Esta semana El Faro se ha pasado por uno de los comercios locales más longevos de Melilla: la tienda de ropa La Juany.
Juany Heredia ha podido explicar cómo y por qué se vino a Melilla desde sus Islas Canarias natales, cuál es su secreto para mantener abierta una tienda de ropa local durante casi 20 años en la ciudad aguantando los golpes de la economía y la competencia de las grandes plataformas que se han ido instalando en el centro de la ciudad.
Ella ha formado su familia en Melilla y dice estar enamorada de la ciudad y, sobre todo, de su feria y de su gente, que desde el primer momento la acogió como a una melillense más. Ese cariño dice notarlo mucho entre su clientela a la que siempre atiende con cariño y atención, algo que para ella es la clave en el éxito de su negocio.
23 años en la ciudad dan para mucho; Juany tiene muchas experiencias que contar como melillense de adopción, aunque ella ya se considere hija de la ciudad.
Tras peinarse un poco para "salir guapa" y con una sonrisa, Juany atendió a este periódico con la misma sonrisa con la que despacha a sus clientes cada día de lunes a sábado en su tienda.
Eres Canaria, ¿verdad? ¿Hace cuánto te viniste a Melilla?
Hace ya 23 años que me vine a vivir a Melilla.
¿Y por qué decidiste venirte aquí desde tu tierra?
Bueno, pues me enamoré de un chico de aquí, de un melillense y eso me hizo tomar la decisión de venirme a vivir con él. Además yo ya había venido anteriormente y me encantaba la ciudad desde antes.
Y entonces aquí ya has formado una familia, ¿no?
Sí, sí, he podido tener una familia aquí. Tengo 3 hijos: la mayor con 21 años, otra con 16 y el pequeño con 12.
La mayor entonces habrá estudiado en la universidad aquí en Melilla, ¿verdad?
Ay, mi mayor está 'sembrá'. Ya ha terminado su carrera y ahora se gradúa, es educadora social y ha podido estudiar aquí en Melilla sí, no ha tenido la necesidad de irse fuera.
Hablando de sus hijos a Juany se le ilumina la mirada y se nota el orgullo que le despiertan al igual que se le nota el cariño con el que habla sobre su vida en Melilla.
¿Y cómo es tu vida aquí?
Bueno, yo me siento una privilegiada aquí en Melilla. Llegué hace 23 años y la ciudad es muy acogedora y es super especial por eso, porque acoge a todo el que llega y todos son muy cariñosos con todo el mundo. Lo bueno, además, es que convivimos muchas culturas y eso se nota, se nota que la gente está acostumbrada a la diversidad.
Y decidiste abrir tu tienda, ¿hace cuánto tiempo de eso?
Pues abrí en 2004 si no recuerdo mal y aquí estamos todavía, luchando.
Claro, tener una tienda abierta desde hace casi 20 años es para esta orgullosa.
Sí, sí, desde luego, eso es un privilegio de Dios me ha dado; poder trabajar de lo que me gusta y claro, superando crisis con todo lo que hemos vivido estos años y todo lo que hemos visto. Pero nosotros hemos tenido la bendición de Dios y tenemos una muy buena clientela de hace muchísimos años y la gente en Melilla es muy fiel y muy leal a sus negocios.
Y ya como una veterana que eres, ¿cuál es el secreto para conseguir algo así?
Realmente, yo creo que el trato que se le da al público es muy importante y yo soy partidaria de que tenemos que darle un trato especial a cada cliente que llega sabiendo lo que quiere y lo que necesita. Eso no se estudia, eso sale del corazón, el entender al cliente y hacerlo sentir bien. Así es como yo he mantenido a mi clientela realmente, con un trato muy cercano e intentando complacerlos.
Entonces tienes que notar mucho el cariño de la gente, ¿no?
Claro, yo noto muchísimo el cariño y, ya digo, me siento muy privilegiada y muy querida por todos los melillenses, por mi clientela y muy arropada desde que vine de fuera, la verdad, Melilla me encanta.
¿Y hay alguien en especial que te ayudase desde que llegaste?
Bueno, yo en realidad tengo familia aquí porque mi madre es melillense, pero la familia de mi marido ha sido para mi un apoyo grandísimo siempre.
Y ya para ir acabando, un recuerdo bueno que tengas desde que llegaste.
Ay pues la feria, que me encanta (risas). Yo recuerdo venir aquí de vacaciones cuando estaba soltera y creo que era de las últimas que se recogía.
¿Y uno no tan bueno?
Bueno, pues recuerdo que hace 23 años, cuando yo llegué aquí, la ciudad estaba un poco mas desarreglada. Yo venía de fuera y no sé si en las islas por el tema del turismo es todo distinto, pero aquí se veía la ciudad más recogida. Eso sí, con los años Melilla se ha superado un montón y se nota un ambiente distinto. Hemos crecido como ciudad, se nota.
Esto es lo que ha contado a El Faro una mujer que incluso en sus malos recuerdos tiene una buena palabra y afronta las cosas con optimismo. Quizá ese sea el secreto para llevar con una tienda local abierta 20 años, haber podido formar una familia unida y seguir disfrutando de su trabajo día a día, mirar la vida de frente y sonriendo, tal y como atendió a este periódico.
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