Los terrenos donde hace años se levantaba el Cuartel de Valenzuela y que últimamente se utilizaban como zona de descanso para los viajeros de la Operación Paso del Estrecho...
...están llamados a acoger en un futuro cercano un centro comercial. Así lo manifestó ayer a El Faro el consejero de Fomento, Miguel Marín, quien aseguró que “el centro comercial se va a hacer sí o sí”. Su única duda es si las obras comenzarán este año o el próximo. La respuesta la tienen los partidos de la oposición. Si CpM, PSOE y PPL dan su visto bueno al convenio firmado entre la Ciudad y la empresa Tres Forcas SL., propietaria de los terrenos, las obras podrían empezar en octubre. De otra manera, sería necesario esperar hasta la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
En cualquier caso, lo que parece cierto es que Melilla contará en unos años con un centro comercial. De hecho, el propio consejero de Fomento ha explicado que aunque la Ciudad se opusiera al proyecto, no podría hacer nada porque la legislación ampara a los empresarios. No obstante, el rechazo que en otros momentos llegó a despertar en algunos sectores la posibilidad de levantar en nuestra ciudad un centro comercial, se ha ido diluyendo con el paso de los años. Ayer mismo, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, manifestaba a El Faro que si el proyecto iba a ser beneficioso para la ciudad, a él le parecía “muy bien”. Y añadía que tal vez así se evitaría que muchos melillenses hicieran sus compras en la península, precisamente en centros comerciales como el que ahora se plantea construir en nuestra ciudad.
Un hecho hace pensar que el proyecto, esta vez sí, acabará convirtiéndose en una realidad. La empresa propietaria de los terrenos donde se va a levantar el complejo ha contactado con importantes marcas comerciales, que no sólo están interesadas en el proyecto sino que además ya han firmado preacuerdos para su implantación en Melilla. Así llegarían a nuestra ciudad las marcas Decathlon, AKÍ o Cortefiel. Otras, como Zara, tendrían la posibilidad de ampliar sus instalaciones. Incluso serviría para mejorar la oferta de ocio y cultura en nuestra ciudad ya que también una empresa de multicines ha mostrado su interés.
El salto cualitativo que un proyecto como éste puede llegar a representar para nuestra ciudad obliga a nuestros representantes políticos a poner un especial interés. Y más aún cuando puede servir para generar un millar y medio de puestos de trabajo. Por ello, una vez supervisado el acuerdo por los grupos de la oposición y si cuenta con su aprobación, es necesario acelerar los trámites burocráticos al máximo para que la economía de nuestra ciudad reciba cuanto antes el impulso inversor que lleva años esperando.