Alcohólicos Anónimos celebra su 78 aniversario en la ciudad con una conferencia.
La Asociación Acohólicos Anónimos celebró ayer en Melilla su 78 aniversario con una charla dirigida a personas que están afectadas por esta enfermedad crónica. Contó con la presencia de varias ONG que trabajan con este colectivo, así como con la consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín. “El alcohólico cuando bebe es un animal y cuando no es una persona normal”, asegura Alfonso el representante del grupo Rusadir de Alcohólicos Anónimos de la ciudad.
Este hombre no quiso desvelar su apellido porque asegura que son muchos los prejuicios que tiene la sociedad sobre las personas adictas al alcohol. Destaca que los alcohólicos están estigmatizados en todas las ciudades, aunque en los últimos años la gente se está dando cuenta de que el consumo de esta sustancia es una enfermedad. “El alcoholismo es una patología normal, pero si la persona afectada sigue bebiendo puede ser fatal”, apunta Alfonso.
Este ex alcohólico explica que los grupos no siempre están conformados por el mismo número de personas. Señala que en Melilla no acude la gente a estas terapias de grupo porque no saben de su existencia y por vergüenza.
“Queremos que llegue a oídos de la gente que Alcohólicos Anónimos está en la ciudad, que tienen dos grupos, como son Rusadir y Melilla, y que tienen la mano tendida todas las personas que deseen dejar de beber alcohol”, destaca Alfonso.
Este hombre señala que lo imprescindible para entrar en uno de estos dos grupos de apoyo es querer dejar de tomar bebidas alcohólicas. Remarca que en estas reuniones no se enseña a nadie, sino que cada uno cuenta su experiencia, comparte sus ideas y sus vivencias y se habla de los trucos que cada uno tiene para dejar la bebida a un lado. Afirma que todos los alcohólicos tienen puntos en común. Además, indica que al existir dos grupos, los melillenses que tengan esta enfermedad pueden elegir entre uno u otro, según se encuentren más cómodos.
Los componentes del grupo Rusadir se reúnen en la calle Legión número 36 los lunes, miércoles y viernes, mientras que los miembros de Melilla Acohólicos Anónimos lo hacen en la Gota de Leche los martes y jueves. De esta forma, tienen los cinco días de la semana para asistir a las reuniones.
Recuperado para la sociedad
El presidente a nivel nacional de Alcohólicos Anónimos, Primitivo José Cachero, indicó que era importante realizar esta conferencia sobre la organización para que los melillenses sepan que pueden contar con ella cuando la necesiten. Explica que a esta asociación se entra y se sale cuando la persona quiera y que es totalmente gratuito participar en los grupos de apoyo.
“Alcohólicos Anónimos no es sólo tapar una botella sino que ayuda a las personas a recuperar su ámbito emocional que han perdido por tantos años de adicción al alcohol”, afirma Cachero. También resaltó que esta entidad permite recuperar a un enfermo que estaba dejado de la mano de Dios y reincorporarlo a la sociedad como un miembro activo.
Por último, señala la importancia de informar a los jóvenes sobre las consecuencias de consumir bebidas alcohólicas, pues “son adictivas y pueden hipotecar su vida”.
Está peor visto en la mujer, que bebe en soledad
Alfonso, componente del grupo Rusadir de Alcohólicos Anónimos, indicó que tan sólo hay una mujer en estas terapias de grupo. Explicó que “la mujer bebe en soledad y que está peor visto que en los hombres”. Hasta este punto llega el machismo”, afirmó.
Esta melillense que ha conseguido salir del mundo del alcohol habló con los medios de comunicación, aunque no quiso decir su nombre para permanecer en el anonimato. Destacó que comenzó a beber a los trece años porque no asimiló bien el divorcio de sus padres. Indicó que las amistades que tuvo siempre fueron negativas. Aunque no fue hasta que tocó fondo cuando se dio cuenta de que necesitaba ayuda para salir del mundo del alcohol. “Cuando estás hecha polvo, no puedes con tu vida, ves que no avanzas y que no estás contenta es cuando buscas ayuda”, añadió. Además, resaltó que en los grupos de Alcohólicos Anónimos ha encontrado a una familia, es decir, a personas que la apoyan, la escuchan y a las que no les importa su pasado.