El objetivo de la entidad es conseguir sistemas de frío para distribuir congelados, verduras y lácteos
La nueva sede del Banco de Alimentos en el Polígono SEPE está dando mucho trabajo a sus voluntarios. Llevan varias semanas afanados en estas nuevas dependencias y aún faltan por llegar estanterías y un sin fin de materiales que facilitará el trabajo de las personas que de forma desinteresada trabajan para llevar estos alimentos a las personas con menos recursos económicos de la ciudad. La entrega de la primera fase de alimentos de la Comunidad Europea ya se ha repartido, pero en esta entidad son previsores y tienen reservadas 50 toneladas de productos donados por otros bancos de alimentos para que las familias de la ciudad no tengan que esperar hasta octubre a la llegada del siguiente cargamento europeo.
El presidente de la entidad, Juan Paredes, explicó ayer a El Faro que las 73 toneladas de alimentos de la Comunidad Europea se repartieron antes de que acabara el Ramadán, un objetivo que se habían marcado porque una parte importante de sus beneficiaros son de religión musulmana y tuvieron los productos necesarios para celebrar en familia la Pascua Chica, el Aid el Fitr.
Pero entre esta fecha y la siguiente entrega hay varias semanas y por ello, el Banco de Alimentos siempre intenta tener una remesa de productos básicos, como pastas o legumbres, para poder entregarlos si los palés de la Comunidad Europea se retrasan más de la cuenta, porque en otras ocasiones ha habido demoras.
Pero el trabajo ahora en la sede se ha paralizado para dar un descanso a los voluntarios. Ellos también tienen vacaciones y así vendrán con las pilas cargadas a la entidad cuando reinicie su trabajo en unos días, aseguró Paredes.
Desconce los kilos de la 2ª fase
El presidente de la institución indicó que para finales de agosto desea revisar los trabajos pendientes en la nueva sede, una nave en el SEPE que han conseguido alquilar gracias a la Fundación Amancio Ortega, propietario de un gran número de marcas de tiendas de ropa. Están terminando de instalar los ordenadores y el teléfono, pero aún queda el montaje de estanterías, donde se podrán colocar de forma ordenada y recogida todas las toneladas que esperan recibir en la segunda fase, de la que se desconoce el número porque la Administración central en agosto no tiene mucha información.
Paredes destacó además que están a la espera de que les lleven un elevador eléctrico que facilite aún más el trabajo de los voluntarios porque la mayoría son adultos mayores y no tienen edad para cargar con kilos de alimentos de un lado para otro. En esta sede podrán trabajar más personas que en la otra situada en el barrio de las Palmeras porque es más amplia y con techos más elevados.
Una nevera y un congelador
Pero las posibilidades de la nueva sede van más allá de que los voluntarios trabajen con más comodidad. La meta de Paredes es poder tener una nevera o un sistema de congelación que les permita recibir camiones de hortalizas, frutas, verduras, productos lácteos o congelados que formarían una excelente forma de completar la lista de alimentos que se ofrece a las familias más necesitadas de la ciudad. En otros Bancos de Alimentos se hace este reparto porque cuentan con este sistema de frío. Aunque el presidente de la entidad aseguró que también habrá que organizar bien la distribución de este tipo de alimentos porque no todas las entidades colaboradoras contarían con neveras o podrían realizar el reparto en un sólo día.
Por otro lado, Paredes indicó que en Melilla no para de crecer el número de peticiones de familias que desean entrar en el Banco de Alimentos. Explicó que aunque ya no hay tanta demanda como hace un par de años, no cesa el número de personas que pide en las entidades colaboradoras que les incluyan como beneficiarios de estas ayudas. El presidente de la entidad aseveró que mientras las familias no consigan empleos estables, no se va a parar la demanda de este tipo de servicios solidarios.
Aseguró que durante los planes de empleo que organiza tanto la Ciudad como la Delegación de Gobierno el número de personas que recibe alimentos varía, aunque no desciende mucho porque las ONG’s aprovechan para sacar de la lista a los que tienen trabajo y los sustituyen por los que estaban en lista de espera.
La página web del Banco de Alimentos de Andalucía recoge las estadísticas de las diferentes entidades que hay repartidas en esta comunidad, así como en Melilla y Ceuta. En cuanto al Banco de Alimenos de nuestra ciudad, se indica que en el 2014 se contó con un 256% más de toneladas de alimentos que en el 2013. En relación a los usuarios, también se registra un incremento, en concreto, de un 133,1%, ya que se pasa de 6.436 en el 2013 a un total de 15.000 en el 2014, según esta página web.
Además, se destaca que los centros que distribuyen estos alimentos también ha subido un 45,8%, pues pasan de ser 24 en el 2013 a un total de 35 en el 2014.
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