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El Carrillo| Salah Mezian: "La solidaridad es clave, no es como la caridad, porque solidaridad es ayudar de igual a igual"

Nacido en Melilla, en el año 1978, este ilustrador melillense también ejerce de coordinador de la Fundación Mensajeros de la Paz en nuestra ciudad. A lo largo de este mes sagrado de Ramadán ha llevado a cabo varias actividades.

– ¿Cómo llegó el arte a su vida?

– Pues de muy pequeño. Tenía algunas cualidades que no había aprendido en ningún sitio. De pequeño ya dibujaba muy bien, era curioso porque no sólo me lo decían mis amigos y compañeros, sino también mis profesores, de hecho pensaban que estaba en una escuela de arte y se sorprendían cuando les decía que no.

Incluso me acuerdo que hacía los dibujos a los compañeros de clase cuando tenían algún problema para dibujar y recuerdo la admiración de todos cuando dibujaba a Astérix y Obelix o de Mortadelo, entre otros.

– ¿A qué retos se enfrenta Mensajeros de la Paz?

– El día a día es un reto. Levantarte por la mañana y que sigas trabajando es un reto. Siempre hay retos, lo importante que, mientras podamos, sigamos todos adelante.

– ¿Es complicado compaginar su trabajo con su vida personal?

– Yo trabajo en la ONG de 8 a 3 y por las tardes me dedico a la ilustración, que es un momento de mi día para desconectar.

Cuando uno trabaja de coordinador de la Fundación pues siempre ve situaciones precarias, de gente que está en las calles. Llevo muchos años trabajando en la Fundación como coordinador y eso te fortalece también dentro del ámbito social, te hace más fuerte.

Mi trabajo de ilustrador me ayuda a desconectar más todavía.

– ¿Cómo llegó la Fundación a su vida?

– Fue una casualidad, porque yo al principio fui responsable de una asociación que se creó aquí en el 2013 que estaba formado por un grupo de desempleados que se llamaba ‘Amigos por la solidaridad’. Nosotros al principio empezamos gracias a los amigos a la colaboración de vecinos hasta que un día necesitamos más fondo para seguir llevando a cabo los desayunos solidarios. Y me acuerdo un día viendo la tele al Padre Ángel, de la Fundación Mensajeros de la Paz en toda España y decidí ponerme en contacto, a ver si podía ayudarnos.

En principio les mandé varios correos, pero no me contestaron hasta que le hice le escribí una carta de mi puño y letra donde le comentaba la situación que estábamos viviendo aquí en Melilla.

A los seis meses de enviarle la carta vino aquí a Melilla por la polémica del tema de las concertinas a reunirse con las autoridades y ahí aprovechó para conocerme. De ahí surgió todo.

– ¿Cómo se describiría a nivel personal?

– Humilde y sencillo. Soy una persona que trabaja 8 horas diarias, que intenta hacer lo mejor dentro de mis posibilidades. Soy un ser humano y no puedo ser solidario las 24 horas del día.

– ¿Se siente realizado en la Fundación?

– Muy contento, ahora más porque por fin ya tenemos nuestra sede. Tenemos muchas ganas, ya hemos montado la cocina y la verdad que estamos muy contentos. La Fundación Mensajeros de la Paz no es solamente los desayunos solidarios, sino que también son los talleres socioeducativos, el reparto de materiales o un lugar de reencuentro entre personas necesitadas.

– ¿Cuál es su mayor reto como coordinador de la Fundación?

– Ahora mismo no tenemos un reto como tal. Si que es verdad que los retos van cambiando, hace poco el reto era tener una asociación y ya la tenemos, luego el reto era tener un vehículo propio y ya lo tenemos. De momento seguimos trabajando y gracias a Dios las cosas marchan bien. Lo hemos conseguido todo con el esfuerzo, no solamente mío sino también del equipo voluntario.

– Si tuviera que explicar a un melillense lo que supone la Fundación para la ciudad, ¿qué le diría?

– Solidaridad, esa sería la palabra clave. Nada que ver con la caridad, porque esta siempre se lleva a cabo desde arriba a abajo, mientras que la solidaridad es de igual a igual. Hasta el que menos tiene también puede ayudar.

– Cuénteme una anécdota divertida de la Fundación

– Siempre me acuerdo de estar repartiendo café en el centro, por el Sagrado Corazón y un señor me pidió uno. Este hombre me sonaba mucho y siempre venía puntual a la misma hora a por su café.

Ese señor no parecía el tipo de persona que recurre a los desayunos solidarios, sobre todo por la forma de vestir se veía que no los necesitaba.

El caso es que vi que se metió en una tienda con el café, por lo que me metí en la tienda simulando ser un cliente y vi que ese señor trabajaba en esa tienda. No le dije nada en ese momento, pero al día siguiente le dije que esto no podía ser y ya no vino más. El pícaro como el Lazarillo de Tormes hace esas cosas para sobrevivir, pero ese señor actuó realmente mal.

– Destaque algo positivo de su labor en Fundación.

– La solidaridad melillense en todos los aspectos. No se puede olvidar la colaboración continua que tenemos con otras asociaciones de la ciudad.

– ¿Y algo negativo?

– Hay cosas, pero no tengo ahora mismo nada negativo en concreto. Tal vez el hecho que haya gente que sin necesitarlo, recurra a nosotros.

– Una Expresión melillense

– “Rasista”, la escucho mucho sobre todo en redes sociales así con la s, me llama la atención.

– Un rincón de Melilla

– Me encanta Melilla la Vieja y me encanta también Los Pinos. Ir allí los domingos con la familia y desconectar con un buen libro.

– ¿Cuál es su filosofía de vida?

– Tranquilidad, esa es la clave. Si tú estás tranquilo, todo llega. Si no lo estás no vas a trabajar bien, no vas a gozar de buena salud y todo te va a afectar. Si tú estás tranquilo es porque estás bien, la clave de todo es la tranquilidad.

– Un lugar de ensueño que tenga para viajar

– Muchos países, pero tengo en el punto de mira los países nórdicos.

– ¿Viajaría al futuro?

– Al futuro no tanto, pero sí me gustaría viajar al pasado para hablar de algunas cosas con mi yo del pasado.

- ¿Cuál sería la época histórica donde viajaría?

- La época del Profeta Jesús, para conocerlo. Siempre me ha gustado mucho la historia y la Edad Antigua me llama la atención. También viajaría a la época del Profeta Mahoma o a la de la Antigua Roma.

– Mi tiempo libre lo dedico a…

– la paz y la tranquilidad. A mí me gusta, por ejemplo, estar tranquilo sin hacer nada. También me encanta caminar por el paseo marítimo.

–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?

– Las camisas, siempre tengo camisas en mi armario.

– ¿Tiene miedo a algo?

– El miedo siempre está ahí. Si te digo que no tengo miedo a nada no sería humano. El ser humano siempre ha tenido miedo, es un mecanismo de defensa. Miedo tengo a que las cosas no salgan bien.

– ¿Cómo ha afrontado este mes sagrado de Ramadán?

– Hago un balance muy positivo. Hemos hecho un concurso de dibujo con mucha aceptación y una recogida de alimentos. En Melilla hemos tenido muchas actividades culturales y agradezco que hayan contado conmigo para hacer actividades con los más pequeños. Me han gustado mucho también las actividades y la decoración en García Cabrelles. Otra cosa que me ha gustado ha sido la coincidencia de Ramadán con otras festividades de distintas religiones, lo que ha demostrado la interculturalidad de Melilla.

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