El encuentro entre el Vélez CF y el River Melilla sin lugar a dudas no pasará a la historia. Sólo quedará en una victoria agónica de los de Tello ante un conjunto colista que resultó sólo peleón, pero que no inquietó nunca el portal veleño. Y además, la victoria tuvo que ser al segundo penalti que dispuso el cuadro local, anotado por Pepe Vergara, ya que el primero lanzado unos minutos antes por Dani González este lo mandaría a la cepa del palo derecho del meta Omar. Es decir, más sufrimiento imposible.
A Vélez-Málaga llegaba el conjunto melillense con Marzo en funciones provisionales de entrenador tras la destitución de Aznar, y claro está, la situación de reconvertir la racha negativa de resultados estaba latente. Así las cosas el dominio lo empezó a ejercer el cuadro veleño con mucha más posesión del balón, pero sin profundidad alguna. Las insistencias morían siempre en la frontal del área melillense donde su defensa defendía bien, con una marcada disposición de líneas muy juntas y bien ordenadas. A los ocho minutos de partido, los veleños en un balón colgado desde la derecha y tras dos rechaces dentro del área pequeña anotarían un gol obra de Ignacio Anaya, pero parece que el delantero al tocar estaba en fuera de juego. Un minuto después llegaría la más clara ocasión para los veleños en el arranque vistoso que hizo. Ignacio Anaya se aprovecha de la cesión de Ibra a su portero y este en velocidad se adelanta y cruza el balón raso que se marcha muy ajustado al palo largo. Sin duda de haber marcado podríamos estar hablando de otro partido muy diferente, ya que los melillenses tendrían que abrirse y ahí el Vélez con la rapidez a la contra podría haberles hecho daño. El caso es que fueron transcurriendo los minutos y el Vélez no se encontraba bien en el campo, ya que enfrente estaba un rival tosco que en algunos minutos pecaba de cierto "teatro" al pedir faltas y simular golpes. Sin duda era su partido así.
El Vélez antes del descanso y ante la fuerte calor reinante, tendría a balón parado tres nuevas acciones que pudieron acabar en gol. Una falta lateral que puso Vergara y que cabeceó alto el capitán Nacho (18´), Una incursión por la derecha de Ignacio Anaya que rechazó el meta Omar (31´) y a la salida de un córner un nuevo remate de cabeza de Nacho.
Poco bagaje para un Vélez que había reservado a varios titulares, Damián, Fani González y Diego Assandri, como descanso cara al próximo partido ante el Guadix CF, y que al final tuvieron que salir al campo en la segunda mitad para intentar reconducir el partido a medida que este se afianzaba cada vez más con el posible empate a cero.
La segunda parte fue de menos a más. Ya que el Vélez siguió intentándolo con un juego que se traducía en pelotazos largos y aperturas a la banda de Luis Fraiz, sin duda más entonado en la parte izquierda. Esos balones colgados tenían siempre la respuesta del mata Omar que en más de una ocasión se tuvo que emplear de puños. Viendo que los melillenses apenas inquietaban el área local, Tello tuvo que meter más pólvora en el campo y cambiar su sistema a jugar con sólo tres hombres atrás. Además de la inclusión de Dani González para intentar manejar si cabe el partido con Vergara ya más de enganche con Assandri Ebwelle e Ignacio Anaya. Así al último cuarto de hora se llegaría con el Vélez merodeando con más insistencias el área visitante. Y como se dice, tanto fue el cántaro... que dos acciones dentro del área con manos de sos defensores melillenses, terminarían por tumbar el trabajo de los de Marzo.
La primera es en una jugada en el 82´ en la que intenta rematar Assandri dentro del área ante varios jugadores melillenses y que Ibra desvía voluntariamente la pelota con su mano derecha. Penalti que no dudó el colegiado de sancionar y que Dani González ajustó de tal manera que el balón dio en la cepa del palo derecho de Omar y el rechace nadie lo pudo cazar. En la grada era tirarse de los pelos ya que el guión parecía decir que ni de penalti se podría ganar a los del River de Melilla.
Con ocho minutos que restaban de partido, el Vélez insistió en busca de romper la igualada y en una jugada muy parecida dentro del área llegaría otra acción de manos en la que al parecer es Amin quién la toca. El colegiado nuevamente volvería a señalar el punto de penalti, pero esta vez sería Pepe Vergara el que se encargaría de anotar y darle premio de victoria a su equipo, es decir para ser sinceros, darle el triunfo al menos malo de los dos contendientes.
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