La rotura por la noche de un manguito de un lavabo provocó ‘el caos’ y obligó a suspender la asistencia en el centro Las urgencias fueron derivadas al centro de salud de General Polavieja
La rotura el lunes por la noche de un manguito de un lavabo en los servicios de la primera planta del centro de salud de la zona centro de Melilla causó una inundación del edificio que obligó a cerrar el ambulatorio. El Ingesa suspendió el funcionamiento del centro ya que el agua anegó servicios claves para el funcionamiento de la atención sanitaria. No fue hasta las 15:00 horas cuando volvió a abrir sus puertas, informó el Ingesa a través de un comunicado. Así, el centro de salud recuperará esta mañana la normalidad en la atención a los pacientes.
La incidencia obligó a derivar las urgencias al centro de salud de la calle General Polavieja. El Ingesa aseguró que el ambulatorio de la zona este fue reforzado con médicos y personal de enfermería para atender a los casos de enfermos que llegaran del centro de salud de la zona centro.
Zonas afectadas
Al parecer, la rotura del manguito se produjo durante la noche y el agua no paró de salir de las tuberías durante horas, acumulándose en diferentes partes de la primera planta, hasta el punto de filtrarse por dos zonas a la planta inferior. Las áreas más afectadas fueron Administración y el Centro de Transfusiones.
En cuanto a las bolsas de sangre almacenadas en este centro, no se vieron afectadas y su conservación “ha sido total”, destacó el Ingesa. No obstante, apuntó que, por precaución, la maquinaria no entrará en funcionamiento hasta que sea supervisada por la empresa que lleva su mantenimiento. “Esto último no impedirá que el procedimiento de extracción y almacenamiento de sangre se efectúe con normalidad, ya que las funciones de análisis se desarrollarán coyunturalmente en el Hospital Comarcal”, añadió el Instituto.
Por otro lado, explicó que no han visto prácticamente afectadas las consultas de Medicina de Familia ubicadas en la primera planta, ni tampoco la Unidad de Matronas, así como la Unidad Dental que se encuentra en la segunda planta.
Un día ‘caótico’
Ayer, en lugar de atender a los pacientes en la consulta, los enfermeros y médicos del centro de salud de la zona centro se situaron en las escaleras de la entrada del ambulatorio para explicar a los ciudadanos que llegaban que el edificio estaba cerrado. Los sanitarios estuvieron toda la mañana en la puerta para atender la demanda de información de los pacientes. Además, el Ingesa puso a disposición de los melillenses dos teléfonos, el 951 320 250 y el 951 320 239, por si tenían dudas sobre qué pasaría con su cita médica.
Desde primera hora de la mañana, el personal procedió a la evacuación del agua acumulada y al secado de todas las dependencias con el objetivo de recuperar cuanto antes la normalidad en el ambulatorio. Una trabajadora del centro aseveró a El Faro que en algunas zonas el agua llegaba hasta los tobillos.
El Ingesa informó de que a final de la mañana se comprobó que funcionaba el sistema informático para la emisión de citas de consulta, así como el tendido eléctrico del centro. Por ello, prevé que el ambulatorio abra hoy sus puertas sin mayores problemas.
Pero esta inundación provocó que el día de ayer fuera ‘caótico’ para los sanitarios y el resto de trabajadores del centro, así como para los pacientes y ciudadanos que acudían al ambulatorio.
A primera hora de la mañana hubo un incidente con una mujer embarazada, aseguró un sanitario del centro a este medio. La señora quería entrar en el centro de salud y llamó al 091 para quejarse de que los trabajadores del ambulatorio no la dejaban. No escuchó cómo los sanitarios le pedían calma y le aseguraban que no podía pasar a la consulta porque la acumulación de agua en el suelo la podía hacer resbalar. Sin embargo, la mayoría de los pacientes entendió el cierre del centro de salud y se marchó sin más, aseveró este sanitario.
En la puerta del ambulatorio se juntaban madres con niños que tenían cita con el pediatra, embarazadas que iban a la consulta de las matronas, mujeres que debían hacerse una citología, pacientes que acudían a fisioterapia y sobre todo, muchos melillenses que estuvieron toda la mañana llamando por teléfono al centro y, como nadie les cogía, se presentaron allí para pedir una cita en persona.
Algunos pacientes se quejaban de que no habían recibido ninguna llamada para cancelarles la cita. Pero los trabajadores del centro de salud les explicaron que no funcionaba el teléfono ni los ordenadores donde están los datos de las citas médicas, además de que era imposible llamar a tantos pacientes en tan poco tiempo.
Hoy de nuevo al médico
Los sanitarios explicaron uno por uno a cada paciente lo que debía hacer. A los que llegaban para pedir cita, directamente les rogaban que volvieran a intentarlo hoy porque los ordenadores no se podían utilizar. En el caso de las personas que tenían cita con su médico, les aseguraron que se les atendería hoy a la misma hora que ya tenían concertadas.
En el caso de las urgencias, fueron derivadas al centro de salud de la calle General Polavieja, aunque a media mañana, tras haber achicado el agua de algunas consultas situadas junto a la puerta de entrada, se atendió a algunas personas. Éste fue el caso de un hombre que llegó con la tensión muy alta. La enfermera le calmó y le asistió en el interior. También atendió a una señora mayor que tenía que hacerse una cura en un pie debido una úlcera.
De lotera a informadora
Testigo de primera mano de todo lo que ocurrió en el centro de salud fue María de las Mercedes, una melillense que vende lotería de la ONCE en la puerta del ambulatorio. Ayer, mientras que vendía cupones con la terminación 76, ‘el agua’, informaba a los ‘pobres’ pacientes de lo que había ocurrido. Entre tanto, que los sanitarios atendían a unos pacientes, otros que iban llegando y veían el cartel de ‘cerrado’, preguntaban a María de las Mercedes y ella, les contaba lo de la inundación.
Por último, el Ingesa informó de que no ha hecho aún una evaluación de los daños ocasionados en el centro de salud, ya que se las labores se centraron ayer en limpiar el ambulatorio y habilitar las zonas para abrir el centro.