El Cádiz se lleva un inmerecido triunfo

El equipo azulino da un baño al cuadro andaluz al que pudo golear, pero la falta de acierto y la actuación del meta Alberto lo impiden. La derrota deja al conjunto unionista en una delicada situación en la clasificación

El fútbol mostró una vez más su cara más amarga. La UD Melilla encajaba una derrota totalmente inmerecida ante el peor Cádiz que ha visitado el Álvarez Claro en las últimas temporadas. Mucho tendrá que mejorar el equipo gaditano para cumplir con el objetivo del ascenso, y mucho tendrá que mejorar también la escuadra melillense de cara a la portería adversaria si quiere seguir siendo un año más el Decano de la Segunda División B. El Melilla fue muy superior durante casi todo el partido a uno de los 'gallitos' de la categoría. Los norteafricanos fueron mejores en todo, menos en la definición. El equipo de Currás dio un auténtico baño al de Claudio Barragán, pero la mala puntería a la hora de rematar (a veces también la mala fortuna) y la extraordinaria actuación de Alberto Cifuentes (el mejor de los visitantes) además de la madera, impidieron que la victoria se quedara en casa. La superioridad de la UD Melilla en la primera mitad fue aplastante. Currás dispuso un centro del campo plagado de calidad que hizo añicos el entramado defensivo puesto en escena por Barragán. David Sánchez se erigió una vez más en el mariscal de la zona ancha acompañado de un lugarteniente de lujo como Nando; además de contar con tres medias puntas soberbios como Sufian, David Vázquez y Manolo, que con su movilidad desbordaban una y otra vez a la retaguardia amarilla, contando también con un inspirado Nacho Aznar, un auténtico estilete en la punta de ataque, al que solo le faltó acierto y algo de fortuna para perforar la meta andaluza en más de una ocasión. A todo ello habría que añadir la sobriedad mostrada por la zaga en la que todos rayaron a un gran nivel, pero en la que Pepe brilló con luz propia. El partido pudo haber cambiado de signo cuando apenas había transcurrido un minuto del pitido inicial. Mantecón resbalaba y dejaba la pelota a los pies de Nacho Aznar, que se plantaba solo ante Alberto y disparaba a la madera cuando la grada ya cantaba el gol. El duelo seguía muy vivo y el Cádiz respondía casi a renglón seguido con un centro desde la izquierda de Álvaro García que Salvi remataba por encima del travesaño. Los azulinos, que impusieron un gran ritmo de juego pensando quizá que en la segunda mitad el esfuerzo del pasado miércoles en la Copa pasara factura a los amarillos, dispusieron de otra clara ocasión después de una gran jugada por la banda derecha en la que Sufian terminaba pasando el esférico a Nacho y éste cedía sobre David Vázquez que fusilaba a Alberto, pero el arquero manchego evitaba el tanto con una intervención antológica. Sin tiempo para el acomodo, Alberto evitaba de nuevo que los azulinos se adelantaran al enviar a córner un despeje de su compañero Garrrido que se colaba por la escuadra derecha de su portería. Pero cuando peor lo estaban pasando los visitantes, llegaba el mazazo para los locales. Salvi controlaba en banda derecha una pelota, ponía la directa y desde la línea de fondo dibujaba un centro raso al segundo palo donde aparecía Álvaro García para rematar de manera inapelable al fondo de la red. El fútbol castigaba de manera cruel al Melilla y premiaba de manera excesiva la racanería del Cádiz. Lejos de venirse abajo, el equipo azulino seguía poniendo cerco al área amarilla. Así, al filo de la media hora, Mahanan estuvo a punto de cabecear una falta ejecutada desde el flanco derecho, la pelota quedaba suelta cerca de la frontal del área y David Vázquez disparaba ajustado al palo donde aparecía la manopla de Alberto para despejar a córner. El buen juego de los melillenses pudo tener su recompensa al filo del descanso, pero el disparo de Nacho Aznar, en inmejorable posición, se marchaba fuera por muy poco. Por lo que al asueto se llegaba, entre aplausos, con el injusto 0-1 en el electrónico. Los primeros compases del segundo acto fueron un calco del primero. Bolaños cabeceaba fuera un saque de esquina al primer palo botado por David Sánchez. Y, dos minutos después, en el 48, Nacho protagonizaba una jugada del 'play station' al recibir un balón en el área en la que desactivaba la oposición de dos defensores gaditanos y picaba el cuero ante la salida de Alberto, pero la inspiración del meta visitante salía de nuevo a relucir para evitar un gol cantado. Con el paso del tiempo bajaba la intensidad de los locales y su presencia en campo contrario. Claudio Barragán reforzaba la medular amarilla dando entrada a Fran Machado y haciendo debutar al chileno Luis Pávez. Currás intentaba refrescar el centro del campo azulino sustituyendo a Manolo, Vázquez y Sufian, quienes habían estado entre algodones a lo largo de la semana y a los que ya les fallaban las fuerzas. El técnico puso en escena toda la artillería que le quedaba, aunque sin el resultado esperado. Mientras Borja López, el repuesto natural de David Vázquez, se quedaba en el banquillo a la espera de otra oportunidad. El Cádiz, agazapado, intentaba sentenciar a la contra aunque sin acierto a pesar de los intentos de Dani Güiza y Fran Machado. Entre medias, Nacho Aznar pudo conseguir la igualada, pero Aridane se anticipaba al golpeo del atacante melillense despejando a córner y evitando que el marcador sufriera variación hasta que el colegiado extremeño, Fernández Fernández, decretaba el final del partido.

Fernando Currás“No vamos a bajar la cabeza ni los brazos”

El técnico de la UD Melilla acudía al término del partido a la Sala de Prensa contrariado por la injusta derrota, pero muy satisfecho tanto por el juego como por la actitud de sus jugadores durante casi todo el partido. “Es complicado hacer una valoración de un partido en el que se mezclan sensaciones. Lo que pasó en el terreno de juego me satisface, me llena muchísimo porque he visto a un buen equipo, al que queremos y por el que vamos a seguir apostando y potenciando. Y por otro lado se te queda la cara de tonto o lo que sea, porque siempre el mismo discurso ya cansa. Generar la cantidad de ocasiones que hemos tenido y no meterlas y que pierdas el partido ante un equipo como el Cádiz te deja esa sensación agridulce. Esto no para. Nosotros no vamos a bajar la cabeza ni los brazos, porque no lo hemos hecho nunca y en eso sí es verdad que estamos entrenados, en superar las adversidades y en remar a contracorriente. Ahí si que no tengo duda alguna de que el equipo va a sacar esto adelante, si seguimos en esta línea, ya sea con más o con menos apoyo”, manifestó Fernando Currás. Está claro que la falta de acierto en la definición está pasando factura en este tramo inicial de la competición, a pesar de que el técnico llegó a poner toda la artillería que dispone para el ataque, por lo que la falta de gol empieza a ser más que preocupante. “Preocupante es desde que fallas las ocasiones desde el primer día, pero los goles los tienen que meter ellos. No los puede meter nadie. Es cierto que, posiblemente, esperaba algo más de los cambios. No es fácil entrar en un partido al ritmo que estaba jugando el equipo. Creo que en los primeros 70 minutos que hemos hecho el equipo me ha encantado. No puedo decir otra cosa aunque hayamos perdido. Hemos hecho 70 minutos de buen fútbol, con muchas alternativas. Por fuera, por dentro, creando ocasiones de todos los colores. Cuando peor lo estaba pasando el Cádiz, esperaba que la gente de refresco diera algo más. El resultado es inamovible. Siempre digo que es en el terreno de juego donde hay que exponer, no hay árboles, pero creo que estamos en el buen camino. Llevo tres o cuatro jornadas viendo crecer al equipo y hoy, pese al resultado, insisto en que es la línea a seguir. Hablo de lo que he visto en el terreno de juego, que es mi obligación”, apuntó Currás.

Luciano Nogales recibe la insignia de oro de la UD Melilla

El directivo del Cádiz CF Luciano Nogales, melillense de nacimiento, recibió la insignia de oro del club además de ser nombrado 'Embajador de la UD Melilla en la península'. El acto tuvo lugar en la Sala VIP del Estadio Municipal Álvarez Claro durante el descanso del encuentro entre la UD Melilla y el Cádiz CF. Nogales, que acude cada vez que puede a los partidos que la UD Melilla juega fuera de casa, siempre ha demostrado el especial cariño que tiene al equipo de la ciudad que lo vio nacer. Además, y hemos tenido ocasión de comprobarlo personalmente, siempre está a disposición de lo que cualquier aficionado azulino necesite cuando visita al Ramón de Carranza, por lo que la distinción es más que merecida.