El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, señaló en la jornada de ayer que “nunca estará del lado de quien criminaliza la labor de la Guardia Civil”, en referencia a Prodein y Human Rights Watch, ONGs que en los últimos días han apuntado mediante vídeos e informes, respectivamente, la posible existencia de expulsiones ilegales de inmigrantes de Melilla a Marruecos por parte de la Benemérita. El Barkani afirmó en la jornada de ayer que apoya “a quienes defienden y custodian la frontera”. Además, apuntó que los agentes realizan su trabajo “siguiendo la legalidad vigente”.
“Los guardias civiles también son seres humanos. No veo que las asociaciones humanitarias hablen de cómo les agreden y apedrean”, resaltó. En la misma línea, recalcó que “se puede opinar desde un único punto de vista”, como hacen estas organizaciones. “Por mi parte, también reconozco la situación en la que se encuentran los inmigrantes y la necesidad de intervenir en los países de origen” aseveró. “Tenemos una frontera terrestre de unos diez kilómetros. Está muy claro que la Guardia Civil tiene un mandato para protegerla. Hacen su labor como pueden y dentro de la legalidad vigente. No sé que más valoraciones puedo realizar sobre este asunto”, concluyó.
La ONG melillense Prodein difundió ayer por las redes sociales la última parte del vídeo ‘subido’ a Internet el pasado domingo, en el que se muestra la supuesta expulsión a Marruecos por parte de la Guardia Civil de dos subsaharianos que intentaban entrar a nado en Melilla.
En el nuevo fragmento de la grabación, se aprecia que los inmigrantes, al ser devueltos a tierra, muestran lo que parecen ser neumáticos. Según la ONG, es la herramienta habitual con la tratan de entrar en la ciudad autónoma a falta de una embarcación.
De esta forma, Prodein dio respuesta al comunicado emitido el lunes por la Dirección General de la Guardia Civil, en el que aseguraban que el vídeo correspondía al rescate de dos nadadores de nacionalidad marroquí que trataban de llegar a nado a Melilla.
Como colofón, la ONG señala en la grabación que los inmigrantes no fueron entregados a las autoridades marroquíes, sino simplemente conducidos al puerto de Beni Enzar.