El hospital Comarcal de Melilla ha registrado en estos seis primeros meses del año un total de 136 desplazamientos de enfermos en vuelos sanitarios. Este servicio trabaja 24 horas los 365 días del año para garantizar que aquellas patologías que no se puedan tratar en la ciudad sean atendidas lo antes posible en el hospital de referencia, que en la mayoría de los casos es Málaga.
Del total de desplazamientos, 105 se han efectuado en vuelos sanitarios convencionales y 31 con servicio de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El coste de estos transportes hasta el mes de julio era de 326.889 euros, siendo el precio del desplazamiento medio de 2.404 euros. No obstante se debe tener en cuenta que algunos de estos viajes son de retorno, aunque son un número muy pequeño.
Desplazamientos
Con los vuelos sanitarios se pretende actuar sobre una patología aguda que no se puede atender en el Comarcal, tal y como indicó el director del departamento de Admisión, Paco Espinola. Así, el servicio de avión medicalizado se utiliza cuando son pacientes con patologías urgentes que desborda la demanda asistencial del hospital, es decir, que no está en la cartera de servicios el procedimiento que esta persona necesita, esto es, una operación que no se puede realizar, una prueba o un tratamiento muy específico, terapéutico o diagnóstico que no se puede hacer en Melilla.
En determinadas situaciones los pacientes se derivan a otros hospitales, un protocolo que está recogido por el Sistema Nacional de Salud, como por ejemplo, la unidad de quemados de referencia de toda Andalucía es Sevilla.
Este servicio de avión sanitario se realiza a través de una empresa especializada con la que el Ingesa tiene firmado un convenio de un plazo de cinco años prorrogable otros dos, y que contempla que el avión debe proporcionar el equipo médico compuesto por enfermería y facultativos que recogerían a los pacientes en Melilla para efectuar su traslado. Esta empresa factura los servicios según las millas recorridas en los desplazamientos.
Dos tipos de vuelos
Hay dos tipos de traslado recogidos en este convenio, uno en avión medicalizado convencional y otro con servicio de UCI. El primer tipo de transporte se utiliza cuando son pacientes que necesitan unos cuidados médicos y debido a su patología se viaja con médico y enfermera por si necesitara su atención. En este tipo de vuelos médicos se suele permitir el acompañamiento de una persona.
Por otro lado, el avión medicalizado UCI se utilizan en pacientes cuya patología es lo suficientemente grave que necesita cuidados intensivos. Estos son de urgencia extrema y cuyo dispositivo debe montarse muy rápido. La mayor parte de los pacientes que precisan este servicio salen UCI de Melilla o de la unidad de neonatos y no pueden viajar con familiares.
Protocolo de actuación
“Es un proceso complejo que se compone de una serie de engranajes”, indicó Espinola.
Una vez se identifica la necesidad de trasladar a la paciente por parte del facultativo porque supera la cartera de servicios del hospital, se pone en práctica todo un procedimiento administrativo que está perfectamente descrito que se concreta en una serie de pasos, tal y como informó el director del departamento de Admisión.
El protocolo comienza con un documento que llega al servicio de admisión a la vez que el médico se pone en contacto con los facultativos del hospital donde se va recibir al paciente. Normalmente se ponen en contacto con los especialistas oportunos y en el momento en que ellos acuerdan el traslado se pone en marcha todo el proceso administrativo.
Son necesarios documentos, como la decisión de evacuación del médico, una hoja de traslado o un informe clínico. A la vez que los médicos informan a la familia sobre este procedimiento, el servicio de admisión manda un fax al hospital receptor para que vayan realizando la documentación precisa y así se asegure la atención necesaria al paciente que se desplaza.
Cuando ya se ha aceptado el traslado se llama a la empresa quien indica el tiempo que van a tardar en llegar a por el paciente.
Una vez que el avión llega a Melilla se avisa a la ambulancia que recoge al equipo médico que se traslada para recoger al enfermo en el Comarcal, así cuando llegan al aeropuerto de destino se vuelve a repetir el proceso.
Desde que se genera la alarma hasta que llega el equipo médico puede tardar unas dos horas si se trata de un servicio médico de urgencia, pero depende de si el equipo médico y los pilotos están preparados, tal y como indicó Espinola.
Desplazamientos planificados
En otro casos se sabe con antelación que se va realizar el traslado del paciente y se planifica a una hora determinada. Éste es el caso, por ejemplo, de un paciente que ha salido de la fase aguda de un infarto y necesita hacerse un cateterismo. Además, alguna vez se ha realizado con pacientes que están en cama sin posibilidades de moverse y necesitaban una prueba específica y por lo que se programó un dispositivo de ida y vuelta, aunque no es habitual, ya que si el paciente está Melilla con proceso crónico es porque se puede asumir su competencia.
2009
Las evacuaciones en vuelos sanitarios convencionales fueron de 184 y en UCI un total de 66. El coste para el Ingesa de este servicio fue de 578.940 euros, siendo la media por desplazamiento de 2.316 euros.
2008
Los vuelos sanitarios convencionales fueron 200 mientras que los traslados con servicio de UCI fueron de 46. El coste total en este año fue de 600.280 euros, siendo la media de cada evacuación de 2.440 euros.
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