Los parados se muestran inseguros sobre su futuro laboral y muchos de ellos no descartan salir de la ciudad para prosperar.
Los datos son datos y, como suele decirse, detrás de ellos hay personas. En octubre, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) registró 400 parados más en nuestra ciudad. Una de estas desempleadas es Nur, una joven de 23 años que este verano pasado ha estado trabajando por primera vez en un Plan de Empleo que empezó en abril y terminó en septiembre. Pese a considerar que la experiencia fue “satisfactoria” y “provechosa”, esta parada apunta que sabe que estos trabajos son sólo de seis meses y no cree que vaya encontrar un puesto fijo por medio de este tipo de experiencias.
Una situación más o menos parecida vive Fatima, otra joven melillense que, a sus 21 años, y sellando el paro desde los 16 años, aún no ha logrado desempeñar ningún puesto de trabajo.
“Me gustaría tener un trabajo acorde a lo que estoy estudiando, pero creo que en esta ciudad no voy a poder”, lamenta Fatima, que añade también que le gustaría, en un futuro, poder tener un puesto fijo, algo que ve muy complicado.
“Dudo mucho que en Melilla pueda tener un trabajo duradero”, concluye, en este sentido la joven melillense.
Estudios superiores
Con la intención puesta en progresar y tener una profesión de futuro, Nur y Fatima están estudiando el Grado Universitario en Educación Social, que se imparte en el Campus de Melilla de la Universidad de Granada (UGR). “Mi intención es formarme y por eso conseguir un trabajo”, comenta, en este sentido Nur, que añade que ha llevado a cabo, por su cuenta, un curso de prevención de riesgos laborales. “Tengo ganas de trabajar y seguir formándome”, sentencia esta joven universitaria.
Sobre la posibilidad de abandonar Melilla habló Fatima que, pese a considerar que en nuestra ciudad no le augura un futuro laboral estable, aún no baraja la posibilidad de marcharse.
Sin embargo, apunta que puede que lo haga cuando termine sus estudios superiores, dado que su objetivo es tener un empleo relacionado con su formación, algo que no cree que encuentre en Melilla.
De Melilla a Girona
En la puerta de la oficina del SEPE de la ciudad también estaban ayer Hussein y Nehuel, una pareja de melillenses que, a sus 32 y 27 años, respectivamente, ambos se encuentran en situación de desempleo, y sin visos de conseguir un trabajo.
La situación de él es diferente a la de ella, puesto que este melillense se acaba de quedar en paro. De hecho fue ayer la primera vez que acudió a sellar. Hussein comenta que, viendo el caso de su mujer, que lleva un año y medio sin encontrar empleo pese a sus visitas mensuales al SEPE, se están planteando irse a Gerona, donde él ya estuvo viviendo.
Según comenta este reciente desempleado, tiene más esperanzas de tener un trabajo allí, dado que el sector privado fuera de Melilla tiene más peso.
“Sellar no vale para nada”, comenta por su lado Nehuel, que asegura que lo único que ha conseguido es hacer cursos obligatorios que no le han llevado a encontrar empleo.
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