Un facultativo y un técnico de cuidados de Enfermería fueron asaltados este fin de semana en Urgencias.
El pasado fin de semana dos profesionales sanitarios, en concreto un facultativo y un técnico en cuidados de Enfermería, sufrieron una agresión en el Hospital Comarcal, lo que ha vuelto a provocar la protesta más enérgica del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), quien en una nota de prensa lamentaba la inseguridad a la que se enfrentan estos profesionales. “Esta situación es insostenible e inadmisible”, afirmó al respecto la secretaria autonómica del SAE en Melilla, Carmen Guerrero, a la vez que recordó que la seguridad de los profesionales sanitarios “siempre ha sido una de las principales preocupaciones” del sindicato, y que “va en aumento por el notable incremento que han experimentado tanto las agresiones de carácter verbal como físico en los centros asistenciales”. En una nota de prensa, Guerrero comentó que “los profesionales que desempeñan su labor en los centros sanitarios, al igual que los trabajadores de otros sectores, tienen derecho a tener garantizada la seguridad en su centro de trabajo, de tal manera que puedan llevar a cabo sus funciones sin temor a recibir amenazas o agresiones por parte del usuario o sus familiares”. Asegura asimismo que éste es “un derecho de todo trabajador” y que “desde la Administración se debe garantizarlo disponiendo todos los medios que sean necesarios para asegurar su cumplimiento”, señaló la sindicalista. Guerrero explicó igualmente que las consecuencias que conllevan este tipo de situaciones repercuten tanto en el profesional sanitario como en el usuario. En el caso del primero, dijo, “en muchas ocasiones se encuentra con la imposibilidad de poder desempeñar la labor asistencial”, mientras que en el caso del enfermo, “además de ver incrementado su tiempo de espera por las quejas de otros pacientes o familiares, puede ver mermada su calidad asistencial”. Salud de profesionales Pero según la dirigente sindical, este tipo de episodios repercute, asimismo en la salud de los profesionales sanitarios (estrés, depresiones, estados de ansiedad, secuelas físicas o cambios de humor) por el temor a ser agredidos. Aclara además que los técnicos en cuidados de Enfermería, al tener un trato más directo con los pacientes y sus familiares, son los profesionales más perjudicados. “Podemos entender la angustia de pacientes y familiares cuando acuden en demanda de asistencia y entienden que su problema es el más urgente y grave. Sin embargo, jamás podremos ni entender ni justificar que se lesione a quienes tienen como objetivo atenderles y prestarle la atención que necesitan”, comentó. Una de las medidas que exige SAE tanto a la dirección de la Gerencia del centro hospitalario como al máximo responsable del área, el Ingesa, es que se amplíe la seguridad en las Urgencias del Comarcal, que son la puerta de acceso al centro y por tanto, donde se produce el mayor número de agresiones.