Categorías: Tribunales y Justicia

El acusado por el crimen de la Alcazaba solía amenazar de muerte a la víctima

Varios familiares de la mujer asesinada junto a un acompañante en la cuesta de la Alcazaba en 2014 afirman que su marido les había anunciado su intención de matarla El juicio se reanuda esta mañana.

El juicio por el crimen de la Alcazaba, un doble asesinato cometido el 2 de diciembre de 2014, dio comienzo ayer. El acusado, Salah El Kajjoui, presuntamente apuñaló a su mujer, Hannan Outmane, de 19 años, y al hombre que la acompañaba en ese momento, Mohamed Ohadik, de 30 años. Familiares de Hannan que prestaron testimonio afirmaron que el acusado solía amenazar de muerte a la víctima.
El juicio comenzó sobre las 9:45 horas en la sala permanente que la Audiencia Provincial de Málaga dispone en los Juzgados de Melilla. El acusado fue el primero en declarar. A preguntas de la fiscal, señaló que estuvo casado “un par de años” con la mujer de cuyo asesinato se le acusa. Y añadió que “no tenían problemas” de pareja.
“¿No es más cierto que Hannan lo abandonó?”. “¿No es más cierto que fue condenado  por malos tratos?”. “¿No es más cierto que usted le pegaba?”. El Kajjoui respondió negativamente a todo, pero está probado que había sido condenado por maltrato y que tenía una orden de alejamiento.

Orden de alejamiento
De hecho, el día siguiente al hallazgo de los dos cadáveres en la cuesta de la Alcazaba, la Policía Nacional lo citó en comisaría al saber que el acusado tenía una orden de alejamiento.
“¿Es cierto que usted apuñaló a Hannan en el corazón?”. “¿Es cierto que apuñaló a Mohamed nueve veces?”. El acusado contestó con un ‘no’ a ambas preguntas.
Lo único que reconoció El Kajjoui fue que la tarde del 2 de diciembre de 2014 acudió a visitar a la que entonces era su abogada, cuyo despacho se encuentra en la calle Pablo Vallescá. Aparte, añadió que “vivía en Farhana” y que por eso su coche fue captado por cámaras de seguridad cruzando la frontera a las 19:01 horas.
Según su testimonio, salió del despacho de la abogada “a las 18:40” y pasó allí “media hora”. Sin embargo, el Ministerio Fiscal le dijo que la cámara de seguridad de Farmacia Puga lo había grabado “a las 18:12”.
 
Testigos de la Policía
Hasta nueve agentes de la Policía Nacional que participaron en la investigación declararon en el juicio. El primero fue el jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), que estuvo en el lugar del crimen después de recibir una llamada al 091.
El día siguiente al crimen, el acusado fue citado en comisaría. Allí le preguntó: “¿Qué hacía entre las 18:30 y las 19:00 horas de ayer?”. “No estaba en el centro”, replicó el marido de la mujer asesinada. Esto despertó sospechas, porque no se le había preguntado si se encontraba en ese lugar.

El coche del acusado
A continuación, varios agentes salieron a la calle y hallaron el vehículo de El Kajjoui, un Renault Megane “estacionado en la explanada de la comisaría con las llaves puestas”, según el jefe de la UDEV.
Este testigo añadió que el coche estaba “impoluto” y “recién limpiado. Añadió que en las imágenes captadas el día del crimen por las cámaras de seguridad el vehículo lucía un folio con la frase ‘se vende’, cartel que ya no estaba cuando los policías encontraron el coche aparcado junto a comisaría.
Un segundo agente declaró que en su investigación realizó en coche el mismo recorrido que el acusado llevó a cabo según las cámaras que lo captaron en distintos puntos de la ciudad hasta la frontera. Aparte, añadió que las heridas que presentaban las dos víctimas son propias de “crímenes pasionales”.
Otros agentes declararon que la actitud del acusado en comisaría era de un hombre “frío”, y otros añadieron que su conducta era “chulesca”.
Un agente de la Policía Científica señaló que el cuerpo del hombre asesinado presentaba “heridas en cuello y cara, también en la espalda y dos heridas a la altura de las cervicales”. Sin embargo, a preguntas del abogado de la defensa, reconoció que no había muestras de sangre ni de ADN que mostraran que el acusado estuvo en el lugar del crimen. El arma del doble asesinato no pudo ser encontrada.
El último policía en testificar pertenece a la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección contra el Maltrato. Fue él quien citó al acusado el día después del crimen en comisaría.  Este agente indicó que ya había detenido a El Kajjoui “en dos ocasiones” por incumplimiento de la orden de alejamiento de su mujer. Asimismo, señaló que considera “inteligente” al acusado y que era capaz de buscar “coartadas” para el quebrantamiento de la orden de alejamiento.
El declaró que Hannan le dijo sobre su marido: “Me va a matar” y añadió que ella “tenía miedo”.
 
Testimonios de la tarde
La vista se reanudó sobre las 17:00 horas con ocho testimonios más. Entre ellos, la de la directora de la casa de acogida donde vivía Hannan, que confirmó el “miedo” que ésta sentía. Varios familiares de la víctima agregaron que la “maltrataba” y “amenazaba”.
El juicio continúa esta mañana

 

“He visto a Hannan con otro y la voy a matar”

Uno de los testigos que prestó declaración ayer por la tarde fue un sobrino del acusado. En principio, el magistrado le ofreció eximirle de declarar al ser familiar “en segundo grado”. El testigo aceptó. Sin embargo, una vez fuera de la sala, el juez se dio cuenta de que el parentesco entre testigo y acusado era “en tercer grado” y no en segundo, como había creído en un principio. De esta forma, el sobrino no podía quedar eximido de declarar y tuvo que hacerlo.
El pariente de Salah El Kajjoui afirmó que su tío lo telefoneó el día del crimen y le dijo: “He visto a Hannan con otro y la voy a matar”. Sin embargo, el acusado había afirmado que la llamada se debió a un asunto de una herencia familiar, algo que el sobrino negó.
Aparte, este testigo afirmó que su tio se volvió a poner en contacto con él posteriormente y le dijo que si la Policía lo interrogaba, tenía que decir que en la tarde del 2 de diciembre de 2014 había estado con él “en la cafetería Dalila”.
A preguntas de la fiscal, este testigo admitió que sabía que su tío y la esposa de éste “discutían con frecuencia” pero no “lo de la orden de alejamiento”. También prestó declaración una abogada que había llevado al acusado “otros casos penales”. Confirmó que el acusado la visitó en su despacho la tarde del crimen “durante 10-15 minutos”, pero señaló que no podía precisar la hora con exactitud.

 

“Me dijo que mataría a mi hija en Melilla”

La madre de la mujer asesinada fue otra de las personas que prestaron testimonio en la tarde de ayer. Según aseguró, el acusado la maltrataba e incluso llegó a decir a su suegra que pensaba matar a Hannan. “Incluso me explicó cómo la iba a matar, con una puñalada en el pecho”. La testigo aseveró que en una ocasión llegó a ver al acusado “con el arma en la mano” y que otro día que se vio con su yerno en Marruecos, éste le aseguró que mataría a su hija “en Melillla”.

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