El CETI readmite a las dos madres que malvivían con sus hijos frente al centro

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla ha readmitido a las dos madres marroquíes que malvivían con sus hijos sirios en una tienda de campaña a las afueras de las instalaciones de la carretera de Hidum.

No les dejaban permanecer en el CETI por haber nacido en Marruecos, tal y como denunció El Faro en sus ediciones del domingo y del lunes pasado.
Ayer, Amnistía Internacional confirmó que el director del Centro de Estancia Temporal, Carlos Montero, se había puesto en contacto con la organización que el sábado pasado denunció el caso en Twitter. En la conversación, Montero confirmó a la ONG que readmitiría a las dos madres en el CETI.

Sin derecho a asilo
Ambas mujeres fueron expulsadas con tres niños del centro una vez que les denegaron la admisión a trámite de sus respectivas solicitudes de asilo.
Aunque Amnistía Internacional aplaudió la decisión del CETI de readmitir a las dos madres con sus hijos, la ONG aprovechó para recordar al Gobierno de España que la decisión de echarlos del centro “no tuvo en cuenta el interés superior de los menores y violó normas de Derecho Internacional como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención de Derechos del Niño”.
Además, la organización lamentó que las dos madres marroquíes tuvieran que pasar dos meses compartiendo con tres niños una tienda de campaña frente al CETI, “sin agua, sin comida y a la intemperie en pleno invierno”.
La ONG reprocha además al Gobierno español que haya expulsado a las dos mujeres con sus hijos del CETI “sin alternativa habitacional, lo que viola el Derecho Internacional”, insisten en un comunicado en su página web.

Bendita visita
El pasado sábado, un equipo de Amnistía Internacional visitó el centro para recabar información sobre la situación de los solicitantes de asilo en Melilla.
Frente a las instalaciones donde se alojan los inmigrantes que llegan a la ciudad, en la Carretera de Hidum, la ONG encontró a Fatima Gascoi y a Latifa Batach, ambas marroquíes, casadas con sirios. Las dos estaban viviendo con sus hijos en una pequeña tienda de campaña frente al CETI.
Fatima Gascoi es marroquí y viuda de un ciudadano sirio. Ella salió huyendo de Siria junto a su hijo nacido en Alepo en 2005. Como publicó este periódico, el niño tiene nacionalidad y pasaporte sirio. Ambos dejaron el país en 2012 y tras un largo viaje llegaron a Melilla, donde pidieron asilo. Estuvieron viviendo 16 días en el CETI hasta que les denegaron la solicitud de asilo “en contra del criterio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas”, según Amnistía Internacional.
Aunque Fatima recurrió la denegación de su petición de protección internacional, los vigilantes del CETI la expulsaron a ella y a su hijo del centro, “dejándolos en una situación de extrema vulnerabilidad”, añade la ONG.
La otra mujer que compartía tienda de campaña con ella, Latifa Batach, también es marroquí y tiene una niña de 11 años y un niño de ocho, ambos de nacionalidad siria. Ella llegó sola al CETI a primeros de noviembre y la acogieron. Luego llegó su marido con una segunda esposa (siria) y a Latifa le denegaron la protección internacional y la expulsaron del CETI con sus dos hijos, tal y como recogió este periódico en su edición del pasado lunes.

Preocupación de Amnistía
Virginia Álvarez, la representante de Amnistía Internacional que denunció el sábado en Twitter la situación de las dos madres marroquíes malviviendo con sus hijos a las afueras del CETI, manifestó ayer su “preocupación” por el hecho de que el Gobierno español les haya denegado la solicitud de asilo, basándose en la nacionalidad de las dos madres y obviando la nacionalidad siria de los niños.
“Para Amnistía Internacional se ha dado un trato discriminatorio a estas mujeres, madres de menores sirios, que llegan a España sin la compañía de sus esposos.  En el centro, como ha podido constatar la organización, existen otros casos de matrimonios mixtos a los que se les ha denegado la solicitud de asilo y sin embargo permanecen acogidos”. Por eso la ONG ha pedido a la Secretaría de Estado de Inmigración y Migraciones que tome medidas para evitar que vuelva a ocurrir.