¿Dónde están los niños de los comedores escolares de Melilla?

l Las ONG’s no encuentran explicación a que ninguna familia haya solicitado este servicio en el verano

No hay explicación o por lo menos, las ONG’s de la ciudad no la encuentran. No entienden por qué durante el curso hay un grupo de alumnos que asiste al comedor escolar y cuando en verano la Ciudad y la Dirección Provincial de Educación les ofrecen esta ayuda, las familias no la solicitan. ¿Dónde están esos niños? ¿Ya no precisan de la ayuda de comedor? ¿Por qué las familias no piden este servicio si están en situación de pobreza? Son las preguntas que se formulan las entidades que trabajan a pie de calle con las personas que no tienen recursos económicos suficientes para sacar a sus hijos adelante y por eso, son beneficiarios de todo tipo de ayudas. Según estas ONG’s hay muchas familias en situación de pobreza. Los voluntarios de estas entidades visitan sus hogares y tienen contacto con Servicios Sociales para que no se dupliquen las aportaciones que pueden recibir. Por eso, no alcanzan a comprender por qué ni en julio ni en agosto ha habido niños en los comedores escolares.
Pilar Illázquez, presidenta de Cáritas Melilla, explicó a El Faro que las familias con pocos recursos económicos siguen llamando a la puerta de esta institución. Por ello, ha tenido que firmar un convenio de colaboración con la Ciudad con el objetivo de contar con más presupuesto para echar una mano a estas personas.

No bajan las solicitudes
Aseguró que en verano siempre disminuye un poco la afluencia de personas a las sedes de Cáritas. Pero aseveró que la demanda de alimentos, ropa, ayudas para pagar el alquiler o la luz no han bajado en estos últimos meses.
Illázquez señaló que es necesario hablar con las familias que tenían opción a llevar a sus hijos a los comedores escolares. Destacó que hay que conocer los motivos por los que tomaron la decisión de no utilizar este servicio en verano. Afirmó que no cree que sea por “vergüenza”, pues estos estudiantes comen durante el curso en estas dependencias. Además, apuntó que si una familia realmente necesita la ayuda de comedor desde octubre hasta mayo para dar de comer a sus hijos, no puede dejar de necesitarla en verano.

Desayunos solidarios
Para la Confederación Virgen de la Luz tampoco hay explicación a que ningún niño haya participado en el programa de comedores escolares este verano. La presidenta de la entidad, María del Carmen Chaparro, afirmó que algo falla cuando hay un grupo de niños que piden esta ayuda durante el curso y cuando llega el verano no la solicitan. No obstante, explicó que no hay una bajada en el número de solicitudes de ayudas sociales como para justificar este hecho. Se preguntó si es que las familias en riesgo de exclusión social han visto cubiertas ya sus necesidades con las aportaciones que realizan  Bienestar Social y las ONG’s.
Chaparro tampoco comprende que los niños no vayan al comedor escolar en verano si durante el curso hay un gran número de entidades repartiendo desayunos solidarios para evitar que estos niños se desmayen en clase o en el recreo porque en sus hogares no hay suficientes alimentos y no llevan una dieta correcta.
Esta entidad atiende a unas 950 familias a todos los niveles, con  alimentos, pago de alquiler y de todo tipo de atención social. Chaparro explicó que  ha cambiado un poco el tipo de ayuda que solicitan las familias. Aseguró que las necesidades más básicas, como la alimentación y la higiene, están casi cubiertas por las ayudas del Banco de Alimentos y por ello, ahora las familias piden otras cosas. Solicitan aportaciones económicas para arreglar los calentadores, pagar los recibos de la luz y del agua, comprar algún electrodoméstico que se ha estropeado y arreglar los sanitarios del cuarto de baño, entre otros.
La presidenta de Virgen de la Luz aseveró que con el inicio de curso las prioridades han cambiado. Las familias que reciben ayuda de esta entidad ya están solicitando que les echen una mano con la compra de gafas para los niños, así como la adquisición de los uniformes escolares, los zapatos y los materiales escolares. Además, uno de los objetivos de la ONG es comprar colchones porque hay muchos pequeños durmiendo en el suelo y llega el invierno.