Uno de los primeros aspectos que resalta de Melilla, además de su patrimonio arquitectónico, es la riqueza cultural. La multiculturalidad que ofrece la ciudad, y que llama la atención de todos los que la visitan, es su principal atractivo. Y la cultura amazigh tiene un papel fundamental en el entramado social melillense.
Las relaciones de la cultura amazigh con la península se remontan a los tiempos pre-islámicos y, sin embargo, hay un gran desconocimiento de su historia y realidad. No obstante, ha conseguido adquirir gran relevancia en las últimas décadas convirtiéndose en objeto de estudio por muchos investigadores.
Es el caso de la Cátedra Internacional de Cultura Amazigh de la Universidad de Granada. Su directora, Inmaculada Marrero, estuvo en la ciudad en mayo presentando tres proyectos que se desarrollarán en Melilla.
Entre ellos se encontraba, además de un curso de formadores en tamazigh, un estudio sociolingüístico-estadístico de la población amazigh que reside en Melilla. Marrero explicaba a este diario que “la cultura amazigh es patrimonio cultural” y que es muy importante que los niños reciban formación de su lengua materna en los primeros años de escolarización.
En Melilla, la mayor parte de la población de origen musulmán proviene del norte de Marruecos y habla una lengua que no es el árabe, sino uno sus ancestros: el tamazigh. Una lengua que se habla desde hace 3000 años (antes incluso que el latín) y que se ha transmitido durante generaciones de forma oral.
Ángel Castro, director de la Uned en Melilla, señaló que esta característica le otorga su principal riqueza. Al haber evolucionado poco, se conserva muy parecida a como nació. Por este motivo, es “un vestigio arqueológico e histórico” que, además, “está vivo”.
Hizo estas declaraciones en la presentación del ‘Ciclo sobre la lengua y la historia amazigh’, que tendrá lugar mañana y el martes en la Uned. Castro reflexionaba sobre la importancia del amazigh, destacando que del mismo modo que cualquiera se maravilla con Melilla La Vieja, también lo hacen con la mezquita que diseñó Enrique Nieto.
“El amazigh es algo de esta tierra, independientemente de quien la haya poblado a lo largo de los años”, afirmó Dunia Almansouri durante dicha presentación, donde también se lamentó de que hubiera ciudadanos que no compartieran este sentimiento.
Melilla es una ciudad que a todos sorprende. No hay más que ver los comentarios de los visitantes, que se quedan maravillados con la riqueza cultural de la ciudad. Algo que, por desgracia, muchos ciudadanos “no ponen en valor”, apuntaba Almansouri.
La cultura amazigh ha conseguido también manifestarse a través de muchos medios, ya sea la literatura, la fotografía, el cine o la música. Algo que se encargó de reivindicar, de una manera innovadora, la primera edición del Iwa Fest que tuvo lugar hace poco más de un mes.
Lejos de las tradicionales ponencias y conferencias, el Iwa Fest consiguió revitalizar los valores culturales del amazigh de una forma distinta. Primero, a través de exposiciones de arte que ofrecieron una muestra de los distintos artistas con sus propios lenguajes dentro de esta cultura.
Destacados personajes se reunieron en la ciudad para fomentar la cultura amazigh, como la escritora Najat el Hachmi o el cineasta Tarik El Idrissi, que también proyectará mañana su primer largometraje en la Uned.
Pero lo más destacado del evento fue su música. Este festival consiguió reunir en el Fuerte de Victoria Grande una cartera de artistas amazigh que encandilaron a muchos melillenses, deseosos de que la experiencia se repitiese el año que viene.
Un evento que el presidente de la Asamblea Mundial Amazigh, Rachid Raha, declaró recientemente a este medio que encontró bastante atractivo y novedoso, destacando además lo interesante de que estuviera dirigido al sector de población más joven de la ciudad.
El amazigh “es una comunidad que tiene su propia identidad”, además de contar con un idioma milenario, de hace más de 3000 años, y que “tiene unos valores y una historia, que llega hasta la Prehistoria e incluso hasta los orígenes de la humanidad”.
Aprender la lengua amazigh sin ceñirse a seminarios es una tarea importante que tiene pendiente la Ciudad. Abderrahim Hammu, viceconsejero de Juventud y Participación Ciudadana, aseguraba que según la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias hay una obligación de fomentar y alentar el amazigh.
Un trabajo que se ha hecho, pero “a medias”, según apuntó el viceconsejero cepemista, por lo todavía queda en lo que seguir trabajando.
Raha escribió una carta a la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, solicitando que “incluya el idioma amazigh en todos los programas de convenios bilaterales que su Gobierno firma con los países del norte de África”.
El presidente de la Asamblea Mundial Amazighe opina que la escuela melillense hace como si la lengua amazigh no existiese y que es urgente que la ciudad integre la lengua y cultura en los centros educativos. “No haciendo esto se están violando todos los convenios internacionales e incluso los convenios de los derechos de los niños”, afirmaba a este diario en una reciente entrevista con El Faro.
La Ciudad debería integrar el idioma tamazight en todas las escuelas primarias. De esta manera, “incluso niños hispano hablantes podrán conocer y descubrir también el idioma de sus paisanos de otra cultura”.
La lengua tamazight no se enseña en las escuelas, pero hay seminarios en la ciudad que lo imparten. Sin embargo, es una de las tareas pendientes, como recalca Raha en la carta que envió a la Ministra de Educación y que tantas veces ha reivindicado.
“Incluso el Banco Mundial defiende que proporcionar a los niños la instrucción en el idioma que hablan en casa es esencial para eliminar la pobreza del aprendizaje”, se lee en el escrito del presidente de la Asamblea Mundial Amazighe.
Pero no solo en Melilla. En Marruecos, a pesar de ser la lengua cooficial, tampoco se le da la importancia que requiere.
Rachid Raha aseguró recientemente a este diario que ya ha pedido en Marruecos que se generalice el tamazigh en la escuela infantil y en la primaria, “donde tenemos seis millones de niños” y, sin embargo, tan solo se le enseña “a menos del 10%” hoy en día. Algo que considera “injusto” y de una “discriminación tremenda”, dijo.
Por este motivo, la difusión y promoción de la cultura, lengua e historia amazigh es tan importante en una ciudad tan rica culturalmente como es Melilla.
Proyectos como el que realizará la Cátedra Internacional de Cultura Amazigh o la participación de la Uned en fomentarla, son los pasos correctos para otorgarle la importancia que le corresponde al amazigh.
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