Este domingo, Melilla celebró dos importantes festejos del calendario como son el Corpus Christi y la noche de San Juan. Aunque la procesión del Corpus es un reflejo de solemnidad y San Juan es reflejo de la fiesta popular, ambas se han convertido en tradiciones arraigadas en nuestra ciudad.
Y es que Melilla es fiel a sus tradiciones y sus gentes responden.
Ayer, nuestra ciudad se engalanó, con niños y niñas que vestían de nuevo, orgullosos, los trajes con los que hicieron la Primera Comunión.
Ya en la noche, en un tono más lúdico, las playas de Melilla se llenaron de luz y de miles de melillenses que quisieron sacar todo lo malo y recibir el día de San Juan como marca la tradición, junto al mar, con las candelarias y el broche de oro que pusieron los fuegos artificiales.
Melilla vive con pasión sus tradiciones y hay que seguir cuidandolas para poder festejar y disfrutar como hasta ahora.