El concierto de Yoio Cuesta y su banda clausura las Jornadas de Jazz de la UNED

La animación de los años 50 fue el tema escogido para la última conferencia, impartida por Juan Ramón Carneros.

El punto y final a las Jornadas de Jazz de la UNED lo puso la cantante Yoio Cuesta y su banda. Acompaña del pianista Moisés Sánchez, que en la noche del jueves protagonizó este mismo escenario, y de dos instrumentos muy especiales, una viola y un violín, esta cantante encandiló con su bella voz al abarrotado salón de actos de la UNED. Lleno hasta la bandera, los toques especiales que le dieron las notas de estos dos instrumentos de cuerda al concierto fueron un broche de oro perfecto para despedir estas jornadas hasta el mes de febrero del próximo año. Antes de que este grupo saliera a escena, el coordinador de actividades culturales de la UNED, Ángel Castro, y el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, entregaron el premio Aula 10 a la mejor actuación solista de las jornadas del pasado año. El galardonado fue el pianista y compositor, recientemente fallecido, Juan Carlos Calderón. Castro indicó que el concierto que ofreció este pianista en Melilla fue el último de su carrera. En nombre de su familia, recogió el premio Juan Claudio Cifuentes, periodista y experto en jazz, que desde hace unos años es el encargado de presentar a los músicos que actúan en la UNED. Cifuentes aseguró al público que era un honor entregar este premio a la familia y que si alguien merecía este galardón era Calderón por sus numerosos años dedicado a la composición e interpretación del jazz. Castro también agradeció al público melillense su apoyo un año más llenando el salón de actos y les aseguró que sin su presencia no se podría seguir organizando este espacio dedicado en exclusiva a este estilo de música. Cifuentes presentó a la banda de Yoio Cuesta como una vuelta al pasado, es decir, a la música que se hacía en los años 50 al otro lado del Atlántico y que contó con un gran número de compositores y músicos de swing. En aquellos años se llevaban las ‘big band’ que contaban con cantantes bellas a las que llamaban ‘canarias’, según indicó Cifuentes, que apuntó que por aquel entonces el mundo de jazz era algo machista. De la banda de Yoio Cuesta destacó su originalidad y su apuesta por las grandes canciones de los 50, esas que “son eternas”. Por otro lado, también finalizó ayer el ciclo de conferencias sobre jazz. El último en ofrecer una charla fue Juan Ramón Carneros, que habló sobre ‘La UPA: Jazz y animación en la América de los 50’. Carneros explicó a El Faro que en esos años un grupo de dibujantes de la Disney se fue de esta compañía para hacer otro tipo de animación menos vinculada a la infancia. Estos animadores consiguieron sobrevivir gracias a los anuncios de televisión, que llegaron a ser muy populares y al apoyo de otras compañías de cine, pues todas estas grandes empresas acabaron por crear un departamento de animación. El jazz fue protagonista de muchos cortos de animación de esta época, tanto porque se dibujaba a los músicos como porque las bandas sonoras eran de este estilo musical.