El calor fue el gran protagonista del ciclismo en carretera

El recorrido que habilitó la Federación Melillense fue tremendamente duro por las condiciones climatológicas y las fuertes rampas del 16 por ciento.

En la matinal del pasado sábado 18 de junio se celebró la segunda edición del Trofeo Ciudad de Melilla de Ciclismo en la especialidad de fondo en carretera, prueba puntuable para el Trofeo Federación 2011 así como para el Gran Premio SEUR.
Para esta tercera prueba de los Campeonatos Autonómicos de Carretera, la Federación Melillense de Ciclismo había diseñado un recorrido significativamente más duro que las pruebas organizadas en lo que llevamos de temporada, motivado sobretodo por la cercanía de dos de las citas más importantes de la temporada, las cuales son el Campeonato de España de BTT y el de Ciclismo en Edad Escolar, que se disputarán a mediados del próximo mes de julio, el primero de ellos en Becerril de la Sierra (Madrid) y el escolar, en Caspe (Zaragoza).
De esta manera, se eligió la carretera perimetral de los Pinares de Rostrogordo así como el último tramo de la carretera de circunvalación, desde la rotonda de Mariguari, para diseñar un circuito bastante completo y duro que sirviera de escenario para la prueba más importante de la temporada. Con la unión de ambas carreteras, se configuraba un recorrido que en sus primeros 34 kilómetros tendrían un perfil más bien suave ya que los ciclistas deberían completar 17 vueltas al perímetro de Rostrogordo, pero que concluida la vuelta 17, ya debían desviarse a la carretera de circunvalación hasta llegar a la Rotonda de Mariguari, y desde allí ascender de nuevo a Rostrogordo a través de las dos rampas del 16 por ciento, existentes en este tramo. Así hasta completar las 20 vueltas.
Tal y como se había planteado, la carrera fue completamente dura, ya no solo por el perfil de la misma, sino también por la climatología. Durante toda la prueba, el intenso viento de poniente que se dejaba notar en los Pinares de Rostrogordo, suponían un verdadero obstáculo en la marcha de los ciclistas, cuando estos completaban los primeros 34 kilómetros de carrera en el primer sector. Del mismo modo, los 36 grados de temperatura que se registraban en el tramo de la carretera de circunvalación donde se encuentran las dos rampas del 16 por ciento, producían que los últimos 16 kilómetros de la carrera constituyeran un verdadero calvario para todos los ciclistas que ansiaban terminar la prueba.
Para evitar el excesivo calor, la organización dividió la carrera en dos mangas, en la primera tomaron la salida los corredores que se disputarían la clasificación absoluta (Cadetes, Junior, Élites, master 30, master 40 y master 50), y en una segunda manga, los corredores de categoría principiante y alevín, que debían completar una vuelta al circuito de dos kilómetros.
Uno de los datos más importante fue la gran afluencia de competidores que se dieron cita en la línea de salida en cada una de las categorías que entraron en liza, a sabiendas de la importancia de esta competición, puesto que todos ellos, tenían la necesidad imperiosa de conseguir los puntos necesarios para meterse en los primeros lugares de la clasificación general.A las 10:15 horas, con un retraso de quince minutos sobre el horario previsto, se dio la salida a la carrera absoluta, en la que concurrían un total de 20 ciclistas pertenecientes a las categorías a partir de cadetes.
De las 20 vueltas que debían completar los corredores, la primera de ella fue a velocidad neutralizada. A partir de la segunda vuelta, ya se lanzaba la carrera con los corredores del Club Don Bici Melilla imprimiendo un fuerte ritmo que por el momento era mantenido por los corredores del Autoescuela Vial.
En los primeros compases de la carrera se produjeron diversos intentos de fuga, uno de ellos, el protagonizado por el corredor master 40 Francisco Moreno (Autoescuela Vial) en la tercera vuelta, y que le permitió rodar en solitario durante unos cuantos kilómetros. Pero el fuerte ritmo que se imponía en el pelotón principal hacía prácticamente imposible mantener la escapada, por lo que éste corredor fue finalmente neutralizado.
Desde el kilómetro doce hasta el 34 de carrera, parecía que se había establecido cierta paz en el pelotón principal, de ahí que no se produjeron más intentos de fuga. Parecía que los corredores querían ahorrar el máximo de energía para poder negociar, con solvencia, los últimos 15 kilómetros de carrera que comprendían el sector de mayor dureza, con las rampas del 16 por ciento que debían ser ascendidas hasta en tres ocasiones.
De este modo, los corredores del Club Don Bici, entre los que se encontraban Santiago Montoya, Joaquín Ledo, José Rico y Filiberto Ontiveros, este último ya recuperado de la fuerte lesión en el hombro que sufrió en la pretemporada como consecuencia de una fuerte caída con la BTT, vigilaban, al paso por meta, a los corredores del Autoescuela Vial, entre los que se encontraban los corredores Élites Abdulilah Mohamed y José Avelino, el corredor junior, Sergio Rubio, y el corredor cadete Luis Mateos, que protagonizó una gran carrera al aguantar en el pelotón de cabeza.
En estas tres últimas vueltas, el pelotón quedaría completamente desintegrado como consecuencia de la dureza de las rampas del 16 por ciento. Y es que nada más encarar la primera rampa, el corredor Master 30 del Club Don Bici Melilla, Santiago Montoya Carralero, impuso un fuerte ritmo de subida que no pudo ser resistido por ningún otro corredor, demostrando una vez más, ser el corredor favorito para adjudicarse esta segunda edición del Trofeo Ciudad de Melilla de Carretera. Tan solo, su compañero de equipo, Joaquín Ledo, así como el corredor del Autoescuela Vial, Abdulilah Mohamed, eran los únicos en aguantar la subida, pero a cierta distancia, al corredor murciano afincado en nuestra ciudad.
Tras realizar la primera ascensión a un fuerte ritmo, todos los corredores completaron las dos últimas ascensiones a un ritmo más bajo, debido sobretodo a la fatiga acumulada y al intenso calor que se dejaba sentir en este último tramo del circuito, donde no hay nada de vegetación en la que poder resguardarse.
Los últimos kilómetros de la carrera sirvieron para configurar definitivamente el orden de entrada a Meta de todos los corredores, que completaron, una durísima prueba, de forma bastante meritoria.
El primer corredor en atravesar la meta con un tiempo de 1h39´29´´ fue Santiago Montoya Carralero (Don Bici Melilla), que cuando la carrera se puso hacia arriba, no tuvo rival alguno, y de esta manera conseguía una meritoria segunda victoria consecutiva de la temporada.
A dos minutos del vencedor, llegaba el segundo clasificado, el corredor Élite del Autoescuela Vial, Abdulilah Mohamed, que completó una gran carrera a pesar de sufrir fuertes dolores en su rodilla como consecuencia de la tendinitis que ha venido arrastrando durante las últimas semanas.
A tan solo 35 segundos de Mohamed, llegaba a Meta como vencedor en la categoría master 40, Joaquín Ledo, que volvió a demostrar ser un corredor de gran calidad competitiva que es capaz de superarse en los terrenos más duros con las condiciones más duras.
De esta manera, de uno en uno, fueron entrando el resto de corredores que habían tomado parte en esta carrera y que merecen ser reconocidos por el enorme esfuerzo al que se han visto sometido, demostrando ser unos deportistas con grandes cualidades para resistir y vencer a la fatiga física y mental en condiciones de terreno y de clima, verdaderamente extremos.