El PSOE y el sindicato UGT rindieron ayer, como cada 1 de mayo desde 1976, un homenaje a las personas que defendieron la libertad y los derechos hasta el punto de perder sus vidas. No obstante, el acto de ayer quedó ensombrecido por el reciente traslado de los restos mortales del general Sanjurjo al cementerio de la Purísima. “Es muy doloroso que 41 años después nos veamos aquí con nuestras heridas nuevamente abiertas”, dijo Francisco Narváez militante del PSOE y el encargado de realizar la visita guiada por el camposanto.
Antes de iniciar el recorrido, Narváez insistió en su crítica a que se hayan traído a Melilla los restos de Sanjurjo. “Nunca habíamos imaginado que las autoridades civiles y militares vendrían a enterrar aquí a un fascista y un golpista. La familia lo podía haber hecho por su cuenta. Es inadmisible que, en una sociedad democrática, bajo la excusa de que Sanjurjo haya salvado a Melilla, se entierre a un fascista”, manifestó.
En respuesta a las declaraciones de la secretaria regional de Nuevas Generaciones, Isabel Moreno, que aseguró que el Gobierno local “no era facha por acudir al funeral de Sanjurjo ni era republicano por homenajea en el Día de los Difuntos al primer alcalde republicano, Antonio Díez”, Narváez subrayó que “no es admisible que se comparen asesinos con víctimas”. “El general Sanjurjo fue un golpista y a Antonio Díez le pegaron cuatro tiros en este cementerio y lo dejaron aquí tirado”, argumentó. Añadió, además, que Díez es homenajeado por “haber sido alcalde la de la ciudad y no por pertenecer al PSOE”.
Claveles rojos
Tras las observaciones de Narváez sobre el entierro de Sanjurjo, inició el recorrido por el cementerio arropado por socialistas y ugetistas para depositar claveles rojos en las tumbas de importantes personajes de la historia de Melilla.
Hizo recordar a los asistentes la figura de Marcelino Martín. Según Narváez, fue un hombre “clave” para entender la conquista de los derechos de los trabajadores”. “Fue miembro del PSOE y presidente de los juzgados mixtos, mediante los cuales se establecieron los primeros convenios colectivos”, apuntó. “Antes de ser asesinado por los falangistas dijo: ‘Viva el socialismo, viva el comunismo y viva la libertad”, añadió.
La familia socialista y ugetista también se detuvo en la tumba de los médicos Cándido López y Aurelio Solís. De este último Narváez dijo que fue un profesional que se preocupó por los niños abandonados que vivían en la calle.
Fallecimientos recientes
Otra de las paradas de esta comitiva tuvo lugar en la tumba del periodista Juan José Medina y de Carmen Gallardo, la esposa del ex secretario general de UGT Alonso Díaz. Medina falleció en 2014 y Gallardo este año.
Al emotivo acto, que empezó pasadas las 10:00 horas, asistieron la presidenta de la Gestora del PSOE en Melilla, Gloria Rojas, el secretario general de UGT, Francisco Díaz, así como numeroso integrantes del partido y del sindicato.
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