Los melillenses han perdido los dos encuentros que han disputado en el Polideportivo Anaitasuna, ambos la pasada temporada, aunque lo peor no fueron las derrotas, sino la lesión de Marcos Suka.
El Club Melilla Baloncesto viaja a Pamplona hoy con el objetivo de conquistar un estadio que se le resiste. Anaitasuna es el único campo de la Adecco Oro, si exceptuamos el del recién ascendido Knet&Éniac, donde el conjunto de la ciudad autónoma aún no sabe lo que es ganar.
El Melilla Baloncesto afronta mañana una nueva prueba de fuego en el Polideportivo Anaitasuna, campo de juego del Grupo Iruña Navarra, y uno de los pocas canchas donde hasta la fecha no ha ganado.
De los 18 equipos, incluido el Melilla Baloncesto, que conforman esta Adecco Oro 2011/12, los melillenses saben lo que es ganar a domicilio en 15 de esas canchas. Tan solo el Palacio de los deportes de La Rioja, escenario de juego del Knet&Éniac, y el Polideportivo Anaitasuna de Pamplona son los territorios en donde el decano de la liga aún no ha puesto su pica, si bien es cierto, que Melilla Baloncesto nunca ha jugado en Logroño por lo que tendrá su primera oportunidad esta temporada a finales del mes de abril.
Caso distinto es el campo de juego pamplonés. Hasta el día hoy, el conjunto melillense ha disputado dos partidos en Anaitasuna, todos ellos pertenecientes a la temporada pasada - 2010/2011, con un balance desolador, dos derrotas.
La primera llegó en pretemporada. Los melillenses cerraban su gira peninsular con una derrota en Pamplona por 75-69. Partido al que los melillenses no llegaron en las mejores condiciones anímicas, ya que pocas horas antes del comienzo del encuentro, se confirmaba que el pívot Bud Eley decía adiós a la temporada al romperse el tendón de Aquiles el día anterior.
La otra visita a tierras navarras tampoco traería buenas noticias para la escuadra melillense. Si tan solo un par de horas antes del comienzo del encuentro como un jarro de agua fría caía sobre el equipo tras saber que FIBA Europa inhabilitaba a Curtis Withers durante 12 meses por duplicidad de contrato, cosa que meses más tarde se demostraría que no era cierto, nada más comenzar el encuentro el equipo recibía otro mazazo con la lesión de Marcos Suka, se perdía lo que restaba de temporada al romperse el ligamento cruzado de su rodilla izquierda.
Mañana por tanto, esa racha negativa puede tener un nuevo capítulo o, por el contrario, su punto y final, consiguiendo por primera vez la victoria en un campo maldito.