El libro de los gustos no está escrito. Elegir un perfume es una decisión tan personal como comprar una prenda de ropa. Sin embargo, la edad es un factor clave, según los ciudadanos consultados por El Faro.
Cada año en el mercado aparecen cientos de nuevos aromas: desde los más clásicos que continúan siendo tendencia, como Chanel o Dior, como otros nuevos que se hacen un hueco dentro del mercado.
A pesar de ser algo muy personal, los perfumes son lo primero en lo que piensan muchas personas a la hora de hacer un regalo. Desde Elisia, aseguran que cuando llegan clientes en busca de perfumes para sus seres queridos, lo primero que preguntan es la edad del destinatario.
“Una persona de veinte años no utiliza el mismo que una de cincuenta”, cuenta una de sus dependientas.
Y es que, tal y como señala Pepi, una melillense de 91 años, con su edad ya no puede llevar aromas “chillones”. Los perfumes, por tanto, sí que son una cuestión generacional.
Entre las personas más jóvenes triunfan los aromas más dulces y afrutados. Son “más empalagosos”, como dicen muchas personas mayores. Y es que el olfato también se vuelve más crítico con la edad y no se acepta cualquier cosa.
Conforme se van cumpliendo años, el criterio se fortalece y está más claro lo que gusta y lo que no. Las personas de más edad prefieren los aromas más frescos y “finos”. Dejan atrás ese almíbar que representa la juventud.
Pero la edad y el gusto no es el único factor determinante a la hora de elegir un perfume. Emilia, otra melillense, asegura que no le importa gastarse el dinero en frascos más caros. Cuenta que le encanta cuando coge un abrigo que no se pone desde el año pasado y todavía huele al perfume. “Es una maravilla”, comenta.
Asegura que cuando estuvo en París también vio perfumes para pelo, una tendencia que le pareció muy llamativa. “El pelo también huele a veces y necesita mucho cuidado, así que están muy bien”, explica. Sin embargo, asegura que en España no ha encontrado ese tipo de productos en las tiendas.
El presupuesto también incide a la hora de elegir una colonia u otra. En Elisia es lo primero que preguntan, pues no todo el mundo que entra cuenta con el mismo nivel adquisitivo.
Hay personas que van buscando marcas de alto nivel, llevan años usando el mismo perfume y para ellos es un elemento más que añadir a su colección. Y es que el diseño de los frascos está pensado para ello. Variedad de recipientes de cristal, en distintas formas y colores, que llaman la atención de cualquiera que pone sus ojos en ellos.
Aun asi, una vez que se ha adquirido el perfume, a la hora de aplicarlo sugieren siempre algunas dudas. Hay personas que se lo aplican por todas las partes del cuerpo –incluso las menos a la vista–, en la piel y en la ropa indistintamente.
Algunos piensan que hay que aplicarlo en pequeña cantidad sobre las muñecas y el cuello, pero nada desmesurado.
En Elisia explica que esa es la forma clásica de aplicarse y la que por excelencia todo el mundo usa. También puede echarse un poco detrás de las orejas, para que el aroma emane desde ahí. “Lugares donde late la sangre”, como apuntan algunos ciudadanos.
Sin embargo, las dependientas de este comercio local aseguran que otra buena forma de aplicarlo es como dicen los expertos de Chanel. Primero sobre las muñecas, luego sobre el cuello y finalmente se dibuja una 'V' en el aire y se pasa a través de ella. De esta manera, el aroma queda impregnado en la persona sin lugar a dudas.
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