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Dos enamorados cruzan ‘el charco’ para casarse en Melilla

Mari Carmen Cepero enciende todos los días el ordenador y al conectarse al Facebook lo primero que ve siempre son los amaneceres de Melilla. Su amiga Merche (que muchos ciudadanos conocerán como Merche Melilla) recoge con su objetivo cómo nace el Sol en la ciudad a diario y esas imágenes son las que han conseguido enamorar a Mari Carmen.

Esta gaditana no conoce Melilla, a excepción de lo que sale por televisión o lo que publica su amiga Merche, pero tanto las fotografías del paseo marítimo como centro modernista o de El Pueblo le han conseguido conquistar. Es una fan de la ciudad. Su actual pareja, Jesús Campelo, también está enamorado en la distancia de Melilla. Es capitán de Infantería de Marina y estuvo de visita en esta tierra unos pocos días hace mucho tiempo, cuando aún era guardiamarina. Tiene tan buen recuerdo de los melillenses y de la ciudad que junto a Mari Carmen ha planeado toda una aventura. Han ‘creado la mejor excusa’ posible para viajar hasta Melilla en unas semanas. Han decidido casarse en la ciudad. Como lo están leyendo. Dejarán la bonita Cádiz por prometerse amor eterno en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea. “Casarnos en Melilla es un regalo mutuo que nos hacemos”, asegura Mari Carmen.
Esta gaditana asegura que todo surgió de forma muy natural. Su pareja y ella deseaban visitar la ciudad desde hace tiempo, así que se les ocurrió organizar aquí su boda y así ver ‘en directo’ cómo son los amaneceres, atardeceres y Melilla La Vieja. Para emprender esta aventura necesitaban algo de colaboración, pues no tenían ni idea de cómo planificar todo desde Cádiz y ahí es donde aparece Merche Melilla. Mari Carmen asegura que Merche se ha volcado con ellos desde el primer momento y les ha ayudado a reservar el Salón Dorado, el restaurante e incluso la peluquería para estar guapa el día de su boda. Cuando le propuso su idea, pensó que Merche rechazaría meterse en este ‘embolado’, pero no fue así. De forma que su amiga no sólo les está ayudando a planificar la boda, sino que se convertirá en la madrina de este futuro matrimonio.

Todo el mundo se sorprende
Mari Carmen afirma que todo el mundo se lleva una sorpresa cuando dice que se va a casar en Melilla. Incluso el personal del Registro de Cádiz le preguntaron qué les lleva a cruzar el charco y casarse en esta ciudad española en África. Y ella sólo tiene una respuesta ante tanta pregunta: “Melilla es preciosa”. Asegura que las imágenes que salen en los medios de comunicación de la ciudad “no le hacen justicia”. Entiende que los medios cubran noticias que no siempre favorecen una buena imagen, pero eso no le quita las ganas de celebrar su boda en esta tierra.
Ninguno de los novios tiene familia en Melilla así que el día de su boda sólo contarán con los invitados que deseen viajar hasta la ciudad para acompañarles en esta especial celebración.
Mari Carmen reconoce que muchos de sus amigos y familiares se van a echar atrás porque hay que viajar hasta Málaga y de ahí coger un barco que tarda ocho horas en llegar al puerto melillense. “A muchos se le hace un mundo”, añade, pero ella asegura que con el novio, ya tiene suficiente. No necesita un ‘bodorrio’ por todo lo alto porque su primer matrimonio ya contó con una gran fiesta. Ahora quiere otra boda distinta, una en la que no haya invitados de compromiso, sino gente cercana que les quiere ver felices.

La ceremonia
El día 18 de julio desea una ceremonia sencilla. Se animará con unas palabras para su futuro marido. Y después de comprometerse para el resto de sus vidas, se quedarán en Melilla de luna de miel. A Jesús le trasladan a Cartagena el 1 de agosto y no les da tiempo de hacer un largo viaje. Además, esta aventura africana les permite hacer lo que más les gusta a ambos:  Viajar, ver museos, disfrutar de hermosas playas y conocer de cerca la historia de bellas ciudades.
Los novios están muy ilusionados con esta ceremonia y los dos resaltan que las atenciones que están recibiendo en Melilla no las encontrarían en ningún lado. Desde el peluquero a la agencia de viajes, todos se está portando muy bien con ellos, afirman. Además de todo esto, los dos se confiesan unos admiradores de La Legión y de los Regulares. De hecho, Jesús tuvo que hacer en el curso de ascenso a Capitán un trabajo sobre la Guerra de África de los años 20 y llegó a conocer muy bien los avatares por los que pasó Melilla en aquellos tiempos.
“Siempre nos han encantado las imágenes de Melilla y sus simpáticas gentes. Sabemos que es una gran ciudad. Éste es un viaje que desde hacía tiempo queríamos hacer y qué mejor ocasión que para nuestra boda”, añade Jesús.

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