La Consejería de Economía ya ha puesto a disposición de todos los melillenses un cajero automático para que puedan realizar el pago de sus obligaciones tributarias con la administración pública.
Se trata de una de las medidas incluidas en el Plan de Calidad de Gestión Tributaria para facilitar a los contribuyentes los procesos burocráticos que tienen que llevar a cabo para poner al día sus cuentas con la Ciudad Autónoma.
El cajero lleva unos días funcionando y son pocos los que se han acercado a hacer uso de él. Para los novatos y más despistados, una trabajadora de la Consejería se encargada de asesorar a los usuarios, explicándoles cómo se utiliza el cajero y las operaciones que pueden realizarse en él.
Se espera que en las próximas semanas se instalen más dispositivos de este tipo en otras dependencias municipales. El primero es más bien una experiencia piloto para ver cómo funciona y detectar los posibles problemas que puedan surgir.
En los cajeros se pueden realizar pagos tanto en efectivo como con tarjeta. Su horario de uso es el mismo que el de apertura de la Consejería de Economía y Hacienda, que durante el verano es de 9:00 a 13:00 horas. Con su instalación, se pretender ahorrar tiempo y esfuerzos a los contribuyentes.
Medios telemáticos
Por otro lado, la intención de la Ciudad Autónoma es hacer especial hincapié en introducir métodos telemáticos de pago e ir eliminando los recibos en papel de manera escalonada, algo que ahorrará tiempo y dinero, tanto al contribuyente como a la propia Consejería. La idea de Economía es que en un futuro próximo el envío de facturas a los ciudadanos quede reducido a la mínima expresión en beneficio de los correos electrónicos.
En el empeño de la Ciudad Autónoma por facilitar los pagos, se ofrecerá a los contribuyentes la posibilidad de sufragar sus obligaciones con planes adaptados a sus necesidades.
Además, para optimizar la atención al ciudadano, la Consejería procederá a modernizar las ordenanzas fiscales de manera progresiva. Como primer paso, ya se han instalado en los equipos informáticos de Economía y Hacienda nuevas aplicaciones para agilizar trámites administrativos.
Estreno tranquilo del nuevo Registro de Facturas por la baja actividad del verano
El Registro Único de Facturas para proveedores de la Ciudad Autónoma comenzó a funcionar ayer por la mañana. Pocos fueros los que se animaron a utilizar esta nueva herramienta el día de su estreno, principalmente porque agosto es un mes de baja actividad administrativa en todos los ámbitos, según apuntaron los trabajadores de la Consejería de Economía a El Faro. Alrededor de ocho empresarios hicieron uso de dicho instrumento a lo largo de la mañana.
El nuevo registro funcionó sin problemas durante todo el día. Los encargados de atender al público explicaron detalladamente a los empresarios que se acercaron a la Consejería el modus operandi de esta herramienta administrativa y los pasos que se siguen desde que el recibo en cuestión se presenta hasta que queda sufragado. Hay que recordar que, si todo marcha correctamente y las facturas no contienen defectos de forma, el pago se realiza en un plazo inferior a treinta días, tal y como marca la Ley.
No hubo colas en el área de Economía, ubicada en el antiguo Hospital de Cruz Roja, para hacer uso del Registro Único. A las 11:30 horas solamente habían presentado sus recibos cinco personas, número que aumentó en tres antes de que la Consejería cerrara sus puertas. Hay que recordar que el horario de este servicio es el mismo que el de apertura de Economía, es decir, de 9:00 a 13:00 horas.
Así pues, estreno tranquilo de este registro, principalmente a causa de la poca actividad que se registra en la administración pública durante agosto y principios de septiembre. Asimismo, y pese a la campaña informativa llevada a cabo por la Ciudad Autónoma, aún quedan muchos empresarios que no conocen la puesta en marcha de este instrumento. Por ello, los recibos aún pueden presentarse en otras dependencias municipales, pero todos son remitidos al Registro Único y, una vez tramitados en éste, comienza a contar el tiempo para hacer efectivo el pago en menos de treinta días.
Proceso para el pago
El proceso es sencillo. Una vez presentada en el Registro Único la factura en cuestión comienza a contar el tiempo. La administración pública local tiene la obligación de liquidar el pago en treinta días y, de no ser así, la empresa afectada podrá devengar sus intereses de demora si así lo desea. El compromiso de la Ciudad Autónoma es pagar siempre dentro de plazo, aunque en algunas ocasiones es prácticamente imposible, según afirmaron desde la Consejería de Economía y Hacienda.