El CEIP Reyes Católicos, a prueba de incendios e inundaciones del siglo XXI

Un equipo de ocho profesoras del centro escolar se ponen manos a la obra para actualizar el Plan de Emergencias cuando la ley que lo regula data del año 1984.

Todo centro escolar debe tener por Ley un Plan de Emergencias. No obstante, la legislación específica para escuelas data del año 1984 y ésta fue la primera sorpresa de un grupo de ocho profesoras del CEIP Reyes Católicos que se decidieron a principio de curso a actualizar el Plan de Emergencias del centro. Así, han traído al siglo XXI todo un plan de actuaciones y protocolos para que toda la comunidad educativa sepa qué hacer y cómo actuar ante una alarma de incendio, terremoto, inundación o un aviso de bomba.
El pasado año el Reyes Católicos fue el escenario del simulacro de tsunami que la Ciudad Autónoma y la Unidad Militar de Emergencias (UME) llevó a cabo en la ciudad y ahí se plantó la semilla que hizo que las profesoras del equipo de Atención a la Diversidad de la escuela se pusieran manos a la obra para revisar el propio Plan de Emergencias del centro.
“Lo primero de lo que nos dimos cuenta es que estaba desfasado”, es la principal conclusión a la que llegaron estas profesoras que son Noemí Marcos, Teresa Canto, María José Ruiz, Pilar Coveñas, Amalia Garnica, Charo Vidal, Mª Carmen Hurtado y María Bravo.
A partir de ese momento, “tuvimos que mirar y buscar toda la legislación al respecto y descubrimos que la única Ley sobre centros escolares es del año 1984”. Por ello, tuvieron que recurrir a otras normativas y decretos para completar este documento que incluye protocolos de actuación para diferentes supuestos como es un incendio, una posible inundación por desbordamiento del río de Oro, o un aviso de bomba. Además, cada docente tendrá una función determinada ante una emergencia para evacuar en el menor tiempo posible a los alumnos del centro y salvaguardar su integridad.

Cada ‘profe’, una función

La “estructura de mando” la encabeza la propia directora seguido de los coordinadores, dos por cada planta.  Cada profesor se responsabiliza a su vez de los alumnos de cada aula para conducirlos o bien a la azotea del edificio si se trata de una inundación o a la calle si es un caso de incendio. “No ha sido fácil elaborar estos protocolos porque hay que tener en cuenta la estructura del edificio, las puertas disponibles y la existencia de una escalera principal por donde deben pasar todos los niños hasta la salida para coordinarlo todo”, afirma otra profesora.
Hay que tener en cuenta además que el Plan de Emergencias del Reyes Católicos se duplica al tener el centro de Infantil en un edificio a parte, ubicado frente ala urbanización La Goleta. “En este caso ha sido más fácil porque el centro tiene pocas aulas, los pasillos son anchos y cuenta con más salidas de emergencia.
Una vez finalizada la redacción del documento, tras varios meses de arduo trabajo, ahora se emplearán a fondo para sensibilizar e instruir a los alumnos en cómo deben actuar ante una emergencia. “Se trata de hacer que los niños reaccionen de una manera natural ante una emergencia que puede ocurrir en cualquier momento y hay que saber actuar con la mente fría”, comenta una de estas profesoras y evitar que los más pequeños se asusten sin necesidad.
No obstante, la preparación comienza por el propio profesorado, quien esta semana ha recibido por parte del Cuerpo de Bomberos unas clases teoricoprácticas sobre la extinción de incendios, del que ‘El Faro’ informó estos días. “En este curso hemos aprendido consejos muy útiles que también les trasladaremos a los alumnos”, comentaron.
Para completar este plan, el colegio está a la espera de recibir desde Barcelona la cartelería homologada, también obligatoria para así proceder a la realización de los simulacros.

Un simulacro sorpresa antes de final de curso

A principio de cada curso escolar, los centros de Melilla realizan un simulacro. Pero para el Reyes Católicos este año realizarán algunos más para poner a punto el renovado Plan de Emergencias. Primeramente, estas profesoras instruirán a los alumnos sobre este documento para realizar posteriormente algunos ensayos de evacuación por cada ciclo de Infantil y Primaria. Una vez que la plantilla docente y escolares conozcan los términos del Plan de Emergencias, durante el mes de mayo realizarán un gran simulacro cuya fecha y hora únicamente conocerá la directora del centro, María José Ruiz.
Para ese momento ya nada será improvisado y será una buena oportunidad “para ver si hemos hecho bien los deberes, es decir, que los profesores sepan en todo momento cuál es su función, cómo deben reaccionar y que los alumnos también vean como algo natural el simulacro sin alterarse”. De hecho, “incluso en un simulacro hay que tener mucho cuidado porque también se pueden producir incidentes como si fuera una emergencia real”.

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