La Delegación del Gobierno afirmó ayer que la “enorme” presión migratoria que ha existido sobre Melilla en los últimos años no ha desaparecido, aunque también admitió que en los últimos meses “se ha modificado el comportamiento” porque ahora la que tiene una mayor incidencia es la de los sirios.
“Seguimos expectantes a cualquier movimiento de tipo migratorio”, afirmó a preguntas de los periodistas el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, apenas unas horas después de que se registrara una aproximación a la valla de un grupo de 400 subsaharianos entre el paso de Farhana y el Zoco El Had.
El delegado del Gobierno explicó que los movimientos de este grupo han protagonizado un fin de semana de presión migratoria en la valla en su intento de entrar a Melilla, aunque han sido repelidos por el amplio dispositivo de seguridad habilitado por Marruecos y España, en el que también ha participado el helicóptero de la Guardia Civil.
Ello ha posibilitado que este intento haya sido solo una aproximación, porque los inmigrantes se han quedado lejos del perímetro fronterizo, explicó El Barkani, que dejó claro que “bajo ningún concepto, por desgracia, se ha acabado con la inmigración clandestina en Melilla”.
Según El Barkani, esto impide bajar la guardia porque el Gobierno y las Fuerzas de Seguridad del Estado son conscientes de que se pueden seguir dando estos saltos a la valla, que “lo que hacen es dar una muestra de debilidad del Estado, que la utilizan como fortaleza las mafias” que trafican con seres humanos.
Refuerzo de ARS
Por este motivo, en Melilla se mantiene “el refuerzo importante” de los agentes de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS), dedicados fundamentalmente a las labores de control de la soberanía española en la valla fronteriza, y el helicóptero de la Guardia Civil, que lleva desde hace un año realizando “labores de prevención”.
A juicio de El Barkani, se trata de un “enorme esfuerzo” y una respuesta “responsable” del Gobierno, a pesar de los momentos de crisis y restricciones económicas, porque la “enorme presión” migratoria sobre Melilla no ha desaparecido, sino que únicamente “se ha modificado el comportamiento”.
Así, el delegado señaló que ahora no hay tanta presión subsahariana en la valla, pero sí de inmigrantes sirios que “en principio” son merecedores de protección internacional porque llegan huyendo de un conflicto internacional y que son atendidos en la oficina de asilo abierta en la frontera, donde cada día se tramitan entre 35 y 40 expedientes.