Educación propone no usar la biblioteca del Mercado Central para que se pueda abrir el edificio

Todavía quedan escollos por resolver. La apertura hacia afuera de la puerta de salida a la calle General Margallo y la rampa de acceso a la biblioteca son las pegas que en el informe técnico de la Consejería de Fomento se le ponen al antiguo Mercado Central, además de proponer otras dos recomendaciones más pero que no son vinculantes. Para que se puedan empezar cuanto antes las clases del conservatorio y de las escuelas de idiomas y de adultos, la Dirección Provincial de Educación plantea que se inutilice la biblioteca temporalmente y se conceda la licencia de primera ocupación al edificio condicionada a que el ministerio adapte este espacio a la normativa en un “plazo prudencial” de tiempo.

Para el director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, esta sería la solución “más cercana” para no seguir demorando el inicio de las clases en el edificio del Mercado Central, que acogerá a un total de 1.500 alumnos, entre el conservatorio (300), la Escuela Oficial de Idiomas y la de Adultos.

Según explicó a El Faro el director provincial de Educación, la distancia entre las rampas de la biblioteca es de un metro mientras que debería ser de 1,5. Fomento reclama que se adapte lo máximo posible para que se pueda alcanzar esa dimensión, aunque señala que se podría admitir una distancia menor, en el marco de lo que se llama un “ajuste razonable”.

Pero hacer esa modificación llevaría un tiempo por lo que Educación propone que, de momento, “se anule” la biblioteca y que no se vincule a la concesión de la licencia de primera ocupación del edificio, aunque con el compromiso de que se van a hacer los arreglos. Educación debe estudiar ahora cómo podrían llevarse a cabo estos reajustes y buscar los fondos necesarios para poder ejecutar las obras.

Plazo razonable

Berbel indicó que están dispuestos a que Fomento les determine el plazo que considere razonable para que se lleven a cabo los trabajos, pero reclaman que se permita que mientras se hacen los arreglos se puedan impartir las clases del conservatorio y de las escuelas de idiomas y de adultos en el edificio del Mercado Central.

No obstante, si la consejería decidiera aceptar esta propuesta y otorgar la licencia de primera ocupación condicionada a que se lleven a cabo estos arreglos, la puesta en marcha del edificio tampoco sería inmediata. Berbel explicó que Fomento estima que haría falta alrededor de un mes y medio para que esto sea posible.

Si no se acepta este planteamiento, el ministerio deberá redactar un nuevo proyecto, dotarlo de presupuesto y sacarlo a licitación para adjudicar las obras de modificación a Tragsa (la sociedad pública ha sido la que ha llevado a cabo los anteriores arreglos que se han efectuado en el Mercado Central) o a la empresa que se considere. “Estaríamos hablando de un año”, lamentó Berbel.

En cuanto al requerimiento sobre la puerta de salida a la calle General Margallo, según explicó Berbel, en el informe se pide al ministerio que justifique la imposibilidad técnica de que esta abra hacia adentro. Además, Fomento también señala que habría que considerar esta puerta como de emergencia y modificar los tres escalones que hay en ese hueco. “Hay que valorar cómo se puede hacer”, reconoció el director provincial de Educación.

El mobiliario de las escuelas de idiomas y de adultos estará disponible este mes pero Berbel apuntó que el del conservatorio tardará un poco más porque se trata de material específico que no se puede pedir hasta que no se cuente con la licencia de primera ocupación del edificio.

Padres de alumnos

Hay que recordar que la Plataforma de Afectados Nuevo Conservatorio se concentró este jueves frente a las puertas del Mercado Central para exigir a la Dirección Provincial de Educación y a la Consejería de Fomento explicaciones de la razón por la que, un año más, el curso no haya comenzado en este edificio. Como protesta, algunas de las familias no están llevando a sus hijos a las clases, que se están impartiendo en el IES Juan Antonio Fernández. Además, también se quejan de que faltan cuatro profesores.

En relación con el problema de la rampa de la biblioteca, los padres de alumnos también apuntaban como posible solución no utilizar ese espacio hasta que se arregle. Dicen no entender que un edificio que lleva diez años en construcción y tres terminado, siga sin funcionar.

Las claves del informe de Fomento: subsanaciones y recomendaciones

Tras la reunión de la Comisión Técnica de Accesibilidad el pasado 14 de septiembre, la Consejería de Fomento emitió un informe diez días después, que ha remitido posteriormente a la Dirección Provincial de Educación. Una puerta que abre para afuera y la rampa de la biblioteca son los aspectos que deberá solucionar el ministerio, según se recoge en el documento, al que ha tenido acceso El Faro. Además, también se hacen otras dos recomendaciones.

El primer punto del que habla el informe es sobre la puerta de salida a la calle General Margallo. Según el documento, en la licencia de obras otorgada al edificio, esta puerta tenía su apertura hacia dentro, “cumpliendo la normativa vigente”, aunque al final ha sido instalada con apertura hacia afuera.

Para que esto pueda ser aceptado, “se deberá justificar la imposibilidad técnica de ejecutarla conforme a proyecto (por ejemplo, si fuese imposible técnicamente retranquear los escalones para permitir un espacio suficiente para el barrido de la puerta hacia el interior)”. También se añade que, justificada esa circunstancia, “se podría aceptar la configuración actual”, pero considerándola como puerta de emergencia e identificándola como tal. No obstante, se apunta que “se deberían modificiar los escalones existentes en dicho hueco, retranqueándose lo posible para permitir dejar una meseta horizontal delante de la puerta”.

Por otro lado, el informe señala que la rampa de acceso a la biblioteca desde la calle Comisario Valero “no cumple con la normativa aplicable en materia de accesibilidad”. Pero puesto que no se trata de un elemento necesario para el cumplimiento de la ley, se recomienda estudiar su supresión, siempre que los recorridos de evacuación con salida a esta rampa puedan trasladarse a la que da acceso a la Escuela de Idiomas.

Otro de los problemas es que las rampas interiores existentes en la biblioteca “tampoco” cumplen con la normativa. La distancia entre ellas debería ser de 1,5 metros, habiéndose ejecutado de solo un metro. “Se deberá reajustar al máximo posible de 1,50 metros, pudiéndose tolerar una distancia menor en aplicación del concepto de ajuste razonable, siempre que se justifiquen los presupuestos que lo amparen”, reza el documento.

El informe también hace alusión a otros dos aspectos, aunque no son vinculantes para la obtención de la licencia. El primero habla de la rampa en la calle Comisario Valero de acceso a la Escuela de Idiomas. El documento dice que, aunque supone una ocupación de la vía pública, “se considera una mejora en la accesibilidad del edificio, ya que en el proyecto original se resolvía este acceso mediante escalera de tres peldaños”. La rampa respeta un paso libre de 80 centímetros en esta acera, que es de poco uso, ya que prácticamente solo dará servicio al nuevo edificio y al local de la asociación de vecinos existente al fondo de la calle. No obstante, se recomienda el estudio de una actuación general sobre esta acera, para mejorar la accesibilidad y aumentar la anchura de la vía. El director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, precisó a El Faro que esta actuación le correspondería a la Ciudad.

Finalmente, el informe se refiere a la rampa de acceso a la parte trasera del salón de actos del conservatorio que figuraba en el proyecto que obtuvo licencia. Sin embargo, finalmente se eliminó y sustituyó por una escalera. El documento señala que se deberá tener en cuenta en el plan de evacuación que se deberá atender a la persona discapacitada que se encuentre en el espacio previo a la escalera.

No obstante, también se propone estudiar la viabilidad de la ejecución de una plataforma elevada en la calle Comisario Valero.