El Casino del Real mereció más ante el MuecoCeuta.

El Casino del Real dio un paso atrás en sus aspiraciones de ascender a Tercera División.

El conjunto de la popular barriada melillense no tuvo un buen comienzo en su caminar hacia el ascenso de categoría, al perder por 1-2 ante el MuecoCeuta en partido de ida de la eliminatoria de ascenso a Tercera División.
Difícil y muy cuesta arriba se le ponen las cosas al equipo dirigido por Santi Pérez que notó la falta de ritmo de competición ante un rival que demostró buenas hechuras sobre el sintético de la 'Espiguera' y que tratará de aprovechar el factor campo, en la vuelta, para sentenciar la eliminatoria y conseguir dar el salto a categoría nacional.
El partido resultó muy igualado entre dos equipos que buscaron siempre la portería contraria pero sin llevar a cabo un fútbol fluido, de pases y elaboración, con transiciones muy rápidas defensa-ataque que propiciaron, en determinados momentos, ocasiones claras en ambas áreas y en las que el conjunto caballa estuvo más acertado al aprovechar dos de ellas por tan sólo una los melillenses.
Unas veces por el desacierto de los atacantes y otras por la gran actuación de los cancerberos, el marcador sólo se movió en tres ocasiones.
El choque tuvo un inicio sin un dominador claro ya que ambos equipos intentaron imponer su ritmo en el centro del campo, donde cada pelota se disputaba con gran ímpetu a la vez que nobleza, pero las pérdidas eran continuas por parte y parte.
Así, sin nada que destacar, trascurrieron los primeros quince minutos. Fue en el minuto 16 cuando llegó la primera ocasión de gol por bando visitante Diego Carrasco golpeó con potencia desde la frontal del área y el portero local Jesús abortó el peligro en una gran intervención.
Un minuto más tarde, en el 17, llegó el 0-1 para los visitantes en una jugada en la que Alfredo recibió un buen pase interior, se zafó de su defensor y envió el esférico al fondo de la portería local.
La reacción melillense no se hizo esperar y en el minuto 18, como consecuencia de una falta lateral en banda derecha que sacó Amin al segundo palo, Tarek cabeceó y Benarribi, de cabeza también, remató a placer. Era el tanto de la igualada a uno y que dejaba las cosas como estaban.
El partido se animó y en el veinte de juego, Hossein sacó un balón sobre la misma línea de gol a remate de un jugador visitante. En dicha jugada los caballas reclamaron penalti pero el árbitro mandó seguir el juego.
En el minuto 32 se produjo otra jugada conflictiva en el área foránea cuando el balón se estrelló en la mano de un defensor ceutí, pero nuevamente el colegiado no apreció la pena máxima y el juego continuó.
La última ocasión del primer tiempo fue para Josemari, lateral derecho del Mueco y uno de los hombres más destacados del cuadro caballa, que se plantó sólo ante Jesús cruzando en exceso el esférico.
Con empate a un gol finalizó el primer tiempo.
El segundo acto resultó más entretenido, si no en cuanto a juego, sí en ocasiones de gol. Hasta seis claras oportunidades llegaron a desaprovechar los melillenses por otras cuatro los ceutíes.
Así, en el minuto 49, Benarribi se encontró con un balón dentro del área y sólo ante el portero cruzó demasiado y la pelota salió rozando la base del poste visitante.
En el minuto 57, Milud se plantó ante Miguel y en su intento de vaselina, envió el balón a las manos del cancerbero.
En el 62, Tarek estuvo a punto de concluir un rápido contragolpe local pero la defensa caballa despejó bajo palos.
Chiweb se plantó ante Jesús que resolvió el peligro en un alarde de reflejos, corría el minuto 68 de partido.
Uno más tarde, Adri apunto estuvo de definir pero Miguel envió a córner.
En el minuto 72, Milud entró por banda derecha, centró al segundo palo y nuevamente Adri remató pero esta vez se encontró con el cuerpo del guardameta caballa.
De esta manera se llegó al minuto 82, donde se produjo la jugada que pudo cambiar el signo del partido cuando Adri realizó un magnífico remate de cabeza, marcando los tres tiempos, al que respondió Miguel con una no menos impresionante intervención en la que voló de palo a palo para sacar un balón que se colaba por la mismísima escuadra de su portería.
Y, como suele ocurrir en fútbol, del posible 2-1 se pasó al 1-2 cuando tres minutos más tarde, en el 85, el recién entrado Lladó aprovechó un desajuste de la defensa melillense para cruzar el balón ante la salida desesperada de Jesús y enviar el balón al fondo de las mallas realistas.
El partido quedó finiquitado y ya no volvería a moverse el marcador.