Los pequeños ultramarinos que proliferan por la ciudad, en los que se vende hasta fruta, resta ventas a los fruteros del Buen Acuerdo y del Mercado Central. Los pescaderos dicen que los ciudadanos compran menos que en 2013
Quedan sólo tres días para la Nochebuena y las ventas siguen igual de ‘flojas’ o incluso más bajas que el pasado año. Así, lo aseguran tantos los comerciantes del Mercado Central como los del Buen Acuerdo. Esperaban salvar el 2014 con las compras navideñas, pero hay muy poco movimiento de clientes en los mercados de abastos. Las ventas siguen decreciendo y con ellas, también los ánimos de los tenderos por luchar por sus puestos. A la competencia que les hacen las grades superficies ahora hay que sumar las decenas de nuevas tiendas que se han creado en todos los barrios. Son pequeños comercios que comienzan vendiendo golosinas y patatas y acaban por incorporar frutas, latas, leche y un gran número de productos. Los tenderos de los mercados de abasto afirman que este auge de ultramarinos está acabando con los pocos clientes que tienen.
Los sábados son los mejores días para los comerciantes de los mercados de abastos. Acuden más ciudadanos a hacer la compra, pero siguen siendo pocos para que las cuentas a final de mes no sean negativas. Apenas han variado los encargos a los proveedores porque realmente no hay clientes a los que vender más productos. Ni si quiera porque sea Navidad.
Buen Acuerdo, flojo de ventas
Fausi es frutero en el Buen Acuerdo. Lleva toda la vida al frente de este puesto, como ya lo hizo su padre durante 50 años. Afirma que desde hace dos años ha bajado aún más el número de clientes. La crisis económica es una de las explicaciones, pero también señala que han proliferado un gran número de tiendas pequeñas en las que venden cuatro tipos de fruta y unos tomates. Esas tiendas le han quitado clientes, asevera.
Es uno de los comerciantes del Buen Acuerdo que no quiere perder la esperanza en que todo irá a mejor, pero cada día le cuesta más tener este pensamiento positivo. Están arreglando el mercado y cuando se termine de construir una churrería habrá un espacio donde los melillenses podrán desayunar. Fausi dice que quizás eso atraiga a más clientes y tras coger fuerzas al tomar una taza de chocolate y un par de churros, entren a comprar y se lleven fruta, carne y pescado de este mercado.
‘Ouali’ lleva años al frente de un pequeño puesto en la pescadería. Afirma que este año está más flojo que el pasado. Apenas vende el pescado que trae a diario. Explica que hay muchas pescaderías en los barrios y eso también les ha quitado clientes que hasta hace pocos meses se acercaba al mercado específicamente a por este producto.
Más tenderos, menos clientes
En el Mercado Central de Abastos las cosas no andan mejor. Hay nuevos comerciantes. Se han abierto en los dos últimos años un gran número de puestos, pero cada día hay menos clientes. Hay más tiendas de especias, un comercio de mascotas, una tienda de encurtidos, varias de telas y una de ropa. Eso ha dado más vida al mercado, así lo asegura uno de los veteranos, Marcos, que tira de su charcutería gracias a los clientes de siempre. Este tendero explica que en el Mercado Central no se ha notado la Navidad. No hay más ventas que un sábado normal. Es más no cree que la propuesta de abrir por la tarde funcione porque no hay clientes tampoco a partir del medio día.
En cambio, Kishu, que abrió una pequeña tienda de regalos, espera que la gente sepa que puede ir en horario de tarde al mercado y así puedan vender más artículos por Navidad. La Consejería de Bienestar Social y Sanidad ha permitido que hasta el 10 de enero, todos los comerciantes del Mercado Central tengan libertad para abrir sus puestos de 8:00 a 21:00 horas.
Emilio, uno de los carniceros de la segunda planta, explica que las ventas están más flojas que el pasado año. Destaca que tiene clientes fijos y por ellos está sobreviviendo. Resalta que desde hace cuatro años no hay forma de remontar las ventas.
Moukhtar vino de la península hace poco. Pensó en montar un negocio de encurtidos y el Mercado Central fue el lugar escogido. Señala que nunca pensó que hubiera tan pocos clientes en este lugar. La misma opinión tiene Mirud. Hace seis meses que abrió una tienda de ropa, pero no sabe cuánto tiempo podrá permitirse el pago del alquiler del local porque no tiene muchos clientes.
Los pescaderos, a la ruina
Los pescaderos del Mercado Central están agotados. Afirman que ahora tienen que renovar las licencias de venta todos los años. Esto les lleva muchos días. Explican que ya no les compensa vender pescado en Melilla. Entre las pescaderías que han abierto, el pescado ilegal que se vende en la calle y que no les dejan pasar el pescado a primera hora de la mañana, aseguran que no tienen más que inconvenientes para sacar adelante sus negocios.
Frente al pesimismo de los comerciantes, está el apoyo de los clientes. Encarnación afirma que ella seguirá comprando la fruta en el mercado, así como el pescado. Indica que en un supermercado nade te guiña un ojo para avisarla de que hoy el pescado está a buen precio. Tampoco en una gran superficie hay fruta que dure varias semanas ni tomates que tengan sabor a tomates. Lleva catorce años comprando en el Buen Acuerdo y, mientras pueda, lo seguirá haciendo.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…