar sus estudios de doctorado. Ése es el gran reto que he tenido desde que me presenté a decano hace seis años. Que un estudiante que entre en la facultad termine aquí, se doctore aquí y mi mayor ilusión es que termine siendo profesor de esta facultad. Si un estudiante que se forme aquí termine en la plantilla de profesores del centro. Ésa es mi gran ilusión. Ya tenemos una profesora que fue alumna mía. Pero tiene un contrato de profesor sustituto y mi idea es que se logre su doctorado y logre formar parte de la plantilla definitiva.

–¿Cuáles son los retos que tiene la facultad?

–El reto es el de siempre: aumentar en infraestructuras. Luego sería contar con una residencia de profesores y estudiantes universitarios. Eso es muy importante si esta ciudad quiere convertirse en ciudad universitaria. Es vital tener esta residencia. Y el tercer reto es crecer en titulaciones. Esos son los principales, con independencia de asentar los estudios que hay. Aunque ya está casi hecho porque este año hemos tenido lista de espera en ADE con Derecho. Eso significa que el título está asentado y que ha sido un acierto. Esperemos que los nuevos títulos que lleguen también tengan esa demanda.

–¿Qué títulos están sobre la mesa?

–Hay varios. Tenemos un grueso de titulaciones tecnológicas que son cuatro y el deseo es que al menos una de ellas sea realidad. También está el reto histórico de Marketing con Turismo, que es una titulación que le puede venir muy bien a la ciudad y también al norte de Marruecos con el auge turístico que está teniendo esta zona. Y otra vía es Publicidad y Relaciones Públicas, bien con Marketing o con Turismo. Esas son las titulaciones que estamos analizando y creemos que tienen una cabida perfecta en nuestra facultad porque nuestro perfil es económico y empresarial. Pero lo mejor de todo es que son titulaciones que no se ofertan en nuestro entorno más cercano, con lo cual pueden atraer a estudiantado de la península, que es otro reto, no sólo de la UGR, sino de Melilla: que poco a poco sea una ciudad universitaria y ojalá lo veamos algún día.

–Es un gran reto para Melilla.

–Pero para es también tiene que implicarse y en este sentido no lo está haciendo el sector empresarial de la ciudad. No puede ser que no haya una oferta universitaria a nivel de ocio y de menús, por ejemplo. Eso en Melilla no ocurre. En ocio, Festejos ha pinchado y tiene mucho que decir a nivel de ofrecer a los estudiantes universitarios actividades. Son muchos años en los que no se mueve ficha para ese colectivo. Tampoco lo veo a nivel empresarial. El sector empresarial local se tiene que poner las pilas y darse cuenta de que tiene 2.000 estudiantes en Melilla a los que no les está ofreciendo absolutamente nada. El sector empresarial de Melilla se tiene que poner las pilas y dinamizar. Tiene que haber ocio para los universitarios porque si no el estudiante se va el jueves a su casa y vuelve el domingo. Y se pierde a 2.000 estudiantes que en un fin de semana le pueden dar mucha vida al centro. Y eso puede ser un antes y un después en la ciudad. Pero esto se tiene que implicar mucho más el sector empresarial.

–Aunque no es un colectivo con mucho poder adquisitivo, al final si se quedan en Melilla, consume en la ciudad.

–Si ofreces al universitario unos menús en condiciones, le das una oferta por tener el carné y entramos en una dinámica, el universitario se queda y no sólo eso, sino que atrae a su familia. El que viene de la península consume aquí y también entramos en una dinámica que puede ser muy interesante por la ciudad. Pero eso hoy por hoy el sector privado empresarial no lo está haciendo y se está equivocando.