EL Comercio, uno de los principales sectores económicos de nuestra ciudad, tiene que reactivarse. Debemos conseguirlo entre todos (empresarios, consumidores y Administración), pero siendo conscientes de que los tiempos de pujanza de hace años difícilmente volverán. Para alcanzar ese objetivo, en primer lugar es necesario reducir inmediatamente al mínimo posible la cuantía del valor de los productos que los viajeros pueden comprar en la península y traer a Melilla libres de impuestos. Esa competencia ‘desleal’ con una crisis como la actual es un problema gravisimo.
Además, el Gobierno local debe continuar con iniciativas como la desarrollada ayer. Al margen del efecto en las ventas, Melilla Mobile Zone puede considerarse como un éxito porque sirvió para devolver parte de la vitalidad perdida en los comercios. Ayer las calles de nuestra ciudad recuperaron algo del dinamismo característico de otras épocas. Este hecho en sí mismo ya puede ser considerado como un éxito previo al objetivo de reactivar el sector, para lo que es un elemento imprescindible la recuperación económica. Con la crisis entre nosotros, los resultados difícilmente podrán ser inmediatos.
Y finalmente, el propio sector del comercio tiene que poner de su parte. Debe abandonar su actitud de brazos caídos y dar un paso al frente para saber aprovechar las oportunidades que suponen, por ejemplo, la llegada de los cruceristas, campañas como la desarrollada ayer, proyectos como la peatonalización de algunas calles del centro... Y saber unirse para plantear y llevar a cabo proyectos de manera conjunta que en otros puntos del país han demostrado cierto éxito, como los centros comerciales abierto, que aune el esfuerzo de cada empresario para beneficiar a todos los negocios.
El futuro de Melilla pasa por recuperar este sector económico, que tanta importancia tuvo en nuestro pasado.