El traslado del conjunto escultórico que anteriormente estaba en la plaza Comandante Benítez es ya una realidad, por lo que tan sólo resta instalar la iluminación de la zona.
La rotonda de Cuatro Caminos, situada en la intersección de la calle Carlos de Arellano y la avenida de los Reyes Católicos, estará completamente lista para su uso la semana que viene, tal y como estaba previsto en el pliego de condiciones del proyecto. Durante toda la jornada de ayer se sucedieron las labores para situar en el centro de la rotonda el monumento obra del melillense Carlos Baeza, que anteriormente coronaba la plaza Comandante Benítez, por lo que tan sólo queda instalar los nuevos efectos de luz con los que contará para inaugurar la obra.
Así lo señaló ayer en declaraciones a ‘Onda Cero’ el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, al tiempo que matizó que considera que la nueva ubicación del conjunto escultórico lo dota de mejor perspectiva y optimiza el aspecto de Cuatro Caminos.
La intención de la rotonda, la única elíptica que de momento hay en la ciudad, es regular el intenso tráfico rodado de la zona, ya que se trata de un cruce por el que transitan gran número de vehículos. Así, además de trasladar el monumento, se ha mejorado el pavimento y el acerado, se ha cambiado de ubicación el paso de peatones y se han acortado las esquinas.
Ya sólo resta instalar los 24 proyectores interiores de la rotonda, que cambiarán de color cada cierto tiempo, así como otros seis en el borde exterior.
Las obras se han extendido durante cuatro meses, y su coste asciende a unos 328.395 euros, lo s cuales han sido aportado en un 65 por ciento por la UE y en un 35 por el Gobierno melillense.
Molestias necesarias
Al hilo de su intervención ante los micrófonos de Onda Cero, el presidente autonómico recordó que pese a que las obras que está desarrollando el Gobierno local puedan ocasionar molestias a los melillenses, éstas servirán para mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, ya que no sólo se está reformando el pavimento con vistas a mejorar la fluidez del tráfico, sino que hay otras tareas “cuyos resultados no se perciben”, como es el caso de la renovación de la red secundaria de agua y la potabilización de la misma.
Por otro lado, recordó que con las cifras del paro que azotan Melilla, “cada vez que hay una zanja abierta es que hay personas trabajando”.
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