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AUME considera “insuficientes” las 191 plazas que Defensa oferta en el país para consolidar un puesto fijo
Del total de 2.300 militares de tropa y marinería que prestan sus servicios en Melilla (300 son mujeres), 2.022 de ellos tienen contratos temporales, por lo que se podrían ver forzosamente obligados a abandonar el Ejército cuando cumplan los 45 años si antes no consolidan una plaza fija, según los datos facilitados por la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME).
El secretario general del colectivo, Jorge Bravo, concretó a El Faro que de esos 2.022, 1.568 tienen un contrato de larga duración y les afectaría directamente la salida a los 45 años, si no cambian de situación antes de que cumplan esa edad.
Compromiso inicial
Los otros 454 tienen un contrato llamado de compromiso inicial, que es el paso previo para alcanzar uno de larga duración. Según explicó Bravo, la mayoría de ellos pasarán a este último tipo de contrato, por lo que también se encontrarán con la misma condición de salida forzosa al llegar a esa edad si no alcanzan la permanencia antes.
El número total de 2.022 englobaría a todos los soldados en situación de temporalidad, aunque incluye a todos, desde el que aún está en la veintena hasta el que tiene 44 años. No obstante, Jorge Bravo recalcó que todos serían “posibles” afectados.
El Ministerio de Defensa ha anunciado este mes que este año ofertará 191 puestos para que el personal temporal de tropa y marinería pueda alcanzar el estatus de militar de carrera. Una cantidad que, a juicio de AUME, es totalmente “insuficiente” dado que hay unos 65.000 soldados en todo el país en situación de temporalidad.
Sin expectativas de futuro
“Tan pocas plazas no dan para tener expectativas de futuro”, lamentó el secretario de AUME, un colectivo que cuenta con 4.000 afiliados a nivel nacional, doscientos de ellos en Melilla, uno de los lugares con más socios. Según sus palabras, el asociacionismo no está bien visto en las Fuerzas Armadas, por lo que les ponen problemas para expandirse.
Una subcomisión está estudiando en el Congreso soluciones a la problemática de la jubilación forzosa. “Pero va muy lento todo”, indicó. Con el parón de agosto, el colectivo confía en que a finales de año ya pueda haber una normativa alternativa sobre la mesa. Aunque Bravo recalcó que son conscientes de que aún tendría que pasar un tiempo para que se pusiera en marcha.
La jubilación forzosa pretende evitar el envejecimiento del Ejército. Pero, a juicio de Bravo, si no se ofrecen alternativas, este mandato legal es “inviable económicamente” puesto que muchos de los soldados que cumplen los 45 años pasan a ser reservistas de especial disponibilidad recibiendo 600 euros mensuales. “En los próximos años, mucha gente se va a acoger a esto y va a suponer un problema para las arcas”, apuntó el portavoz de AUME.
Alternativas laborales
Por ello, además del incremento de esas 191 plazas para que, al menos, se dé la oportunidad de que más soldados puedan acceder a un contrato fijo, también solicitan que se ofrezcan otras alternativas laborales para los mayores de esa edad.
Bravo detalló que esos militares también pueden pasar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional a través de las plazas que convocan estos cuerpos. En el primer caso, señaló que el número de puestos ofertados está bien y en el segundo, se ha aumentado el porcentaje, datos que consideró positivos.
Falta de cultura de defensa
Pero para AUME, el gran reto sería elaboral una estrategia global y bien planificada que contemple convenios con administraciones públicas y con empresas para que los soldados que lo deseen puedan reincorporarse a la sociedad civil. “Hay falta de cultura de defensa y la gente no conoce el potencial que podrían tener los militares”, indicó. En este sentido, concretó que en algunos lugares sí se han firmado acuerdos con entidades y se reservan plazas para este colectivo. Sin embargo, incidió en que hace falta un plan a nivel nacional para que no se trate de medidas puntuales y se pueda ofrecer una alternativa real a los mayores de 45 años.