Un niño de cuatro años y medio no puede ir al colegio por estar en silla de ruedas. Ésta es la conclusión a la que llega la familia de este pequeño que no puede matricular a su hijo junto al hermano mayor porque en el centro concertado Enrique Soler no hay cuidadores y tampoco puede llegar a tiempo al Anselmo Pardo, donde le han admitido, porque no tienen transporte escolar hasta noviembre. Es imposible que la madre de los dos pequeños esté a tiempo para dejar al grande en el Enrique Soler y a la vez al pequeño en el Anselmo Pardo, aunque no estén muy lejos uno de otro, aseguró a El Faro. Y la solución que les han dado es que el pequeño no tiene la obligación de ir al colegio, porque es menor de seis años, y que se quede en casa hasta que haya transporte escolar.
Los padres de estos niños no se creen la experiencia que están viviendo estos días. La madre ha estado fuera un tiempo por problemas de salud y eso ha impedido que el pequeño fuera a clase por lo que no se habían encontrado antes con la situación de llevar al colegio a los dos hijos que tiene.
El grande, que ha cumplido seis años, está matriculado en el Enrique Soler. La idea que tenían era que ambos estuvieran en este centro, pero no se lo permiten.
Su hijo pequeño tiene espina bífida y va en silla de ruedas. Necesita un cuidador en el colegio para que le cambie los pañales, al menos una vez en la mañana, y para evitar que se caiga en el recreo. Remarcó que por lo demás está bien y puede seguir las clases con normalidad. Pero esta familia dice que en el Enrique Soler no hay cuidador porque es concertado y la Dirección Provincial de Educación no manda a profesionales de este tipo a los colegios con esta categoría. En el Enrique Soler les han dicho que no tendrían problemas de acoger al pequeño de la familia, pero necesitan que Educación les envíe al cuidador para atenderlo.
Todo esto formó parte del primer escollo que se encontraron a la hora de matricular al pequeño. Pero la cosa ha ido a peor.
Les dijeron que su hijo menor debía ir al Anselmo Pardo porque allí sí hay cuidadores. Al tener a los dos niños en edad escolar y no poder acercarles a la vez a los centros educativos, la Dirección Provincial propuso a los padres solicitar el transporte escolar adaptado para el niño pequeño.
Este martes pasado comienza el curso escolar, pero no el transporte. No hay autobús ni taxis para los niños que precisen de este servicio. El miércoles la familia fue a la Dirección Provincial para saber qué pasa con el transporte escolar y la respuesta que recibieron es que aún no se ha adjudicado el servicio y que no conocerá la empresa que lo lleva hasta noviembre.
Esta familia está alucinada con esta situación. Asegura que si hay algo certero es que el inicio de curso es tras la Feria y que comienza en septiembre. Por lo que no entienden que se haya retrasado el transporte escolar si debe empezar con el curso.
De esta forma, aseguraron a este periódico que les queda llevar ellos al pequeño aunque sea más tarde cada día o esperar a que llegue noviembre y se ponga en marchar el transporte escolar haciendo perder clases al niño. Afirmaron que han educado al pequeño como al mayor, sin que su discapacidad importara, y ahora se ve en esta situación por ir en silla de ruedas y precisar de un cuidador.
Otra opción que le han dado es que soliciten en el Anselmo Pardo el aula matinal para dejar antes al pequeño y luego ir con el grande al Enrique Soler. Pero tendrían que afrontar ellos este coste. Lamentan que no haya soluciones a su situación.
En junio de este año, el director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel reconoció que el pasado año hubo un retraso en la puesta en marcha del transporte escolar, pero que este año se podía ver solventado porque se iban a preparar los pliegos de la ayuda esos días. Esto adelantaría un mes y medio los trámites respecto al pasado año y haría posible que en septiembre pueda estar listo el transporte, pero no ha sido así. Berbel aseguró que estaban trabajando “intensamente” en Madrid para tener la convocatoria preparada a finales de junio, pero lo cierto es que las familias informan de que el transporte escolar no estará hasta noviembre.
La Dirección Provincial de Educación había propuesto mejorar las condiciones de estas ayudas. Se había pedido que fuera plurianual el contrato, es decir, que durara dos años para evitar que cada año se tenga que sacar una convocatoria. Pero esta propuesta no se estimó por parte del Ministerio de Educación. Asimismo, Melilla pidió que el dinero no se diera a las familias como subvención, sino que se ofreciera a los centros educativos como servicio complementario y, de esta forma, que fuera más rápida su puesta en marcha, pero tampoco se contempló esta medida en el borrador de la ayuda que había previsto para junio, aunque Melilla si consideraba que eso iba a aceleraba los trámites.
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