La institución reparte esta semana 72.500 kilos entre 30 ONGs que ayudan a unas 8.500 personas.
El Banco de Alimentos de Melilla no ve recuperación económica ni de mejora de las condiciones de vida de miles de familias de la ciudad. Esos datos que anuncian el fin de la crisis no tienen su efecto en la ciudad. La institución sigue sumando nuevos beneficiarios. Continúa subiendo el número de personas en Melilla que demanda alimentos. En la actualidad atiende a 8.500 ciudadanos, un 14,1% más que el pasado año. Juan Paredes, presidente del Banco de Alimentos de la ciudad, aseguró ayer a El Faro que las organizaciones que colaboran en el reparto de los productos demandan más kilos porque tienen más familias a las que atender. Además, hay dos entidades nuevas beneficiarias de la ayuda: Las parroquias de La Purísima y de la Medalla Milagrosa.
Paredes asegura que las parroquias siempre han colaborado con las familias de los barrios. Sin embargo, el número de personas necesitadas es tan elevado que las iglesias no tienen recursos propios para asistir a tantos ciudadanos.
Cada una de las parroquias que se ha incorporado al Banco de Alimentos tiene un listado de entre 20 y 30 familias con una media de cinco miembros. Son más de un centenar los nuevos beneficiarios de la ayuda de esta institución. Pero no sólo se han sumado estas dos parroquias, sino que otras ONGs que llevan mucho tiempo colaborando con el Banco de Alimentos, 28 en total, ampliaron el número de familias a las que echa una mano.
Una ayuda de miles de kilos
Para asistir a estos 8.500 ciudadanos, el Banco de Alimentos acaba de recibir 72.500 kilos de nueve productos diferentes. En realidad, esta semana han llegado unos pocos de kilos y la semana que viene seguirán recibiendo el resto, ya que la sede de la institución es tan pequeña que no caben todos los palés para poder hacer el reparto entre las ONGs de una sola vez.
Entre los alimentos que han llegado directamente del Ministerio de Agricultura hay arroz, pasta, lentejas, judías en conserva, leche y galletas. Además, hay un cargamento especial de leche de continuación y potitos para los más pequeños de las familias en riesgo de exclusión social.
Alimentos sin gluten o azúcar
Paredes explica que los kilos de alimentos que se reparten, unos 8,5 por persona, no son suficientes para dar de comer a las familias. De hecho recuerda que éste es el segundo reparto del año. Asevera que lo único que puede hacer el Banco de Alimentos es aliviar un poco la necesidad de los ciudadanos que están en apuros económicos, pero en ningún caso sus recursos llegan para que estas familias vivan sólo con su ayuda.
El presidente del Banco de Alimentos también destaca que hay determinados productos muy especializados que se consiguen a través de colaboraciones con otros bancos o fábricas. Son los alimentos sin gluten o los sin azúcar. Asegura que el número de personas necesitadas que precisan de estos productos no es muy elevado, pero siempre intentan echar una mano a estos ciudadanos.
Un 2015 igual que el 2014
Paredes no tiene muchas esperanzas en que disminuya el número de personas que actualmente se beneficia del Banco de Alimentos. Explica que Melilla es muy singular, pues no tiene fábricas ni grandes industrias que acoger a un número importante de desempleados. Paredes destaca que mientras los índices de paro no se reduzcan en la ciudad, no va a disminuir el número de beneficiarios del Banco de Alimentos. Además, explica que no se puede tener en cuenta la renta media que las estadísticas oficiales dicen que reciben los melillenses. Señala que en la ciudad hay persona que casi son ricas por sus elevados ingresos mientras que otras no tienen ni una paga de 300 euros.
En el 2015 llegarán los alimentos de la Comunidad Económica Europea y a España le corresponde una partida importante del presupuesto total. Paredes desconoce si Melilla recibirá una partida más grande para el 2015, pero con la gran cantidad de ciudadanos que dependen de esta ayuda en la ciudad no duda de que se incrementará respecto a este año.
Juan Paredes, presidente del Banco de Alimentos, asegura que está muy esperanzado con la búsqueda de un nuevo espacio para la entidad. Asegura que recientemente se ha reunido con la Consejería de Bienestar Social para contar con la colaboración de la Ciudad y de esta forma encontrar una nave de unos 300 metros cuadrados donde poder acoger los cargamentos de alimentos. En la actualidad, la institución cuenta con un gran garaje de unos 120 metros cuadrados donde no caben todas las toneladas de alimentos que llegan a la ciudad. Los voluntarios tienen que repartir por fases el cargamento.
El deseo del Banco de Alimentos también es que esta nueva sede esté en un lugar tranquilo de Melilla. En el barrio actual ha sufrido más de un robo. Los miembros de la entidad comprenden la necesidad de las familias, pero exigen trabajar en un lugar más seguro.
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