Dos días que transformaron Melilla. 1985

La historia generalmente suele pasar por encima de la mayor parte de la población de modo que su papel en ella suele ser el de meros espectadores, pero como demostrara Carlos Marx, a veces, un individuo común y corriente puede, en un determinado momento histórico y en unas circunstancias determinadas, transformarla. Aomar Mohamedi Dudú, melillense, transformó la historia de Melilla entre 1985 y 1986, como único protagonista, como líder indiscutible de los musulmanes melillenses. Releyendo la prensa de la época, se comprueba que no hay otro nombre ni hay otro agente histórico que no sea Aomar Dudú.
Ocurre, como demuestra la física, que una fuerza aplicada en una dirección genera inmediatamente otra en sentido opuesto y eso es lo que ocurrió en Melilla el 23 de noviembre de 1985, pero para llegar a esa fecha hubo un camino previo que se inició el 11/05/1985 con la publicación del artículo “Legalizar Melilla” en El País, firmado por Aomar Dudú, que tuvo un efecto fulminante y que puede considerarse como el generador  e inicio de la lucha del colectivo “rifeño” por sus derechos civiles.
Esa ausencia de derechos se inició en 1860, cuando los acuerdos entre España y Marruecos de Wad Ras, desposeyeron a los cabileños que poblaban toda la comarca de Melilla desde los tiempos más remotos, tanto de sus tierras, como de los derechos históricos que tenían sobre ellas. Esto generó una población flotante de refugiados que se asentaron en el limítrofe poblado de Farhana y que tras la revuelta de “El Roghi” fueron empujados de nuevo al territorio de Melilla. Estos refugiados se asentaron en las laderas y en el propio Cerro de Camellos, en donde estuvieron en las primeras décadas del siglo XX. Finalmente el colectivo de refugiados se acabaría asentando en el Cerro de Reina Regente y dando origen a lo que hoy es La Cañada de Hidúm.
Todo ese colectivo y ese barrio fueron creciendo al margen los planes de desarrollo y ensanche de Melilla, pero sobre todo en ausencia absoluta de derechos civiles. Así pues, un siglo después del Tratado que da origen a la Melilla actual, aquellos 2000 refugiados se habían convertido en 18.000. Toda la documentación que poseían era la famosa “Tarjeta de Estadística”, que sería calificada por Aomar Dudú como “la chapa del perro”.
El antecedente histórico estaba latente, la situación de exclusión social era real pero no reconocida. El germen de la reivindicación estaba sembrado y a la espera de ser recogido. Nadie en Melilla supo anticiparse a los hechos y toda la ciudad se vio sorprendida por unos acontecimientos que nadie esperaba.

Melilla, 1985

Una reforma legislativa de 1980 impulsada por el diputado de UCD García Margallo, congeló el acceso al DNI de los melillenses rifeños. La iniciativa no encontró oposición en su slot machines online momento, pero puso en marcha las condiciones que acabarían dando origen al estallido de 1985.
En 1985 el PSOE está al frente del Gobierno de España e impulsa “La Ley de Extranjería” como decidido intento de regularizar la situación de los musulmanes/rifeños  en Melilla, pero comete un error de origen que es el de declarar primero como “extranjero” al rifeño nacido y residente en Melilla, antes de tener derecho a la nacionalidad española.
La historia es dinámica y en aquellos momentos sí existía entre el “colectivo musulmán” el agente histórico que conduciría todo ese malestar de un grupo social que en aquellos momentos nadie había tenido en cuenta.
Aomar Mohamedi Dudú era el primer rifeño melillense en obtener el grado de licenciado universitario en 1977. Como economista estableció en Melilla la primera gestoría administrativa regentada por un musulmán. Era hijo de un comerciante mayorista establecido en El Mantelete dedicado al aprovisionamiento de barcos. En los años anteriores a 1985 llevaba “de hecho” la relaciones y reclamaciones de ciudadanos de “su comunidad” ante el Ayuntamiento, regido desde 1983 por el socialista Gonzalo Hernández.
Ante la aparición de La Ley de Extranjería en 1985 la reacción del colectivo musulmán fue diversa en un principio. “Jimmi” Ahmed Moh y su Asociación Musulmana son partidarios de negociar desde el principio con el Gobierno del PSOE. Las acusaciones cruzadas de ser “agentes al servicio de Marruecos” y de “traicionar los intereses de los musulmanes” serán constantes.
Aomar Dudú rechazó siempre y desde su inicio la Ley de Extranjería, es más, la publicación de su artículo en El País, provocará su expulsión inmediata del Partido Socialista de Melilla, lo que constituirá un error irreparable, porque dejará al PSOE estatal sin interlocutores directos con el colectivo musulmán, al que ya sólo apoyará Comisiones Obreras, que participará en la manifestación del  23 noviembre, como única organización estatal y de izquierdas. Las tensiones que este apoyo creará en el antiguo sindicato comunista serán tremendas y saltarán de hecho a la prensa de modo inmediato. 
 Entre tanto, el PSOE melillense se encuentra envuelto en una tremenda fractura, en la que concejales (Cintas y Soria) y militantes del partido piden abiertamente “la dimisión de Gonzalo Hernández”, que ya en esos años sufría de graves problemas de comunicación con la prensa y con los ciudadanos.
 ¿Y la derecha melillense?. Expectante y en menos de un año será la gran beneficiada electoralmente de esta conmoción social. Desde entonces la derecha no ha vuelto a perder unas Elecciones Generales en Melilla y desde 1991 las Locales. En diciembre de 1985 José Imbroda (procedente de la antigua UCD), funda la Unión del Pueblo Melillense, partido localista creado para hacer frente a las políticas de Madrid y que hará de su: ¡Que no te mande Madrid!, el lema político más conocido de la historia de la ciudad.
En los primeros días de noviembre el empuje de Aomar consigue la unidad casi total del “colectivo musulmán” en torno a él, a su lucha por los derechos civiles de los rifeños y en el rechazo absoluto a La Ley de Extranjería. A la manifestación del día 23 acudirán 20.000 personas y se constituirá como la más numerosa de la historia de Melilla. Tras ella el regidor socialista Gonzalo Hernández expulsa a Aomar Dudú de su trabajo de Administrador de Mercados (Aomar era el primer y único musulmán trabajando en la Administración Pública), y esto constituye el error definitivo.
En los días posteriores La Cañada de Hidúm se subleva contra la Ley de Extranjería y la persecución de su “líder natural”. Hay cierre de comercios regentados por musulmanes. El Secretario de Estado Rafael Vera tiene que visitar Melilla y pasea por La Cañada. Luego vendrá la contra manifestación del 6 de Diciembre, como constatación del principio físico antes mencionado, pero La Ley de Extranjería ya está muerta. El empuje de la fuerza reivindicativa de la primera manifestación era mucho mayor  y de justicia histórica. Son los dos días que cambiaron Melilla.
Constatar que el apoyo del Melilla Hoy a las reivindicaciones de base del colectivo musulmán fue decidido desde un primer momento. El movimiento reivindicativo fue pacífico y como herencia, la estabilidad  y la integración social de Melilla, 25 años después, es mucho mayor que la de Ceuta. Todo eso tiene un nombre, pero en la Historia General de Melilla, editada hace 6 años, ni siquiera se menciona. ¿Olvido?