El aduanero que incitó la agresión contra los policías nacionales en Beni Enzar el pasado lunes intentó que dos familiares suyos entraran en Melilla sin documentación alguna, según informaron fuentes de la Unión Federal de Policía (UFP) a este periódico. La mismas apuntaron que la intención del funcionario marroquí era que sus familiares pudieran pasar a la ciudad autónoma sin pasaporte para disfrutar de la Feria, algo a lo que se negaron los agentes españoles que se encontraban de servicio.
El rotundo ‘no’ de la Policía Nacional ante tal petición provocó que tanto el aduanero como sus familiares comenzaran a increpar, a voz en grito, a los agentes españoles mientras volvían a territorio marroquí. Medio centenar de personas que se encontraban en ‘tierra de nadie’ y que también habían intentado entrar en Melilla sin documentación fueron las que, alentadas por el funcionario del país vecino, perpetraron la agresión.
“Pasa todos los años”, afirmaron desde la UFP. “La clave está en que la ‘tierra de nadie’ debería encontrarse plenamente despejada. Ahí no puede haber nadie, porque luego pasa lo que pasa”, apostillaron.
En la misma situación
Fueron los gritos del aduanero marroquí los que animaron a otros que se habían visto en la misma situación a comenzar a atacar a los agentes españoles. Según la versión de la UFP, arrojaron contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cinco piedras y tres botellas de cristal, sin que ninguno de estos objetos lograra impactar sobre los policías, que cerraron rápidamente la reja de protección.
El incidente provocó que el tráfico en Beni Enzar estuviera cortado, aunque por poco tiempo, según detallaron desde la formación sindical. En concreto, la valla estuvo cerrada durante unos cinco minutos.
El quid de la cuestión.
Para la UFP, la clave de todo el problema es la situación que se vive desde hace años en ‘tierra de nadie’. No es la primera vez que la formación sindical realiza una denuncia en este sentido. El principal problema radica en que la ‘tierra de nadie’, situada entre el lado español y el marroquí de la frontera, es un territorio neutral al que no pueden acceder los agentes policiales de ninguno de ambos países, aunque los de Marruecos sí lo han hecho en varias ocasiones, incluyendo momentos en los que la Policía Nacional estaba siendo agredida desde esta zona.
Este espacio neutral suele llenarse de personas que no transitan en dirección alguna, sino que se quedan horas en la zona, bien sea intentando colarse a la carrera, vendiendo la documentación para el sellado de pasaportes o similares. La situación provoca que cuando se han producido apedreamientos, los agentes españoles únicamente puedan defenderse sin pasar de su lado de la frontera.
Por ello, la UFP y el resto de formaciones sindicales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan años reclamando que esta zona neutral se respete y quede completamente despejada. En la jornada de ayer, la UFP volvió a poner sobre la mesa esta demanda y recordó que en agresiones como la del lunes, la Policía Nacional solamente puede mirar.
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