El Avispero: la prima no puede con la 'Roja'.

La selección española vuelve a levantar pasiones con la celebración de la Eurocopa. Un torneo en el que 'La roja' defiende el título de campeón logrado hace cuatro años y que tras un inicio medio convincente ante una selección tetracampeona del mundo como es la italiana. Tenía ganas de volver a escribir sobre fútbol y dejar de lado el hacerlo sobre los 'fantasmas' que rodean a este deporte que desata tanta pasión y que hace olvidar, aunque solo sea durante noventa minutos, los grandes males que últimamente no paran de azotar a los españoles.
Pero no quisiera centrarme en lo que verdaderamente me apetece en estos momentos sin hacer referencia a las dos grandes ausencias con las que comenzará la próxima edición de la denominada 'Liga Fantástica' o 'Liga de las Estrellas'.
Por un lado, y aunque el próximo curso estaba previsto iniciarlo en uno de los grandes del fútbol español ahora en Segunda División, echaremos en falta la nobleza y el carácter de un tío tan campechano y sin dobleces como lo era Manolo Preciado. Un hombre al que la vida le dio lo mejor y lo peor. Una persona que, a pesar de sufrir lo antinatura y que no quisiera ni para mi peor enemigo, supo salir adelante y ser un ejemplo para otros que desgraciadamente han pasado por situaciones similares. Manolo llamó 'canalla' a Mourinho por dudar de su profesionalidad y el portugués, otro grande de este deporte, supo estar a la altura cuando murió el padre de Preciado. A ambos pudimos verles hace poco abrazarse y gastarse bromas en un entrenamiento del Real Madrid, cuando el Sporting cesó al cántabro. Hechos así demuestran que el deporte, en este caso el fútbol, a pesar de sus detractores, es algo muy grande aunque a algunos aún les cueste creérselo. Las muestras de cariño hacia su persona y la misa celebrada en el Molinón ante más de diez mil almas, hablan por sí solas. Descansa en paz Manolo.
Por otra parte la ausencia de Guardiola dejará un vacío muy difícil de ocupar, pero al menos el de Sant Pedor sigue aún entre los mortales y eso alivia el sentir de los que deseamos que vuelva cuanto antes por el bien del fútbol, ya sea en España ya sea donde quiera. Crédito tiene ya de por vida aunque en el fútbol como en la vida el pasado es solo eso, historia.
Los españoles llevamos meses con un nudo en el estómago pensando en qué mala nueva ocurrirá hoy o qué nos espera mañana. Desempleo, recortes, crisis, caos financiero, ibex o 'prima de riesgo' son palabras que ya manejamos casi todos con más o menos soltura y que para nada la relacionamos con nuestro bienestar, más bien lo contrario. Estamos inmersos en una situación que ojalá no castigue más al País y a su gente y que más pronto que tarde empiece a cambiar la cosa porque de lo contrario.....
Al menos durante estos días hay algo que ha cambiado el panorama y ese algo tiene denominador común, hablamos de 'La roja'. La selección española vuelve a levantar pasiones con la celebración de la Eurocopa. Un torneo en el que 'La roja' defiende el título de campeón logrado hace cuatro años y que tras un inicio medio convincente ante una selección tetracampeona del mundo como es la italiana, volvió por sus fueros el pasado jueves con otra de esas exhibiciones a las que nos tiene acostumbrado el combinado que tan sabiamente dirige Vicente Del Bosque.
España vuelve a ilusionarse durante estos días gracias a un grupo de jugadores que está dispuesto a dejarse la piel por llevar algo de alegría a los hogares españoles. Al menos durante estas fechas, y ojalá dure lo que todos deseamos, pasamos de la odiosa 'prima de riesgo' y sacamos pecho ante toda Europa presumiendo de nuestro producto. Es cierto que Irlanda no era Italia pero Croacia tampoco lo es y aunque en el mundo del deporte nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, creo sinceramente que nuestra selección puede llegar muy lejos. Tan lejos como la de Alemania por lo que no sería descabellado soñar con una final España-Alemania. Ya nos quedamos con las ganas de una final Madrid-Barça en Münich con Angela Merker en el palco viendo como miles de españoles nos lo pasábamos bomba. Ahora daría tres días de vacaciones, por cierto los mismos que ya mismo me quitarán de manera oficial, o cuatro 'moscosos' si hiciera falta, con tal de poder estar el día de la final en Kiev y volver a ganar a la poderosa y sobria selección alemana en las mismas narices de tan gélida mujer y así poder cantarle en sus narices aquello de: 'Yo soy español.....español.....español'. Lo malo es que estos cabrones son tan buenos que mejor me cayo.