El abogado asegura que el forense ha comenzado “la autopsia judicial”; también ha solicitado por escrito al juzgado que reclame al Ingesa la historia clínica de esta paciente y otros informes
El bebé de la mujer que falleció el pasado domingo tras una cesárea ya tiene el alta médica y se encuentra con su padre, Hernán Cerquera, su hermana de 16 meses y el resto de la familia. Fueron a recogerlo ayer a mediodía porque estaba recuperado de la ictericia, un alto nivel de bilirrubina en la sangre.
La familia de esta madre de 35 años llamada Touria está desolada. Aseguraron a El Faro que no entienden qué pudo pasar en el quirófano para que ella perdiera la vida y su bebé sufriera un corte en la cara por el bisturí durante esta operación.
El abogado de Cerquera, Ignacio Gavilán, aseguró que el forense comenzó ayer la autopsia en el Instituto Anatómico Forense, situado en el cementerio cristiano.
Además, comentó que por la mañana había presentado en el juzgado varios escritos solicitando a la jueza que lleva el caso, en el juzgado de Instrucción número 2, que exija la historia clínica de esta paciente al Ingesa, así como otros informes importantes para valorar el caso.
Una familia destrozada
Mientras, la familia de Touria busca una explicación y pide justicia. Su marido se pregunta por qué los facultativos no accedieron al traslado de su esposa a Málaga o a cualquier otro punto de la península para someterla a otro tratamiento que hubiera parado la hemorragia que sufría. Le dijeron que estaba muy mal. Pero Cerquera tiene esa idea rondando por la cabeza: ¿Y si la hubieran trasladado a Málaga? ¿Seguiría con vida?
Su rostro es el de una persona que a penas duerme. Es como si no hubiera parado de llorar desde el domingo, aunque saca fuerzas para contar esta historia porque duda de la actuación del hospital y quiere una explicación clara de lo que sucedió. Siente que se pudo hacer más por salvar la vida de su mujer y denuncia cómo la dejaron durante quince minutos retorcida del dolor en la puerta de quirófano hasta que entró para que se le practicase la cesárea en la noche del sábado.
Tampoco cree que sea normal que su bebé tenga un corte de bisturí en la cara ni que, aunque le aseguraron que al quitarle el útero a su mujer iba a dejar de sangrar, la hemorragia no parara. Recordó cómo veía a enfermeras con bolsas de sangre entrando cada poco tiempo a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Y emocionado dijo que le avisaron por teléfono para que volviera a la UCI justo cuando decidió ir a ver cómo estaba el bebé. Les sentaron y les informaron de que Touria había muerto. Eran las 7:30 horas del domingo.
Además, duda del Comarcal porque hubo un incidente con la autopsia. La solicitó el domingo por la tarde y el lunes por la mañana firmó toda la documentación necesaria.
Al mediodía fue a recoger el cuerpo de su mujer para llevarlo al cementerio musulmán porque se supone que ya le habían practicado todas las pruebas. De hecho, la Dirección del hospital se había comprometido a ello.
Pero poco antes de proceder al entierro, recibió una llamada del hospital asegurando que no habían podido hacerle la autopsia. Le dijeron que tenía dos opciones: devolver el cadáver al Comarcal o enterrarlo. Escogió la primera opción. Dejó a su mujer en el hospital y luego interpuso la denuncia contra este centro por una presunta “mala praxis”.
Aída Benqsim: “No había ningún motivo para que mi hermana tuviera que morir”
“Nosotros sólo pedimos justicia. Queremos saber cómo ha muerto mi hermana porque lo que no me parece normal es que falleciera cuando no tenía ningún tipo de enfermedad. No había ningún motivo para que tuviera que morir. Era muy joven”. Así lo aseguró ayer a El Faro la hermana de Touria, Aída Benqsim, que subrayó que necesitan saber qué ocurrió en el quirófano el pasado sábado, cuando le practicaron la cesárea. Afirmó que ahora ha fallecido su hermana, pero que otro día puede ser cualquier otra persona si no se investiga si hubo un error en esa operación, como cree la familia. “Todos necesitamos saber el motivo de su muerte para que podamos descansar y estar tranquilos”. En este sentido, dijo que no comprende cómo su hermana no dejó de sangrar ni cuando le quitaron el útero y cómo no pudieron hacer ninguna actuación médica para frenar la situación. Tampoco sabe por qué no autorizaron su traslado a Málaga a pesar de que la familia lo solicitó.