Hace 9 años el centro llegó a acoger a 1.700 personas. La “sobreocupación es extrema”. El Ejército monta 10 tiendas de campaña en la explanada del centro: Dentro ya no caben. La Comandancia Militar de Melilla habilita 753 camas. De ellas, ayer puso 402.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla vive el peor momento de su historia. Ayer daba cobijo a 1.900 personas, una cifra que supera con creces las 1.700 registradas durante la crisis de las vallas del año 2005. Éste es el dato (1.900) que manejan los trabajadores del centro, aunque el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, lo rebajó hasta 1.800. A estas alturas, cien inmigrantes arriba, cien abajo, no cambian la magnitud de la situación de “sobreocupación extrema” (en palabras de trabajadores del centro) que vive el CETI tras recibir ayer a los 500 subsaharianos que saltaron la valla por el Río Nano.
Ante una saturación sin precedentes, la Comandancia Militar de Melilla (Comgemel) volvió a colaborar con el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de la ciudad, que ayer cuadruplicaba su capacidad. No hay que olvidar que el CETI está pensado para alojar a un máximo de 480 inmigrantes y para suministrar comidas a 671.
Ante el estado de emergencia que vive el centro, el Ejército volvió a montar ayer las diez tiendas de campaña retiradas el mes pasado. Esta vez lo ha hecho en la explanada exterior del CETI. Dentro de las instalaciones de la Carretera de Farhana no caben porque ya se han instalado en el interior del centro otras 17 tiendas cedidas por Cruz Roja.
Medio centenar de soldados trabajaba ayer al mediodía en las labores de montaje de las tiendas de campaña, ante la atenta mirada de inmigrantes subsaharianos, familias de magrebíes que disfrutaban del buen tiempo sentadas en grupo y los flashes de las cámaras de foto de los periodistas.
Salidas de emergencia
Trabajadores del centro han informado a El Faro de que desde Madrid intentarán agilizar las salidas de inmigrantes hacia la península. “Estamos desbordados. Recibimos apoyo sanitario y logístico y nos preparamos para doblar turnos en el comedor. La sobreocupación es extrema”, dijeron.
El delegado del Gobierno, por su parte, confirmó ayer que ha dado instrucciones para que se haga un esfuerzo por reforzar los efectivos sanitarios dentro del CETI, de manera que el mayor número posible de inmigrantes tenga hechos todos los controles pertinentes para poder ser trasladado a Madrid.
El Barkani también ha pedido que se agilicen los protocolos de identificación de la Policía, para que los inmigrantes recién llegados puedan ser traslados cuanto antes a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) y de acogida de ONGs de la península. Una vez allí, se procederá a su expulsión de España, en caso de que sea posible.
Lo que se intenta, comentó el delegado, es que “dadas las circunstancias de enorme presión, poder dejar sitio en el CETI, en la medida de lo posible, por si se vuelve a repetir un salto similar”.
Además de las 10 tiendas de campaña montadas ayer en el exterior del CETI, el Ejército también ha cedido al centro 466 bandejas de comida y 402 literas simples. En total, el CETI cuenta actualmente con 753 camas donadas por la Comandancia Militar.
Catorce vigilantes por turno y dos guardias civiles
La empresa Serramar, adjudicataria del servicio de vigilancia del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, decidió ayer hacer frente a la sobreocupación del CETI (aloja a 1.900 personas aunque su capacidad es para 480) doblando los turnos de sus vigilantes. Lo normal es que haya siete trabajadores por turno y desde ayer había catorce hasta que baje el nivel de ocupación. Así lo confirmó a El Faro el responsable de la empresa en la ciudad. Además de los 14 vigilantes de Serramar, habrá dos guardias civiles custodiando el centro.
Cruz Roja monta dentro del CETI un hospital de campaña para urgencias
La situación es grave y Cruz Roja reaccionó ayer a la gravedad montando seis nuevas tiendas de campaña dentro del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en cuanto tuvo noticia de que otros 500 inmigrantes subsaharianos habían saltado la valla.
Inmediatamente la organización no gubernamental habilitó en el interior de las instalaciones de la Carretera de Farhana un hospital de campaña con capacidad para atender a ocho heridos a la vez. En él se hacen curas y se dan los primeros auxilios a los heridos leves.
La ONG también envió dos ambulancias que se encargaron de trasladar a 29 heridos (todos hombres) a las dependencias de Urgencias que están en la avenida Álvaro de Bazán y al Hospital Comarcal.
Cruz Roja atendió además a medio centenar de subsaharianos en la enfermería del Centro de Estancia Temporal de Melilla. La mayoría presentaba contusiones, cortes y roturas provocadas al saltar la doble alambrada, según informó ayer a El Faro Enrique Roldán, responsable de voluntariado.
Desde que el mes pasado arreciaron los asaltos a la valla de Melilla con avalanchas cada vez más numerosas, la ONG trasladó al CETI todo el material de emergencia que tenía en la ciudad.
A las seis nuevas tiendas montadas ayer por la mañana, se suman las otras once que ya habían instalado en el centro el mes pasado. En total, la organización cuenta con 17 tiendas en el CETI. En cada una de ellas caben veinte personas.
En los trabajos de logística y enfermería trabajan desde ayer 20 voluntarios de Cruz Roja que se han encargado de repartir 200 kits de ropa, 200 mantas y otros 200 kits de higiene personal.
Según explicó Roldán, ya se han puesto en contacto con la oficina central de Cruz Roja para que les ayude a reponer todo ese material de emergencia, sobre todo ropa y curas, de manera que la organización en Melilla pueda hacer frente a futuras contingencias que pudieran presentarse en caso de que se produzcan más avalanchas.
Casi igual que en 2005
Enrique Roldán comentó ayer a El Faro que hasta ahora no había tenido la sensación de que Melilla estuviera atravesando por una situación de emergencia como la que vivió la ciudad durante la crisis de las vallas del año 2005.
Sin embargo, el salto de ayer, protagonizado por 500 inmigrantes subsaharianos, ha sido la puntilla. “Hay mucha similitud con lo que pasó hace nueve años. Se parece bastante. La única diferencia radica en que en el año 2005 las heridas de los inmigrantes eran peores y los saltos a la valla eran más seguidos”, comentó Roldán a El Faro.