La ampliación de la desaladora y la mayor calidad del suministro y de los recursos, entre los objetivos.
El Plan Hidrológico de Melilla (PHM) se encuentra ya en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Más en concreto, el BOE recogió ayer el anuncio de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de formalización del contrato para llevar a cabo los trabajos de actualización, revisión y mejora de este plan. El importe de adjudicación es de 273.749,95 euros. En concreto, la ampliación de la desaladora y la mejora del suministro y la calidad del agua de la ciudad, son dos de los objetivos que tiene este plan. Para ello, parte de las infraestructuras que se esperan instalar son emisarios para aguas fecales. Tanto la ampliación de la planta desaladora como la construcción de los cauces para aguas residuales tienen como objetivo mejorar la calidad del agua en la ciudad y ampliar los recursos acuíferos de los melillenses. El objetivo principal de la revisión del PHM era adaptarse a las peticiones de la UE para así poder recibir fondos europeos para la mejora de las instalaciones acuíferas de la ciudad. Además, el proyecto pretende lograr una mayor reducción del consumo de recursos, pese al incremento de la población. La revisión del PHM también contempla una inversión futura de 1,4 millones de euros para la reducción de la presión por extracción.
Guelaya dice que el plan no respeta el ecologismo
Una de las asociaciones que presentaron alegaciones ante el Plan Hidrológico de Melilla, Guelaya-Ecologistas en Acción, asegura que no está en “en absoluto” contenta con la aprobación de la revisión del plan, dado que no respeta la “mejora ecológica de los cauces” que la UE pone como condición para seguir aportando fondos europeos a este fin. Uno de los aspectos que lamentan, además, es que se continúe con la intención de “tapar” el río de Oro, mientras que el “proyecto estrella” de las alegaciones de la organización en favor del medio ambiente era convertir este espacio en un lugar para los ciudadanos y que fuese sostenible en cuanto a medidas ecológicas, respetando los ecosistemas. Además, lamentan que se seguirá vertiendo salmuera proveniente de la planta desaladora en la zona de Aguadú, algo que, según Guelaya, es perjudicial para las aguas de la ciudad. Por otra parte, apuntan que en la Ensenada de los Galápagos se continuarán vertiendo aguas pluviales mezcladas con residuales.