Sociedad

El Carrillo |  Sergio Rincón: “Prefiero aprender del pasado y vivir el ahora como si no hubiera un mañana”

Sergio Rincón Carro (Melilla, 23 de febrero de 1979). Es músico de profesión, pero no solo eso. Es el presidente de ANPE en Melilla, uno de los sindicatos de Educación y también es presidente de la Asociación Orquesta, Banda y Coro Ciudad de Melilla. Afirma que su familia es lo más importante en su vida. Es su apoyo y su guía. “Nuestro nexo de unión es la música. Nos gusta pasar tiempo juntos y nos reímos mucho”. En cuanto a su filosofía de vida, afirma que hay disfrutarla, vivirla y compartirla con todos aquellos que le aportan positividad. “Eso sí, siempre con música. Lo demás no es importante y no te puede restar nada”.

–¿Cómo se describiría a nivel personal?

–Profesional, reservado y con las ideas claras.

–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?

–Ropa de deporte, sobre todo, para correr.

–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?

–Mis alianzas, la de novio y la de casado. Sí, mi mujer y mis hijos.

–Expresión melillense que más use o que le llame la atención

– ‘Ar favó’, en tono de broma con mis alumnos y amigos.

–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.

–Aguadú, sobre todo, corriendo, no me aburro, pero cansa.

–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?

– ‘La Saga Millenium’, la leí durante mi baja por enfermedad.

–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?

– ‘La que se avecina’ es la mejor para desconectar, reír y no pensar. Y también ‘The Big Band Theory’, por sus valores.

–Mi tiempo libre lo dedico a...

–Mi familia, mis amigos y el deporte, aunque cuando hago música lo considero tiempo libre también.

–Un recuerdo de la infancia.

–Las tardes en la Escuela de Música en el edificio de Miguel Zazo, jugando entre clases y ensayos, con una pelota de papel y cinta americana hecha por el conserje Enrique.

–Un juguete.

–Las excavadoras que me traía mi padre de sus viajes a Madrid cuando yo era pequeño.

–Su fiesta favorita.

–La Navidad.

–¿Cocina? ¿Se le da bien?

–Sí, todo tipo de arroces, que si los lamo paella hay amigos tiquismiquis que se ‘enfadan’. Creo que se me da bien porque me piden que haga muchas a lo largo del año.

–No puede resistirse a un plato de...

–Cerveza… ¡Ah no, perdón! Queso, que he leído mal...

–¿Qué tarea del hogar no soporta?

–No hay ninguna que me disguste, de hecho planchar es de mis favoritas si tuviese que elegir, eso sí, emparejar los calcetines de mis hijos es una tarea ardua.

–¿Personaje histórico que le llame la atención?

–Mozart, pero no por el hecho de la música en sí, si no por lo valiente que fue por hacer aquello en lo que creía. Le llevó a una muerte temprana y en la más profunda pobreza, pero sin duda cambió la historia de la música y abrió nuevas fronteras para sus contemporáneos y predecesores.

–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?

–Quizás, por épocas, al Romanticismo, pero en todo su espectro y significado, por la cantidad de pensamientos que en él surgieron y por las rupturas de patrones que llevaron a cabo personajes de muchos ámbitos distintos.

–¿Viajaría al futuro?

–No, por experiencia prefiero aprender del pasado, vivir el presente como si no hubiese un mañana y dejar que el futuro vaya llegando poco a poco. En lo personal creo que la vida ya me ha puesto en su sitio unas cuantas veces como para pensar más allá de hoy.

–¿Es supersticioso?

–No.

–¿Se arrepiente de algo?

–Más que arrepentirme, prefiero aprender de los errores y pedir perdón si tengo que hacerlo, ya que el arrepentimiento vale de poco.

–¿Cuál es su principal miedo?

–No ver crecer a mis hijos junto a mi mujer por el mundo que entre todos estamos creando.

–Algo que deteste de usted mismo.

–Quizás la cabezonería de muchos momentos, y ¡qué nadie me diga que no, eh!

–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.

–Nueva York, si nada lo impide lo cumpliré en breve.

–Si le tocara la lotería…

–Primero debería empezar a jugar más a menudo, y después intentaría cambiar lo menos posible. Me quedo con la salud, no hay dinero que compre eso.

–Un chiste.

–¿Sabías que Beethoven dedicó su quinta sinfonía a su padre?

- ¿Cómo lo sabes?

- Fíjate en el comienzo: “Para ­papá…”.

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