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La escuadra melillense acumula una jornada más sin saborear las mieles del triunfo
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Tras una primera parte igualada, los hueteños resolvieron en un buen segundo tiempo de cara a la portería local
Los locales deberán esperar una semana más para estrenar el casillero de victorias al encajar una nueva derrota en un partido en el que tras un primer tiempo igualado los visitantes demostraron su superioridad tras el descanso.
La primera mitad resultó equilibrada entre dos equipos que saltaron al sintético de La Espiguera con la necesidad de puntuar y eso se notó en exceso a la hora de la precisión en los pases.
El River pudo haberse adelantado en el marcador cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de juego en un balón largo al que Abdul-lah llegaba antes que el portero visitante y le elevaba el balón, pero la pelota se marchaba fuera muy cerca del palo derecho.
La réplica llegaba poco después en una acción en la que el portero local derribaba a un jugador hueteño y el colegiado señalaba penalti ante las protestas de los azulinos que reclamaban que la falta había sido fuera del área. Gabea fue el encargado de ejecutar la pena máxima con un disparo colocado al que Omar respondió con una gran intervención para despejar a córner.
Al filo del cuarto de hora el equipo panciverde desaprovechaba una internada de Joaquín por banda izquierda, que centró hacia atrás sin encontrar rematador y dando tiempo a la zaga melillense a sacar la pelota con tranquilidad.
A partir del ecuador del primer acto el River comenzó a tener más presencia en campo contrario y las aproximaciones al área se sucedieron con más frecuencia. Así, una entrada por banda derecha de Chivi la finalizaba Simo con un disparo que se marchó alto; y apenas dos minutos después era Abdul-lah el que lo intentaba con un disparo colocado desde la corona del área, que Rico atajaba con seguridad.
El juego se trabó en el tramo final antes del asueto sin ocasiones por ninguna de las dos partes por lo que el empate resultó inamovible.
Segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios el Huétor Tájar salió más enchufado y dispuesto a resolver por la vía rápida ante un River que se vio sorprendido por el empuje visitante. Así, al poco de la reanudación un centro desde la derecha de Joaquín lo controlaba de manera espectacular Alberto, que era derribado claramente dentro del área con el trencilla muy cerca de la jugada. La correspondiente pena máxima la ejecutaba de manera magistral Mario, que engañaba al portero con un disparo ajustado al palo izquierdo.
El gol dejaba tocado a los locales y daba alas a los visitantes, que apenas cuatro minutos después ampliaban diferencias tras una contra guiada por Esteban que finalizaba Cobo con un disparo raso que se alojaba en el portal melillense después de pegar en la cepa del palo izquierdo.
Los minutos finales fueron un querer y no poder del conjunto azulino en busca de acortar distancias, pero el Huétor Tájar supo nadar y guardar la ropa para llevarse una victoria fraguada en una buena segunda mitad en la que pudo ampliar el marcador. Finalmente los melillenses se quedan otra semana sin saborear las mieles del triunfo.